Un

411 16 13
                                    

Miro mi reflejo en el espejo y aguanto la respiración para que la falda me entre.

Hacerla pasar por mi trasero es un suplicio, pero lo logro después de un par de intentos, aunque claramente queda encogida a la altura de mi cintura. Necesito arreglar esto.

- Jodido pedazo de tela, tienes que cerrar.

Voy subiendo la cremallera lateral, pero mi cadera y mi trasero son un gran impedimento, por lo que subo la prenda aún más, casi llegando a lo alto de mis costillas para intentar cerrarla y posteriormente arreglar el cómo me queda.

Vuelvo a esconder el abdomen -como si eso fuese realmente posible- haciendo movimientos raros con mi cuerpo para intentar cerrar la cremallera, pero mis acciones son interrumpidas por la cálida presencia de Marc a mi espalda.

- Este sí que es un buen recibimiento, preciosa - su mano abarca todo mi glúteo derecho y salto dando un respingo.

Nuestros ojos se encuentran a través del espejo, no puedo evitar el calor que siento a pesar de encontrarme en ropa interior y con la dichosa falda a medio cubrir mi trasero.

Una alerta comienza a sonar en mi cerebro y gimo cuando mi chico me rodea con sus brazos pegando mi espalda a su pecho, haciéndome consciente de cada centímetro de su anatomia.

Si, también hablo de "aquella" parte.

- Jesucristo.

Veo nuestro reflejo y confirmo que nos vemos condenadamente bien. Muerdo mi labio con nerviosismo, a pesar de ser consciente que claramente no es la primera vez que nos encontramos en esta situación.

Besa mi cuello con suavidad y toquetea el borde de piel que se asoma bajo el pedazo de tela que me ha traído problemas los últimos minutos.

- Marc - ladeo mi cabeza dándole mayor acceso a mi cuello, apoyándome en su cuerpo mientras sus manos recorren el mío.

Un pequeño mordisco en mi piel me arranca un jadeo.

Intento reordenar mis ideas porque como me deje llevar, no saldremos de esta habitación en un buen rato y se suponía que saldríamos a cenar, no quiero perder la reservación, me ha costado mucho conseguirla.

Sus manos se dirigen a mis pechos apenas cubiertos por el encaje del sujetador y no puedo evitar restregar mi trasero contra el bulto en su pantalón.

Mi autocontrol se está yendo al carajo y observo a mi chico mirarme con una sonrisa de suficiencia.

Un gruñido se escapa de sus labios al volver a mover mi trasero contra si. El aire que suelta acaricia la parte de mi piel húmeda por sus atenciones, y llevo mis manos sobre las suyas tocando parte de mi piel.

Elevo mi pecho contra sus palmas, las cuales abarcan lo que más pueden cada uno de mis senos, aprentando con suavidad.

Esto es la jodida gloria y solo nos encontramos entre toqueteos. Diablos.

- Amor...

Sus caricias permanecen y estoy perdiendo la batalla, aunque para ser sinceros, no es que me encuentre luchando en demasía.

La voz ronca de Marc hace que le mire hacia atrás, con cada una de las células de mi cuerpo en expectación, esperando el momento exacto en que pueda calmar mi necesidad de él.

Hago acopio del pequeño ápice de fuerza de voluntad que me queda, para intentar recordar que iremos a cenar, pero poco dura.

- Cariño... No vamos...

No alcanzo a terminar la frase cuando el castaño me voltea y atrapa mis labios con firmeza. Un gemido sale desde el fondo de mi pecho por la sorpresa, pero eso solo consigue encenderme más.

Maybe it's you - MM - Capítulos PerdidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora