Prólogo

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Noviembre de 1875- Woodwourd

Desde tiempos inmemorables los humanos han luchado por recursos, desde que el humano evoluciono tuvo que luchar por sobrevivir, suplir esas necesidades es lo que hizo que se migrara y aparecieran las primeras instituciones en la sociedad, aún sin siquiera saberlo, el hombre creo sus propias instituciones y reglas, de ahí se podría decir que deriva la creación del Estado y el nacimiento de una sociedad, aunque esta lógica se concibe muy Darwiniana, hasta al día de hoy se sigue mirando al Estado como un ser vivo que tiene etapas.

Leer esto en un libro era prohibido, y no porque leer lo este, sino porque una chica de mi clase no podía leer este tipo de literatura, aveces era doloroso el pensar que nuestra sociedad solo utilizaba a las mujeres como un adorno fino de sus maridos y no como alguien útil, siempre he pensado que nos veían los hombres como un objeto solo para relucir ante los demás hombres, como un carro o una casa, era odioso pensar que jamás podría cumplir mi sueño de entrar en la política, haría mejor las cosas que muchos hombres que los que nos gobernaban.

Cerré el libro con sumo cuidado y lo guarde en el estante de donde lo había tomado, así que sigilosamente o bueno eso es lo que creía, decidí salir de la biblioteca, sin embargo antes de salir tuve que chocar con un escritorio haciendo el peor sonido de la historia, tenía en cuenta algo sigilosa no fui.

-Ágata, te he dicho que cuando desees un libro vengas y me lo pidas, no entres como si fueses una ladrona- dice la Señora Lara, ella es la única mujer en este pueblo que merece el respeto de todos, ella es una duquesa, viuda, la señora decidió regresar de las tierras del norte cuando su esposo e hijos fallecieron en la guerra, quedó viuda muy joven a los 45 años, y decidió no desposarse, ella siempre me hablaba de que algún día la comprenderé y que me casare, aunque siempre he refutado su idea.

-Señora, mil disculpas, pero usted estaba con el comandante Wrigth y no quise interrumpirla, así que decidí venir por mi cuenta- digo avergonzada bajando mi cabeza.

-Mi niña, sabes que no te estoy regañando, solo evita los mal entendidos- dice ella tocando mi mano, haciendo que la mire a los ojos- dime que te ha llamado la atención en mi conversación con el comandante de lo contrario no hubieses venido a buscar un libro que te lo explicará- dice ella dulcemente.

-El comandante hablo del sur, dijo de su concepción de un Estado y no una monarquía, y recordé que había un libro que también tenía una concepción idéntica- digo yendo a tomar el libro de pasta roja.

-Me parece muy darwiniano tus gustos - dijo ella riendo.

-Sabes que lo único que deseo es que los de mi clase social tengan más que sobras, he estudiado muchas ideología desde Marx hasta Maquiavelo, pero nunca encuentro una respuesta certera donde todos estén deacuerdo- digo cabizbaja.

-Esque el ser humano es malo, y destruye todo lo que toca, solo por satisfacer sus necesidades y alimentar su ego, jamás estarán deacuerdo contigo, pero, si puedes persuadir a unos cuantos, una vez escuche que el cambio se inicia con unos pocos, luego se desencadenara un efecto replica- dice ella tomando el libro en sus manos.

-Ágata, el comandante me ha pedido que me mantenga a raya con lo que ha estado pasando en este reino, el desea que lo despose para mi seguridad y que no refute nada en la corte regional mensual que se hace- dijo ella triste, La señora Lara siempre que iba terminaba persuadiendo a algunos pocos nobles de no cometer atrocidades contra los pobres, que bajaran impuestos, que se diera un trato digno, pero últimamente el nuevo regente de esta provincia la había amenazado, ella sabia mucho, conocía mucho y aveces la verdad es peligrosa, mire su rostro cansado y muy triste- pero he decidido que si iré a esa reunión, también me opondré a la esclavitud, y no dejaré que se postule él hijo del señor Brown- dijo decidida.

-Pero usted correrá peligro mi señora - digo preocupada.

-Aveces hay que sacrificarse un poco mi niña- dijo sonriente- falta un mes para eso, así que antes de que algo me pase- dijo haciendo un silencio incómodo- he decidido instruirte como mi dama en la corte, tengo un mes para prepararte, solo así se que si llego a faltar mis criados y tierras no serán vulnerados.

-Mi señora no diga eso, yo no soy digna, yo no puedo aceptarlo, usted sabe que una persona de mi categoria solo empeoraria la situación, que dirán los nobles del pueblo.

-Me importa un comino que piensen,yo deseo que tu seas mi sucesora,- iba a refutar cuando ella me hizo callar con un- Shhh, no me discutas y vamos por la cena.

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Hola, soy nueva escribiendo este tipo de género, espero les guste y le den una oportunidad a esta historia, al final de cada capítulo definiré una palabra, para que ustedes sepan más o menos el contexto de todo.


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