𝗦𝗵𝘆↣𝗟𝗶𝗽𝘀𝗼𝘂𝗹

18

Jungeun se levantó algo desorientada, aquella habitación no era suya. Luego recordó que estaba en la casa de Jung, quién dormía a su lado como una bebé. Sintió coraje otra vez, quería tener a Ryujin y de paso a la idiota de Yuna en frente para pegarles con un bate.

—Jinsoul, Jinsoul, despierta. — la chica abrió sus ojos lentos, ¿cuánto tiempo había pasado?

—Jungeun...¿Qué hora es? — preguntó en voz baja, la más baja sacó el teléfono de su bolsillo.

—12:04 am Jinsoul. Creó que debería volver a casa. — Jungeun sonrió de forma débil y quiso levantarse, pero Jinsoul la sostuvo del brazo.

—Quédate, y-yo... El pastel se va a desperdiciar, podemos salir a caminar, sólo, por favor no me dejes sola. Estoy tan avergonzada, nunca me había pasado algo así... Ryujin se olvido de mí. — su voz salió quebrada y sus ojitos estaban llorosos.

—A decir verdad Jinsoul, no hay nada más que quiera hacer que probar ese pastel, sería lo mejor que me podría pasar. Y no hablemos de Ryujin, no ahora. — la más alta sonrió amplio antes de abrazarla con fuerza.

—En serio que no sé que haría sin ti. — murmuro con los ojos cerrados y Jungeun solamente la apretó más a su cuerpo. — Te quiero mucho, Jungeun. — Y su corazón se acelero, realmente había dejado de ser tan tímida con Jinsoul.

—Yo te quiero más. — respondió alejándose del pequeño cuerpo ajeno y plantando un dulce beso en su frente.

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