CAPÍTULO 1

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—¡Mercey! —me llamó Abigail, mi mejor amiga, desde la sala de nuestro apartamento. —Te estamos esperando, date prisa.

—¡Voy!

Terminé de calzarme las zapatillas y salí.

Mis amigos llevan insistiendo desde días atrás para ir hoy a jugar bolos, ya que hace una semana que salimos de vacaciones por el verano y dicen que quieren vivirlo máximo, entonces... eso haremos. No soy buena en ese juego, al contrario, creo que los bolos me odian, tengo varias anécdotas vergonzosas, como cuando al lanzar el bolo, en vez de ir por el carril que nos asignaron se fue al de al lado. No sé cómo no me prohíben la entrada.

Cuando salí me encontré a Matt y Abi con la mirada clavada en la pantalla de su móvil, la cual alzaron en el momento en que me paré al lado de ellos.

—Una eternidad, mujer —Abi apuntó la hora en su móvil.

—Creo que me estaban empezando a salir raíces por el culo de estar sentado —el pelirrojo se puso en pie y se tocó el trasero para cerciorarse de que lo que decía no era cierto. Me hizo recordar a cuando los perritos dan vueltas queriendo coger su cola.

Reí por la ocurrencia y salimos del apartamento. Durante el trayecto al bowling nos la pasamos cantando a todo pulmón las canciones de Maroon 5.

En ese momento me sentí la chica más feliz del mundo y pensé: "¿Qué haría sin ellos?" Mi círculo de amigos es muy pequeño o como me gusta llamarlo: es VIP. Pero me gusta la cercanía que nos tenemos todos, somos como hermanos sin control ni remedio alguno. Simplemente somos como una ramita en el río, solo nos dejamos llevar por la vida.

Cuando llegamos luego de 10 min de desafinaciones y con gargantas adoloridas, Matt fue a pagar los tickets y nos sentamos a esperar a los chicos.

Faltaban Enzo, mi mejor amigo, y el mejor amigo de él. Al chico no lo conozco, al menos en persona. Pero la última vez que intercambiamos palabras fue para gritarnos a través de una llamada que él tenía con Enzo y todo porque el imbécil quería salir de fiesta con mi mejor amigo cuando él estaba conmigo y quedamos en ver todas las películas de Toy Story.

Así de mal nos llevamos, desde ese momento Enzo prefirió no juntarnos, porque según él se desataría la tercera guerra mundial. —no contradigo su lógica. — Aunque se le fue la cabeza hoy y decidió traerlo. Al principio dije que no iría, pero Matt es de las personas que no acepta un "no" por respuesta. Creo que le hace gracia que nos juntemos tras contarle lo de la llamada.

—¿Ya tienen planes para el fin de semana? —preguntó Matt de pronto.

—Yo el domingo iré a ver una película animada que acaba de estrenarse—respondí con la alegría de una niña.

—Tú y mis primitas de 5 años serían muy buenas amigas —me molestó Matt.

—No entiendo por qué no te gustan las caricaturas —dije sin creérmelo aún —son lo mejor que hay.

—Uhm... —hizo una mueca —prefiero las de acción y matanza.

Puse una cara de horror tras los gustos de mi amigo.

—A veces pienso que en tu vida pasada fuiste un asesino en serie. —comenté convencida.

—Quizá —sonrió con malicia.

Matteo ama las películas así, si hay sangre, si o si la ve, sino no. Aunque una vez logré convencerlo de ver Mulán, solo porque había una guerra. Le gustó, pero dijo que no la volvería a ver.

—Bueno... y ¿tú que harás este fin? —Matt miró a Abigail.

—Mis padres me dijeron para que vaya a casa, no estaba convencida de ir, pero como irá mi hermana con sus dos hijos, pues iré. Soy su tía favorita y no puedo decepcionarlos. —mi amiga se regodeo en eso.

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⏰ Última actualización: Jul 17, 2022 ⏰

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Una rosa roja y una cartaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora