Mundos Distintos

Hombre Vestido ¿De Rojinegro?

-¡Llegaré tarde!.- Iba corriendo el joven de cabello castaño. Era su primer día de trabajo y todo estaba saliendo mal para Peter. Se adentro a Industrias Stark, rápidamente subia las escaleras y abrió la puerta.

-Lo siento señor Stark no sonó mi alarma y...

-Está bien solo por esta ocasión te lo perdonare, pero ¡por Dios jovencito ser impuntual el primer día de trabajo!.- Lo miró con indignación.

-Sí lo sé señor Stark, y está en todo su derecho enojarse conmigo. Le prometo que nunca más va suceder.

-Eso espero, bueno ya que estás aquí ayudame con este papeleo.

-Sí señ-or Star-k.

Tony encendio la televisión en el canal de noticias, ¿por qué no? siempre hay que estar informados de qué sucediendo en tu país.

En otros asuntos ayer en la noche fue visto un hombre vestido de rojinegro con dos katanas en la espalda. Tras intento de criminales de robar el banco Wells Fargo, este sujeto se los impidio matandolos a sangre fría. Hasta al momento no se tiene más información de este sujeto.

-Hombre vestido ¿de rojinegro?, que ridículo.- Dando una leve carcajada.

-¿Qué es tan gracioso señor Stark?

-Solo me hace gracia ver como un hombrecito quiera hacer "justicia" escondido a través de un traje

-Tal vez se dio cuenta que las autoridades no hacen lo que les corresponde y mejor decidio hacer justicia por su propia cuenta.

Stark decidió apagar la televisión.- Bueno jovencito tengo que ir a una reunión importante de trabajo, así que te encargo lo del papeleo y que cuides muy bien de mi oficina porque sino tendre que despedirte.

-No se preocupe señor Stark su oficina está en buenas manos.- Dandole una sonrisa sincera.

-Eso espero.- Saliendo de la oficina.

-Bien Peter este papeleo no se hara solo.- Mirando todo el papeleo que había en el escritorio.- Creo que me voy a arrepentir de haber aceptado trabajar aquí.- Dando un suspiro.

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-Debí escojer otro trabajo.- Peter se estaba arrepintiendo de trabajar en Industrias Stark el señor Stark era demasiado estricto.- Todo sea por el dinero.- Peter caminaba tranquilamente hacia su casa hasta que…

-Ya escuchaste sueltala.

-Bien.- Solto a la chica y la chica salió corriendo.

-Y ahora que se supone que vas hacer ¿Llamar a la policía? ¿o correr como mariquita?.

-No.- Sin previo aviso corto la cabeza del hombre.- Malditos insectos.- volviendo a meter su katana detrás de su espalda.

Peter se quedó en shock ese hombre vestido de rojinegro le corto la cabeza a ese sujeto sin ningún remordimiento.

-Vamos Peter finge que no pasó nada, tú solo sigue tu camino a casa.- Sí claro finge que no viste como le cortaron la cabeza a alguien enfrente de tus narices.- Pensó Peter

Deadpool volteo a todos los sentia que alguien lo estaba observando. En ese momento vio a un joven castaño parado con los ojos abiertos temblando. Maldita sea había visto todo.

-Ay no me vio, tengo que salir de aquí.- Fue corriendo en donde estaba un callejón.

Deadpool lo siguió, no podía dejar testigos pueden que dijan todo a la policía y lo atrapen. No podía dejar que su plan de acabar con todos los maleantes se fuera al carajo.

Peter corrió más rápido.- Es un callejón sin salida. Ahora sí que estoy frito.

Deadpool llegó donde estaba el joven castaño.

-Por favor no me mates, aún soy muy joven para morir.- Dijo Peter asustado.- Yo puedo hacer lo que tú digas pero por favor no me mates, te lo suplico.

Deadpool lo acorralo.- ¿Todo lo que yo quiera?.- Acercando su cara con el castaño.

-S-í lo que t-ú quie-ras.- Tenía demasiado miedo ya ni cuando vei películas de terror.

-Que tal si guardas el secretito de lo que viste hace rato, ¿eh?.

-S-í, s-í lo q-ue t-ú ord-en-es.

-No quiero volver a verte, si te vuelvo a ver no vivirás para contarlo. Así que contare hasta cinco para que te larges de aquí, ¿entendido?

Peter asintió con la cabeza. Estaba demasiado nervioso como para emitir una palabra.

Deadpool retrocedió y empezó a contar en voz alta.

-Uno.

Peter empezó a correr con todas sus fuerzas. Deseaba que solo fuera una pesadilla, una terrible pesadilla.

-Dos.

-Tres.

-Cuatro.

-Cinco.

Deadpool volteo y no había rastro del joven castaño.- Imbecil...- Dando una leve risa

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Peter corría y corría hasta que no pudo más y se detuvo. Respiraba agitadamente tratando de respirar normalmente.- No volvere a pasar por ahí nunca más.

Peter se metió a su casa y subió las escaleras; abrió la puerta de su habitación y empezó a quitarse su traje del trabajo, para ponerse su pijama favorita. Se acosto en su cama y se acobijo.

-Genial y ahora como se supone que duerma.- Peter se arrepentia de vivir solo, ahora solo va tener pesadillas con ese tipo de rojinegro.

-Tía May dónde estás cuando más te necesito.- Cubriendose la cabeza como si fuera niño chiquito pensando que en la noche iban a salir monstruos a comerlo.

Después de todo mañana seria otro día excelente ¿verdad?