Epílogo

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Era la primera vez que Jeongin le mentía a su mamá. Bueno, en su defensa no era exactamente una mentira, solo estaba ocultando una parte de la verdad.

Por qué si iría a pasar un rato con Hyunjin, pero no iría a hacer tarea. Él tenía una cita con unos de sus mejores amigos. Así que cuando las clases se acabaron Jeongin caminó hacia Hyunjin, quien se encontraba sentado en una de las barreras que estaban en la entrada de la escuela, Jeongin se sentó a su lado, ganando la atención del alfa.

— Hey — susurró Hyunjin, se encontraba igual de nervioso que Jeongin. Este sonrió antes de mirar al piso y susurrar un hola al alfa — ¿Seguro que tus padres te dieron permiso?

Jeongin asintió. Pero entendía por qué Hyunjin preguntaba, sus padres juntos, siendo serios, ceños fruncidos, si daban un poco de miedo.

Hyunjin se levantó y le extendió su mano a Jeongin para que la tomara, cosa que hizo antes de levantarse  y ambos empezaron a caminar. Oh tal vez Jeongin debió pedir ayuda a su madre, ¿cómo se supone debía actuar en una cita?. No tenía idea de nada.

Solo sabía que Hyunjin le había pedido muy amablemente si quería tener una cita con él y Jeongin aceptó por que siempre pensó que Hyunjin era malditamente adorable con su cabello rojo un poco ondulado, ojos cafés que con cierta luz parecían un poco rojizos y una sonrisa tan linda con esos labios rosados y mostrando sus dientes delanteros un poco separados, casi nada, solo se notaba si te concentrabas en eso y Jeongin si que se concentraba en eso. Hyunjin solía recostar su cabeza en la mesa mientras el profesor entraba al aula y Jeongin se dedicaba a apreciarlo.

— Oye tu, no quiero que nos volvamos raros por esto — dijo Hyunjin cuando llegaron a la pequeña cafetería. Deteniéndose frente a Jeongin para cerciorarse que todo estuviera bien.

— Creí que ya eramos raros antes — Hyunjin rió — Dijiste que seríamos raros juntos, quiero que lo seamos — sonrió y arregló el flequillo del alfa.

Entraron y tomaron asiento en una de las mesas más lejanas a la entrada, escondidos en una esquina susurrando secretos, el olor a tierra húmeda de Hyunjin rodéandolos, tomando un par de malteadas y compartiendo una rebanada de pastel. Tenían catorce, apenas y tenían dinero.

Jeongin no podía dejar de sonreír cuando salieron de la pequeña cafetería. Iban caminando a la par, sus manos entrelazadas, se soltaron al entrar a la casa de Hyunjin. Jeongin le había dicho que le dijo a su madre que haría tarea en su casa, así que Hyunjin respondió que era mejor para todos si hacían al menos una parte de la tarea.

Al entrar la madre de Hyunjin los saludó y como usualmente los mandó al cuarto de Hyunjin a hacer la tarea. Jeongin estaba acostado en la cama y Hyunjin sentado en el piso, uno haciendo tarea de física y el otro de literatura.

Cuando acabaron la tarea Jeongin supo que debía de regresar a casa o estaría en problemas, guardó todas sus cosas, agradeció por el sándwich a la madre de Hyunjin y salió corriendo. Fue detenido por el alfa a un par de cuadras de distancia. Jeongin era demasiado rápido.

— Se supone debo acompañarte — dijo Hyunjin — No huyas de mi tonto — empezaron a caminar, el alfa tratando de igualar el paso de Jeongin, quien caminaba  rápido para llegar a casa antes.

— Para aquí — dijo Jeongin a un par de casa de su hogar — Jamás me vienes a dejar, harán preguntas.

— Bien, pero me quedaré aquí para ver que entres — Jeongin rió un poco, todo el asunto le permitió parecía ridículo — ¿Qué es tan gracioso?

— Tu me invitaste a una cita, aceptas que fuera un secreto y ahora te estás comportando como alfa conmigo, es algo chistoso.

— No entiendo, ¿por qué es chistoso? — por qué no soy un Omega. Pensó contestar, pero decidió callarse, solo negó con la cabeza antes de dejar un beso en la mejilla de Hyunjin y salir corriendo gritando un adiós. Al entrar a su casa pudo escuchar a su padre preguntando por él. Gritó un ya llegue para tranquilizar a su familia.

Puppy✾- Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora