En una solitaria cabaña, se encontraba un hombre solitario. Pasados unos sesenta años de vida, su rutina consistía en lamento y melancolía. Salía al bosque cercano a recoger la leña que iluminaba su hogar, y cultivaba el fruto del bienestar tocando en el piano la música que amaba.
En su pequeña cabaña resonaba la música del antiguo piano. Se sentía fuerte, seca, tosca y ruda, pero a la vez armoniosa, llena de sentimiento y emoción. El hombre pasaba como alguien frío, aburrido y desesperanzado, pero su música transmitía lo que él no lograba decir.
Encontró palabras en las teclas, delicadas y viejas, que presionaba con pasión y pesar, tan natural y tan planeado a la vez.
Tan bello fue su arte en la juventud, tan preciado que fueron sus sentimientos en el antiguo instrumento, tan sentido toque transmitía con su música. El hombre se detuvo, suspiró al aire, y pensó en su arte.¿Quién sería él, sin la música que tocaba?
pero más fuerte fue su respuesta,
¿qué sería la música que tocaba, sin él?
Meditó y meditó, hasta que llegó a la solución. Caminó a su cocina, vieja y húmeda, abrió el cajón más cercano y sacó dos de los cuchillos más afilados que pudo encontrar. Tomó un paño de cocina, una cinta adhesiva y se fue.
Se volvió a su piano, se sentó en la desgastada silla y dejó las cosas regadas a su alcance. Abrió la tapa de su piano, tomó uno de los cuchillos y con ayuda de la cinta lo pegó en la orilla con el filo hacia abajo. Después, con su mano izquierda agarró el otro cuchillo, y sin pensarlo dos veces, cortó su mano derecha de forma lenta y desinteresada. Bailó el cuchillo en su muñeca, cortaba y cortaba hasta separar su extremidad.
Cuando tocaba cortar su mano izquierda, posicionó su brazo en el piano, de forma que el cuchillo pegado a la tapa cayera directo en su piel. Reunió sus fuerzas y pateó el viejo bastidor que sostenía la tapa.
La tapa se cerró a medias. El golpe seco del cuchillo contra la piel resonó en la cabaña. Sin emitir gemido, sin sentir dolor, el hombre vio como ambas de sus manos, sangrientas y fuera de su cuerpo, permanecían en el teclado de su piano.El piano manchado con el espeso líquido carmesí fue lo último que presenció antes de caer muerto al piso.
Frío y sin vida, el fantasma de una sonrisa se asomaba por su inerte rostro.Pero las manos, oh Dios mío. Las manos recién cortadas del hombre que tocaba el piano, empezaron a tocar la melodía de la muerte. Los pájaros dejaron de cantar; el viento se detuvo ante los árboles, y por el ambiente frío y melancólico de la cabaña solo se escuchaba el resonar de la música triste y desesperanzada que tocaban las manos del hombre solitario.
Fue así, que el cuerpo del hombre vivió poco, pero su alma permaneció viva en las manos cortadas. Esas que tocaron los sentimientos del hombre cuando él no pudo hablar.
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Las Manos Del Hombre Solitario
Mystery / ThrillerSe escribió esta historia con fines estudiantiles, y se publicó en Wattpad el Sábado 16 de Julio de 2022 con el único propósito de entretener. Este capítulo único (one shot!) trata con los siguientes temas (LEER CON ATENCIÓN ANTES DE EMPEZAR LA LECT...