Esta leyenda Japonesa data de hace muchos miles de años y es muy reconocida ya que Netflix adaptó esta hermosa historia a una película de animación.
Como bien nos cuenta la historia había una vez hace ya muchísimos años, un hombre ya mayor que se dedicaba a tallar árboles de bambú, un día haciendo su trabajo encontró un árbol un tanto especial ya que emitía una luz muy fuerte, al abrirlo encontró una bebe de unos 7 centímetros. Con el paso del tiempo decidió cuidar al bebe como su propia hija y paso a pensar que el bebe era un regalo del cielo, pero algo extraño comenzó a ocurrir y era que en el árbol donde hayo a la niña comenzaron a brotar oro y otras gemas preciosas, y con ello el señor se convirtió en un emperador muy codiciado en su pueblo.
Con el paso de los años la niña creció en una gran casa y rodeada de los mayores lujos y se convirtió en una joven de grandísima belleza, y pronto aparecieron cinco jóvenes principes para pedirle su mano y ella decidió ponerles pruebas imposibles como condición de pedir su mano
Al primer príncipe le pidió que trajera el cáliz sagrado de Buda que, según la leyenda, estaba en la India. El hombre volvió tiempo después con una taza asegurando que se trataba de la reliquia que ella buscaba, pero Kaguya supo que no se trataba del verdadero cáliz, pues solo era una taza vieja que el hombre había encontrado en un templo de Kioto.
El segundo tenía como tarea encontrar una legendaria rama hecha de plata y oro. Este era astuto y, utilizando sus riquezas, decidió pagarle a unos joyeros para que la elaboraran. Cuando la princesa Kaguya vio la rama, casi queda convencida de que era la real, pero pronto llegaron los joyeros a solicitar su dinero y así se descubrió la trampa del príncipe, así que tampoco se casó con él.
El siguiente príncipe debía traerle una legendaria túnica hecha con el pelo de la rata de fuego. Este, al igual que el anterior, decidió pagarle a unos comerciantes que iban a China para que le trajeran una piel muy hermosa. Cuando se la entregó a Kaguya, esta dijo que la piel de la rata de fuego no podía quemarse, así que debía probar, por lo que lanzó el regalo al fuego y este, naturalmente, se quemó, dejando al príncipe enojado y apenado.
Al cuarto príncipe le pidió que le trajera una joya de colores que brillaba al cuello de un dragón. Este realmente se esforzó, pues viajó a muchos sitios distintos en busca del dragón, pero un día hubo una fuerte tormenta que azotó su barco y él casi muere en el viaje, por lo que desistió y dejó de buscar al dragón.
El quinto y último príncipe fue el que tuvo el destino más desafortunado, pues Kaguya le pidió que le llevara una una concha preciosa que nace de las golondrinas. El príncipe buscó en todos lados, y en oportunidad, cuando este creía haberla encontrado, subió a buscarlo al nido y, cuando trató de bajar las escaleras rápidamente, se resbaló y murió. Lamentablemente, lo que traía en la mano era simplemente una concha vieja de una golondrina, por lo que también falló en su búsqueda y la princesa no se casó.
Estos rumores llegaron a oídos del Emperador, quien se encontró intrigado por la belleza e inteligencia de la princesa, así que decidió visitarla. El Emperador se enamoró de ella y le pidió que fuera su esposa, pero la princesa Kaguya rechazó su propuesta, asegurándole que ella no podía estar con él porque había nacido en la Luna. Aún así, él siguió insistiendo.
Al cabo de los días, la princesa comenzó a sentirse sola y se alejó de todos en su casa. Lloraba cada vez que veía la Luna, pero no le contaba a nadie qué era lo que le sucedía, hasta que un día antes de la luna llena a mediados de agosto, decidió explicar que la razón de su tristeza era que ella venía de la Luna y que pronto volverían a buscarla durante la próxima luna llena.
El emperador alterado al escuchar a su hija decirle semejante cosa decidió poner mucha mas guardia en la habitación de la princesa, pero al caer la noche y al salir luna llena esta desprendió una luz que dejo a los guardias completamente cegados por lo que Kaguya le dio tiempo a despedirse de sus padres, les dijo que debía de irse y aunque ese no fuese su elección, la princesa le dejó al Emperador una carta y una botella con el Elixir de la Vida, y se fue con la gente de la Luna.
El Emperador se rehusaba a perder a la princesa Kaguya, por lo que mandó a un equipo de soldados a la montaña más alta de Japón, en donde quemarían la carta y la botella que Kaguya le había dejado, con la esperanza de que el humo llegara a ella algún día.
Se dice entonces que la palabra inmortalidad, que en japonés se pronuncia fushi (不死) dio origen al nombre de la montaña, que hoy en día conocemos como Monte Fuji.
Este es claramente un cuento de como las personas vienen al mundo con un propósito, ella la princesa dejo a sus padre una inmensa riqueza y gracias a ella tenemos lo que hoy conocemos como Monte Fuji.
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Leyendas y otros pensamientos
SpiritualHan ido de boca en boca con el paso de miles de millones de años, han sido escritas en libros juveniles y no tan juveniles. Hasta el día de hoy que llega a nuestros oídos de diferentes maneras ya sea por tweter o Instagram o simplemente lo hemos leí...