viviendo con demonios

Que es la vida sin un poco de riesgos, lamentablemente la gente como tu y yo vivimos sin medir las consecuencias, somos egoístas, damos por hecho muchas cosas y salimos lastimados en el proceso y lastimamos a los demás.

Soy una tonta más, que hoy vino a contar la historia de como consiguió que todo fuera de mal en peor.

No se bien cuando comenzó esta historia, pero se bien como termina.

Somos tercos y obstinados, es nuestra naturaleza, vivimos en un mundo donde lo que rige es el instinto y actuamos según sus deseos, mas la sociedad se encargó de quitar esa parte de nosotros. Pero ¿Qué es la sociedad sin rebeldes?, somos esas personas que no piensan y todo esto parte por no pensar, por tener la habilidad de hacer sin límites.

Con 14 años estaba experimentando eso que le llaman primer amor o amor de colegio, era algo que me hacia sentir muy bien, lo disfrutaba, aunque no me correspondiera en un cien, me conformaba con las migajas de un amor inmaduro, confundido lleno de dudas, inseguridades y fantasmas del pasado, aferrada a la idea de poder conseguir eso que le llaman "amor".

¿Qué es el amor? Aun no estoy segura pero se que da asco y no solo por ser una sensación horrible, sino por darnos nauseas cada vez que lo decimos sentir, sientes mariposas en el estómago, una chispa en el pecho y una maga en la cabeza, en instantes lo que te aferra a la tierra es una fuerza mas grande de la gravedad, sientes que explotaras y cuando se acaba sientes que te romperás y quedarás completamente vacío, un cascaron roto por no saber amar correctamente pero aun así te aferras a la idea de que es posible, siempre dicen que aceptamos lo que creemos merecer, me doy cuenta de que creo merecer algo que no se llama amor.

Los días pasaban y so seguía acumulando migajas, cada una de ellas era una valiosa gema, pero yo necesitaba la mina de rubies y no lo sabía.

Cada vez necesitaba mas migas, y cada vez eran menos, esta paloma estaba gris, era una paloma ordinaria de esas que vagan por las calles viendo como las personas son felices admirando palomas blancas, esta paloma gris quería ser blanca, pero seguía en sus hábitos... buscando migas.

Luego se dio cuenta de que la dueña del pan no era ella, era su amiga o quien creía su amiga... pasó el tiempo, la paloma olvidó volar sola, vagaba por el mundo buscando mas migas, buscaba por todos lados, picoteaba de donde encontrara, aunque fuese poco lo que consiguiera, no era suficiente, necesitaba una fuente constante de migas.

Había personas que lee daban un pan entero, pero de forma demasiado brusca, la paloma se asustaba, otras solo le mostraban el pan y luego escondían la mano, años estuvo en esa misma situación...

Al igual que la paloma me conformaba con las migas, y me obsesionaba a tal punto que la gente llegaba a alejarse, estaba sola contra el mundo que parecía no estar hecho para mí.

Me quedé atrapada en un mundo donde para sobrevivir debía convivir con los demonios de mi pasado constantemente, buscaba la forma de estar cerca de aquello que me había destruido, me defendí con garras y dientes constantemente, buscando la forma de hacerme mas fuerte.

Fueron esas mismas garras que luego me harían ser una bestia despreciable.

Decidí salir de ahí cuando fue demasiado tarde, el daño estaba hecho, ya no había nada que hacer, la situación era irreversible, la poca luz que quedaba en ese agujero oscuro se había apagado, me sentía atrapada, sola, sin amigos, sin apoyo. Tuve que tomar fuerzas de donde pude para salir adelante, mis piernas fueron mas pesadas con cada paso que daba, luchaba para seguir respirando, cada aliento de vida era una tortura, estaba llegando a mi limite donde la única puerta que veía era aquella que es custodiada por los arcángeles. Necesitaba una mano, una ayuda, un salvavidas porque me estaba ahogando, lamentablemente estaba tan ciega que no lograba darme cuenta de que el mar donde estaba era solo un insignificante vaso de agua en comparación al océano que debería enfrentar más adelante.