Cap 4 - Armas espirituales.

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Despues que un discípulo les mostrara sus habitaciones, penso que seria buena idea descansar un poco. No tubo ni tiempo de hablar con su Shidi, pues este se encerró en su habitación apenas entro, Wei Wuxian sabia que queria estar solo, las palabras venenosas de Madan Yu fueron muy crueles, pero no podia meterse, era asunto de la familia de su tio Jiang.

Acomodo sus cosas y se acosto en su cama para dormir por un momento, hasta que una luz lo hiso abrir sus ojos.

Frente a el se encontraban 3 personas muy parecidas a el, 2 hombres y una mujer.

Los 3 tenian su cabello recogido en una coleta alta amarrada por una cinta roja, sus tunicas eran negras con tonos rojos y sus ojos... sus ojos eran identicos a los de Wei Wuxian, grices.

Apesar de que tenian una fuerte similitud entre ellos, lo que los hacia diferentes eran sus personalidades.

El primero tenia una sonrisa juguetona parecía que era el inquieto de los tres, mientras que la mujer tenia un aura calma y gentil, contrario al tercero quien estaba rodeado de una frialdad asesina, su rostro serio no ayudaba.

Por otro lado Wei Wuxian no se asusto ni se sorprendio por sus presencias, pues los conocia muy bien.

Eran sus preciadas y leales armas espirituales, los hermanos trillisos.

Suibian era el mas alegre y juguetón para ser el mayor. Chenqing era la segunda, calmada y gentil, abierta con sus sentimientos contrario a Yin hu fu quien era el tercero, serio, distante y gruñon.

Parecidos fisicamente, diferentes en personalidades, pero con el mismo objetivo, servir, cuidar, proteger y acompañar a su maestro en todas sus vidas, peleando junto a el todo el tiempo demostrando su lealtad.

Cualquier cosa que Wei Wuxian necesitara, lo conseguian, cada orden obedecida sin replicar.

Para Wei Wuxian, sus armas no solo eran sus armas si no que tambien su familia, eran ellos quienes estaban ahi todo el tiempo a su lado, apoyandolo en todo momento.

Conocian perfectamente sus sentimientos por Lan Zhan, asi como también, han presenciado el dolor de su maestro ante la perdida de su ser amado.

Ellos son los unicos que han podido ver a su maestro tan vulnerable, la soledad en su alma, la tristeza en sus ojos, podian saber perfectamente cuando su maestro mentia, cuando sus sonrisas eran forsosas, tan falsamente.

No querian eso, no querían que su maestro continuara de esta forma.

Aquella mision que inicio como un deber y que con el tiempo se convirtio en voluntaria, ahora no era mas que una tortura, una agridulce tortura.

Y tenian miedo, miedo de lo que podria pasar en el futuro, definitivamente no querian volver a ver a su maestro tan roto.

"Maestro". Reverenciaron los tres, pero fue Suibian quien inicio la conversación. "Maestro, ¿necesita que hagamos algo por usted?"

Wei Wuxian solo suspiro.

"La verdad, si, necesitó un favor Suibian". Dijo mirandolo. "Se muy bien que no necesito decirles cual es nuestro trabajo"

"Asi es maestro, si usted tiene una orden, nosotros obedecemos". Dijo esta vez Chenqing.

"Lo se, solo queria pedirles que investigarán la energía Yang que rodea a todo Gusu". Dijo mientras se sentaba frente a una mesa, pronto Chenqing saco un juego de té para servirle.

"Gracias Chenqing". Dijo tomando el vaso con té, degustando del sabor y el aroma que desprendia.

"De nada maestro"

Anhelandote Durante 10,000 años [Wangxian]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora