Fuego, eso sentí cuando su mano tomó la mía, un calor intenso se apoderó de mí cuerpo, pensé, por un momento, que el simple hecho de sentir su tacto me había, de alguna forma, excitado, pero no, su tacto me hizo sentir mariposas y la forma en la que se acomodó sobre mí pecho para poder dormir me hizo darme cuenta de que me había enamorado, me había enamorado de él.
Ahora, tenía un problema, debía ocultarlo, y eso hice. Tal vez no debí hacerlo.¿Y tú? ¿Lo ocultaste?