El chico de oro

Capítulo 2

"Cada vez que cierro mis ojos es como un paraíso oscuro"

¿Ya amaneció? O ¿aun es de noche?

Taehyung no sabe nada, taehyung nunca sabe nada, así que  mejor que se quede como esta y se deje envolver nuevamente en la calidez de donde sea que esté y en lo descansado que se encuentra su cuerpo, hace tanto que no se sentía así de bien.

Hace tanto que no duerme bien.

Así que se acomoda y trata de apagar nuevamente sus sentido, pero al parecer sus planes se frustran cuando su conciencia se despierta cada vez más y más, hasta el punto de escuchar voces, pasos y frío.

¿Dónde esta? ¿Qué pasa?

Hay una fuerte luz que lastima sus ojos aún cuando están cerrados. Es incómodo y lo obliga a despertar, pero todo es tan lento muy lento y su garganta está tan seca y su cuerpo se siente tan extraño, es una sensación que ha sentido antes.

Pánico es lo primero que siente cuanto piensa que está pasando por esta situación otra vez, otra vez.

-Tranquilo-escucha una voz suave viniendo de algún lado a su derecha-Estas bien, ya estás bien.

-Que- su voz sale rasposa y tiene que toser porque hay un cosquilleo en su garganta, le duele mucho, como cuando tenía menos edad y...

-Estas en el hospital ¿recuerdas algo? - le preguntan y sus ojos al fin se dirigen a enfermera a su lado, parece amable pero sus ojos tienen ojeras.

Tae niega, moviendo sus oscuro cabello ondulado.

-Te encontré en tu departamento, intoxicado con somniferos - ahora hay una voz a la izquierda y la reconoce de inmediato, es juyi y se escucha un poco disgustada.

Se avergüenza de inmediato, sus ojos brillantes bajando la vista pues su noona lo está regañando delante de alguien más mayor, es simplemente vergonzoso.

-Señorita necesito que se retire, tengo que hablar con el jovencito-

-No puedo hacerlo, él es menor de edad y soy su tutora legal. Así que cualquier cosa que tenga que ver con él, me la debe de preguntar a mi.

La enfermera suspira, aparentemente incomoda con la situación.

-Bien jovencito, le diré a alguien que te traiga algo de tomar, aun no puedes comer hasta en un horas. Le haré algunas preguntas a la señoritas y luego vendré aquí.

Tae asiente un poco asustado, se supone que no tiene que tomar somniferos ni ninguna droga controlada, pero lo cierto es que él ha hecho tanta cosas que no debería pero que están permitidas en su pequeño mundo de fantasía, dominado por adultos.

La enfermera y juyi salen de la habitación dejando a Tae inquieto, asustado e incómodo.

Él sabe que debe controlar esos sentimientos si no quiere que le dé un ataque de ansiedad justo en el hospital, en un entorno con el que realmente no se siente cómodo.

Exhala e inhala, una, dos o tres veces hasta que el temblor de sus manos deja de estar presente y su corazón deja de latir tan fuerte, tan fuerte que parecia que lo iba a dejar sin respirar.

No, no puede dejar que suceda no otra vez.

Solo necesita salir de ahí, irse a casa y dormir, dormir una semana entera. Ya no quiere nada, solo que todo deje de moverse en su mundo.

Los pasos vuelven a escucharse y está vez es solo la enfermera quien entra. Un vaso de agua en su mano y una mirada de pena en sus cansados ojos.

-Hable con tu tutora, dijo que tus pastillas fueron recetada por tu terapeuta - ella le entrega el vaso de agua y vuelve a mirarlo - debes tener cuidado con la cantidad que consumes de esas pastillas. No son un juego pueden quitarte la vida. Lo mejor es que tu terapeuta te indiquen una cantidad mínima o en el mejor de los casos simplemente recetarte otra cosa, eres muy joven para tomar esos medicamentos.