𝐌𝐄 𝐌𝐘𝐒𝐄𝐋𝐅 & 𝐈 ━━━ 𝐓𝐀𝐈𝐉𝐔 𝐒𝐇𝐈𝐁𝐀

━━━━ Capítulo 1

Su mirada avellana se mantenía en aquel grupo de personas que se golpeaban los unos a los otros, una escenario violento típico entre las muchas pandilla de su ciudad, no le importo ya que no era su problema ni pelea, volvió a tomar su camino hiendo rumbo a la iglesia evitando toparse con ciertos negocios donde estaban sus peores enemigos, para ella esa vida era un asco total, que medio salón de clases te odiase por un mal entendido y te dieran miles de etiquetas y tratos.

El camino silencioso como si no pudiera oír tantos balbuceos de las personas, algunas gritaban por mal servicio en algunos puestos, como pasaban los autos y esa leve brisa sacudía sus cabellos, llegó hasta el parque de la iglesia notando que está seguía cerrada, se me hizo raro sabiendo que siempre estaba abierta, se sento en algún lado que le permitiera esperar a que sus amplias puertas de madera se abrirse, mirando las palomas jugando y buscando comida en el pavimento o cerca de las personas.

Agarro su celular notando un corto mensaje de su madre, deseandole que se cuide y que no olvide rezar por el bienestar de su abuela y de su padre, suspiro mirando nuevamente las puertas de la iglesia que ahora ya estaban abiertas, guardo su aparato levantándose de su lugar, camino hasta llegar a la entrada encontrándose con el sacerdote de turno.

—ah, ____ tan puntual como es tu costumbre —hablo el mayor sonriendo cariñoso al verla —. ¿Vienes a pedir por el alma de tu familia o te vas a confesar?

—a rezar por mí familia, Padre Sho —hablo tranquila —. Por mi abuela que está delicada de salud y por mi padre que se cuide en su trabajo

—es lindo de tu parte, vamos —le invito a entrar acompañándola hasta donde se haya a él altar —. Dime pequeña, ¿tuviste problemas al venir?

—solo vi unos cuantos pandilleros al venir hasta aquí —exclamó —. Pero de ahí todo tranquilo

—ten cuidado, oí que muchos han estado muy violentos, también que han pelado en zonas cerca de donde vives —advirtió en lo que se alejaba de la mejor

—eso haré, gracias —asintió

Al ver que al padre ya no estaba, se sento en una banca mirando varias partes exd la iglesia, estaba tan solo, pero le era mejor, no le gustaba oír las plegarias extrañas de las demás personas y por algo prefería rezar lejos o sola.

Suspiro, perzinandose frente al altar, junto sus manos comenzando a pedir por el bien de su abuela, por la seguridad de su padre por aquel trabajo de coronel, le asustaba imaginar que un día él no estará para ella, aunque este algo lejos, nunca faltaban sus llamadas ni mensajes y en sus tiempos libres aprovechaba para pasar tiempo con ella y su madre.

Terminó de rezar y al tener la costumbre de quedarse unos minutos, llegaron unas cuantas soras y pocas mujeres casadas o a punto de casarse, prefirió estar en las bancas de atrás para evitar oraciones agenas tan extrañas, morando que ahora había llegado alguien en particular, aquel chico de su clase de cabellos azules y blancos que sabía bien tipo de persona que era, no esperaba verlo en la iglesia ya que sólo lo veía en su colegio o en la calle siendo tan violento al pelear, hizo como si no lo hubiera gustó y miró cada uno de los azulejos que estaban decorando las ventanas, le gustaban los detalles que había en ese lugar, observó como varias personas iban y venían, pero el que es su compañero de clase, no se movía en lo absoluto y sólo se quedaba estático en su lugar, arqueo una ceja extrañada ante ese raro comportamiento, auqne no podía llegar a quejarse debido a que no lo conocía tanto.