𝙱𝚊𝚛𝚛𝚘𝚌𝚘. [𝚃𝙰𝙴𝙺𝙾𝙾𝙺]

𝙸𝚗𝚝𝚛𝚘.

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➻Historia con contenido Taekook.

➻Perteneciente a la saga "Historias del arte", de mi autoría. Es una colección de historias ambientadas cronológicamente en el tiempo tomando una obra de arte como referencia/inspiración.

➻Cada historia es independiente de la otra, pueden leerse desordenadas pero se recomienda el orden histórico.

➻Todas contienen escenas explícitas.

➻Mezcla de novela epistolar con un relato erótico.

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1657, casona central de los Kim.

El burgués más codiciado e imponente de todo Francia estaba ansioso con un sobre de papel en su mesa.

Intuía el contenido de la carta. Sabía perfectamente que había perdido la cabeza en su labor de ablandar al rey. El problema, que había sido con su duque portavoz, y no con el monarca.

Su tarea era sencilla desde un principio, hacer que la ansia democrática, que se expandía poco a poco entre sus culteranos no privilegiados, llegase a las puertas de Palacio e intentar instaurarlo como sus vecinos bretones.

Todo se le había escapado de las manos en el momento en el que los ojos esmeralda del portavoz, chocaron como Júpiter contra Saturno. Ambas esferas enormes y de colores sobrehumanos, se posaron sobre los suyos, dándole paso a su corte y casa en la que el sabor efervescente de la tensión se instalaría en su vida.

Musitando una queja, se rindió a sus deseos y se sentó en el sillón forrado en terciopelo que su gremio le había obsequiado por el triunfo de sus avances astrónomos.

Desata con una mano su chaleco negro, mientras que con la otra comienza a revisar el sello de la carta, picándole los dedos por abrirla. Una vez los dorados botones dejan de aprisionar su abdomen, el aire caliente vuelve a su vientre y se dispone a abrir la carta con ansiedad; rompe casi el envoltorio y arruga los bordes del papel de la presión que transmiten sus dedos.

Ajusta el puente de sus gafas y su vista se clarifica. La letra en puño y letra tintada, deja a la vista perfectamente que se trata del pequeño duque. La elegancia recorre todo su ser, tanto que hasta las comas se ven como semillas que florecen hasta dar paso a las palabras como pétalos.

Es hora de enfrentarse al escrito, y Taehyung siente como sus ojos se cubren por una capa de sal, nada más comienza a descodificar las letras.

"París, 1657.

Estimado señor Kim,

Me dirijo a usted en esta carta, para comunicarle la decisión de mi rey sobre su propuesta para la creación de un parlamento.

Su majestad ha declinado la oferta. Gracias por la modestia, pero no vuelva a poner en duda el mando del señor de su nación, o las consecuencias serán graves.

Un saludo,

Duque Jeon."

El oxígeno se escapa de la garganta del burgués. Sabía que la respuesta iba a ser negativa, pocas esperanzas le quedaban sobre el afloje de manga de su majestad. Pero lo que le había dejado consternado fueron las escuetas palabras del duque esmeralda que tanto estimaba.

Mientras arrugaba el papel en sus manos, potente en rabia, percató la doblez de varios pergaminos más que no había visto.

Se trataba de otra carta.

"París, 1657

Querido Taehyung,

Escribo esta carta con lágrimas en las manos tras huir de palacio. Mi corazón no deja de batir en mi contra, siento que me parte las costillas del dolor.

Ambos sabíamos de la respuesta negativa que iba a dar su majestad a tu propuesta. Yo mismo te lo advertí al minuto de respirar el mismo aire que tú. El absolutismo del rey es algo que no debe ser cuestionado, ni por ti ni por absolutamente nadie de la región.

Pero lo que no creí que fuera posible, sucedió.

El rey me ha prohibido verte de nuevo, por precaución a ser mal influenciado por los pensamientos de "un burgués de la calle".

No soy capaz de escribir mucho más, mi pecho duele con el solo hecho de realizar el miedo de no volver a compartir firmamento contigo.

¿Recuerdas nuestro primer encuentro al atardecer? El sol tenía envidia de nuestro sonrojo natural, expuestos a él y dejando que presenciara como te adentrabas hasta mis entrañas. Oh Kim, creo que si poso las manos en mi vientre, aún puedo sentir el bulto que tu miembro hacía aparecer y desaparecer, lo siento tan dentro de mí que duele. ¿No te pasa?

Y Taehyung se atreve a jurar a los astros, que marean su cerebro, que nunca había presenciado algo tan erótico alguna vez.

No soy capaz de respirar sin que mi piel se erize al mínimo recuerdo de tu presencia. Todo tú me hacía explorar las galaxias que me jurabas al oído poder ver a través de tu telescopio.

Yo no necesitaba tal utensilio para verlas. Porque tus ojos me enseñaban cada una de ellas.

Mi cuerpo no es capaz de procesar el abismo infinito que siente. Me juraste que no era aterrador, pero yo solo siento que mis órganos se pudren recordando tus ojos por última vez.

Prometo morir en vida recordando tu toque sobre mi piel,tus ojos sobre mi cuerpo al el rocío; y ,más que nada, tu boca contra mis labios, ahogándome de besos y desbordando saliva por las pulcras sábanas que terminaron tintadas con nuestra roja pasión.

Tu pequeño cometa,

Jeon Jungkook"

No sabe en qué momento lágrimas saladas han comenzado a descender por su rostro, pero siente que sus lentes comienzan a dejar de ser útiles al perder todo tipo de visión nítida.

Kim Taehyung acaba de perderse en un agujero negro.