Odio y Amor - Snk Fanfic

14 - Falsedad

-Tuve un altercado con él, se me hizo muy molesto que este invitándome a salir cuando ya le he dicho que no estoy interesada- dijo la rubia mientras almorazaba junto a los chicos.

-Bueno, no nas ha dejado de mirar desde que llegamos, tengo razones para creer que no ha parpadeado en ningún momento-

Eso le hizo algo de gracia.

-Es un caso perdido hacer que entré en razón- entonces miró que Armin estaba perdido. -¿Qué le sucede?- susurró a Eren.

-No soy el indicado para hablar de eso, aunque debo admitir que necesita ayuda- el pobre volvió a la realidad.

-¿Qué pasa?- esa reacción los hizo reír.

-Nada, solo es divertido verte distraído- dijo Eren. -Por cierto, debes comer o se enfriará- dijo refiriéndose al almuerzo.

-¿Eres mi madre?- pregunto sarcásticamente.

-

-Aún le sigues enviando mensajes- ya en clase, los amigos pudieron hablar con más confianza.

-Obviamente no, no quiero que crea que la estoy acosando, además le dije que respetaba su decisión-

-Bueno, si tienes suerte tal vez te responda- dijo él. -En el fondo parece interesarte mucho-

-Como amiga, más no como interés romántico-

-Claro... y yo puedo controlar a miles de gigantes para destruir el mundo- Armin entendió eso y solo volteó sus ojos.

-

Clase de deportes

Era poco agradable para los chicos hacer ejercicios aburridos, querían practicar algún deporte o ver un problema entre Mikasa y Eren.

-A nuestros compañeros les encanta el morbo, no dejan de mirarnos por si intentamos pelear-

-Para mi también es algo incómodo- la azabache miró él que estaba sufriendo un poco con las flexiones. -Creo que necesitas ayuda-

-¿A qué te refieres?-

-Dame quince más o tendrás que almorzar con vestido mañana- dijo ella. -Y como es obvio que no podrás, tengo el vestido perfecto para te veas hermosa-

-Maldición- susurró.

-No tienes porque molestarte, perdiste ese juego justamente-

-Tranquila, no lo estoy, es más, gracias por la motivación- pudo continuar a su ritmo hasta que terminó y solo se dejó caer en el suelo. -Si intentabas darme un infarto, casi lo logras-

-No digas estupideces, te necesito vivo, por lo menos hasta que dejes de ser mi esclavo- dijo.

-Bueno, tus palabras me hacen sentir mejor- entonces miró que Mikasa le acercó una botella de agua. -Gracias- Acomodó su posición para poder beber.

-Ahora quítate, es mi turno- ella pudo cumplir fácilmente con la meta impuesta por el maestro, pero al terminar estaba más agitada que otras veces.

-Adelante, alardea- dijo él.

-Lo haría si no me sintiera tan mal, la falta de ejercicio ha hecho bajar mi resistencia, si sigo así podré acabar como tú-

-Nuevamente tus palabras me hacen sentir mejor, en serio muchas gracias- la campana sonó dando por finalizada la clase. -Nos vemos más tarde en la biblioteca-

Le dió la mano para levantarla pero ella lo rechazó y lo hizo sola.

-Lo que tú digas- respondió la azabache.