Em:

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Sé que ya no estás aquí, sé que no puedo regresarte a la vida. Lo sé.
Extraño los pequeños hoyuelos que se formaban cuando sonreías, extraño esos tiernos ojos llenos de luz y esperanzas, extraño esa voz que traspasaba mi alma, esa dulce mirada que me derretía, te extraño en mis días, te extraño en mis noches, pero sobretodo extraño como me querías.

Siempre decías que yo te salvé del gran hoyo negro de tu melancólica vida, pero Em querida, tu me salvaste a mi.
Salvo mi insignificante persona nadie entraba jamás en mi alma sombría.
Gracias, gracias por hacerme reír, y por hacerme llorar, por hacerme sufrir, por hacerme sentir, porque así es la vida,así es mi vida. Toda llena de ti.
No se ama hasta la muerte, pero aquí estoy Em, amándote profundamente.
Sé que estás bien y quiero que sepas que yo también lo estoy, porque algún día estaremos juntos y ni la luz, ni la oscuridad,ni la muerte y ni la vida nos podrá separar.

La muerte te arrancó de mi lado cuando en lo fugaz de la vida habíamos completado un instante, nunca te abandoné en la vida y nunca te olvidaré en la muerte.
Siempre tuyo, Ezra.

Carta a mi novia muerta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora