Poemas Y Musica

1. Música

Mi nombre es Liam. Lam para los amigos.
Nunca me gustó la música, es más. La odiaba.
Odiaba ver como todas las parejas se dedicaban canciones cursis y como después de dejarlo escuchaban canciones que parecían estar hechas a la perfección en ese momento. Pero lo que más odiaba de todo es que estubiese en todas partes.
En el autobús de camino a clases, en los pasillos del instituto, en las estúpidas fiestas a las que iba, cuando mi padre escuchaba sus tontas canciones en el coche y luego en casa...
No hay peor cosa que odiar algo tan fuertemente y que para colmo no te lo puedas quitar de encima.

Pero eso cambio un día. Pase de odiar la música a ser lo único que quería escuchar. A querer escucharla a todas horas en cada momento y lugar, por que me hacia sentir vivo, a entender por qué se dedicaban a la persona que amabas y luego de que eso terminara y acabará contigo, estar tan undido y destrozado que era tu único lugar feliz. Por que en  mi caso, me gudtaba el dolor. No el dolor físico. Me gustaba perderme en esas canciones, en sus letras, esas letras que me hacían recordar cada momento que viví a su lado, lo que pudimos ser y nunca fuimos.
Eso añadiendo los problemas que surgieron con mi padre a lo largo del tiempo que casi llevaron a mi muerte por lo que, entre músicas y drogas resolvía mis problemas. Pensé que al dejarlo atrás no tendría que recurrir a ello, pero me equivoque. Los problemas crecían y se formaban unos nuevos. Y la única manera que tenía para evadirme era colocarme hasta no saber ni donde estaba con cualquier canción de los 80 de fondo. Se convirtieron en mi música favorita, ella consiguió que lo fuera.

Es por eso que me dedique a la música. Al principio me costó tocar una guitarra.
No por el hecho de ser difícil, sino por que me volvía a recordar momentos juntos, cuando se pasaba horas en mi casa intentando que aprendiera cuando era un completo negado para ello.
Pero al final todo eso quedó en el pasado. Como un vago recuerdo de que de vez en cuando aparecía y salía a luz en forma de inspiración. Unas veces feliz y otras veces triste.
Supongo que esa era mi musa. Mi memoria.

Ahora me encuentro en el mismo bar de todos los días con la misma persona desde hace 21 años.
Conocí a Alex desde antes de nacer y desde entonces somos inseparables.
Siempre fuimos los más "atractivos" de clase, por no decir los únicos. Así que podría decirse que es como mi hermano de otra madre.
Estuvo conmigo en mi estrepitoso fracaso amoroso todos los días. Y ya digo que fueron muchos días, pero ese no es el momento ahora.
El ya tocaba el bajo desde pequeño pero se contenía de tocarlo delante de mí. Hasta que le conté que quería hacer un grupo, para liberar estres.
Se sorprendió pero acabo cediendo y así nació nuestro grupo hace 3 oños.

-Perfecto, ahora que te os la canción, falta un ritmo- aseguro mi irrespetuoso compañero que se había metido medio bocadillo en la boca.

Mire con algo de asco pero decidí ignorar por una vez sus costumbres- Tampoco te olvides de un baterista-

-Estás obsesionado, ¿no podemos simplemente añadir una base de batería con el móvil?-

-Somos una banda de música, precisamente siguen existiendo para que la música en vivo se mantenga a flote y no termine desapareciendo.-

Él se me quedó mirando un rato y luego hablo relajado tomando una cerveza- Prece mentira que seas el mismo chico que a los 8 años casi rompe los altavoces del colegio por que no dejaban de poner música. ¿Qué te paso Lam? No lo digo a malas. Es solo que cuesta creer que eres la misma persona.-

-Sabes bien lo que pasó, y también sabes que no me gusta hablar de ello. Pero supongo que a todos nos llega un momento en donde cambiamos.-

-O alguien que nos hace cambiar, ¿no es así?-

Nos quedamos un rato mirándonos. Era la primera vez que le veía tan serio desde que descubrió todo lo que consumía.

-O alguien- admit entre dientes mientras daba un trago a mi cerveza.