07

289 34 25
                                    

    -¡Y Jeonghan me dijo que las hormigas se volverían gigantes si las metíamos en la piscina! Pero me mintió...-bufó Minhyuk, cruzándose de brazos. Hyungwon rió.

-Seguro Jeonghan tampoco tenía idea de que las hormigas no iban a crecer si se arrojaban a la piscina.- articulo Hyungwon, con la vista fija en la carretera.

-Jeonghan siempre me miente... pero lo amo... es mi mejor amigo...-empezó a balbucear el castaño, soltando pequeñas risas.- Pero Hyungwon... no te pongas celoso. Yo también te amo a ti.

Hyungwon no dijo nada, pues su vergüenza no le dejaba.

-Es ahora cuando me dices que tú también me amas, Hyungwon- le recordó Minhyuk, sonriendo ampliamente, pero sin mostrar sus dientes. Ante aquella mirada de cachorro, Hyungwon simplemente no pudo negarse.

-También te amo, Minnie.- murmuró, sonriendo, ruborizado.

Minhyuk se calló en ese momento y los que siguieron después y Hyungwon lo agradecia, pues no quería tener que morir de la vergüenza por otras cosas que se le pudiesen salir a Minhyuk en ese estado de ebriedad, donde parecía no tener filtro alguno a la hora de hablar.

Un par de minutos después, ambos estaban frente a la casa de Hyungwon, quien hace tan solo un par de meses vivía solo con su hermano menor, Jooheon, quien le había recibido con los brazos abiertos cuando volvió del intercambio estudiantil en Estados Unidos. Sus padres le habían pedido que volviese a Holmes Chapel, pero Hyungwon prefirió vivir con su

hermano en Londres y, después de conocer personas tan fantásticas como las que eran sus nuevos amigos, no se arrepentía de su decisión.

Salió del auto, pensando que tendría que abrirle la puerta a Minhyuk y llevarlo él mismo hasta el interior de la casa, pero se sorprendió en cuanto el menor abrió la puerta y salió por su cuenta, caminando entre tropezones hasta la entrada.

Hyungwon le siguió rápidamente, posicionándose a su lado.

-¡Dior!- gritó Minhyuk, deteniéndose 22s metros antes de llegar a la puerta.

- Minnie, Dior no se encuentra aquí, esta es mi casa.- le hizo saber Hyungwon, parándose frente a Minhyuk, quien le miró con el ceño fruncido.

-¿Por qué me trajiste a tu casa, Hyungwon?-preguntó Minhyuk, enarcando una ceja.

-No tenías donde dormir. Yo me ofrecía darte hospitalidad porque sé que mi hermano no pasará aquí la noche, además, a él no le molestará.- le explicó Hyungwon, esperando que Minhyuk le entendiese.

Este sonrió.

-Si querías que durmiera contigo no tenías que inventar una excusa...- Minhyuk hipó.- Yo hubiese venido...si era contigo... sin importar nada...

Hyungwon sintió calientes sus orejas.

-No, Minnie... yo... y-yo...

Minhyuk abrazó a Hyungwon, acercando en demasía su rostro al del mayor.

-Silencio, Hyungwon. Despertarás a Dior...- susurró Minhyuk, mirando fijamente a los labios de Hyungwon, quien empezó a entrar en pánico de inmediato. ¿Y si Minhyuk lo besaba? ¿Qué se supone que debería hacer si Minhyuk lo besa? ¿Apartarlo? ¿Y si se sentía rechazado?

Pero no tuvo tiempo de pensar mucho más, pues Minhyuk le besó en la nariz y se apartó, tambaleándose hasta la puerta, donde empezó a golpear aparatosamente, sin cuidado alguno. Hyungwon tuvo que respirar más de tres veces, contando hasta diez.

Hyungwon caminó hasta él y lo apartó levemente de la puerta, dándole tiempo para mirarlo con una sonrisa boba y abrazarlo por la espalda, trepándose en su cuerpo como un pequeño koala.

Falofilia - HyungHyukDonde viven las historias. Descúbrelo ahora