Parte única.

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I.

Ver sangre sobre la mesa y sentirla escurrirse de su boca, la hacen parpadear.

Lleva la punta de sus dedos a sus labios, sintiendo la humedad filtrarse en sus guantes hasta llegar a las yemas dedos, sólo para observar el rojo en estos. Lejos de asustarse, Freya observa con atención sus dedos teñidos en sangre.

Hay alteración a su alrededor pero ella está inmersa en la sangre en sus dedos.

Es extraño, ella hizo esto. Pero si es así, entonces, ¿Por qué tiene esta sensación de haberla vivido antes?

Una tos la hace arquearse sobre la mesa, y haciendo caso omiso a las miradas alarmadas y asustadas y el caos que se está armando; Freya se levanta torpemente de su asiento.

Elena alcanza a sujetarla de la muñeca, sacándola de su estupor, para mirarla. Los ojos rubíes de su amiga están temblando de miedo mudo al igual que sus labios. Freya trata de componer una sonrisa y decirle "Estoy bien, Ellen".

Pero sus piernas pierden fuerza y su consciencia se desvanece.

No sin antes mirar de reojo a Rudbeckia, que tiene una expresión y mirada de horror; lo que sólo refuerza la sensación de haber visto esta escena antes.

II.

Cuando Freya despierta, nota que se encuentra en su cuarto; se siente débil y exhausta por haber ingerido veneno y vomitado sangre. Pero su corazón late agitado, asustado.

La idea de haber vivido algo como esto previamente, la mantiene consciente y la inquieta lentamente.

Se sienta en la cama con dificultad y mira sus manos temblar mientras aprieta los labios en una línea recta. ¿Qué es esta maldita sensación de haber pasado por esto antes?

La puerta se abre y al escuchar la voz de su hermano, nuevamente sale de su trance.

Lorenzo está alterado, muerto de preocupación por lo que le ha pasado y está temblando; reconoce que lo que hizo fue una estupidez, sólo para tener la atención de Isuke por un mísero instante.

Realmente no ha valido la pena hacer esto.

– Loren... estoy bien, ¿sí? – acuna su mejilla y con su pulgar la acaricia, sonriéndole con cariño. Parando la palabrería del menor, quien sólo la mira con preocupación y molestia (que no va dirigido hacia ella) –, tranquilo.

En verdad, no ha valido la pena hacerlo.

III.

La noticia de que la Alondra de Sixtina de Romania ha huido, rápidamente se esparce. Siendo ella, uno de los primeros también en enterarse.

Isuke ha ido a verla, días antes de la noticia, pero lejos de sentirse contenta se siente abrumada. No hay sonrisas ni palabras, sólo le da la espalda y permanece en silencio en la cama; ni siquiera se inmuta cuando él se va en busca de su esposa, ni le pide que se quede.

Lo deja ir, lo deja en paz.

Perdida en los lechos de sus pensamientos que no dejan de atosigarla.

La verdad es, que tuvo el impulso de pedirle que se quedara. Pero no porque ella lo deseara, más bien, tenía la sensación de que debía hacerlo. Como si estuviera obligada a pedirle desesperadamente a Isuke que por favor, se quedase a su lado.

Por ello optó por permanecer muda, por no mirarlo, ignorarlo y de ser posible, contener la respiración mientras él estuviese presente. Para que esa ansia mermara aunque le estuviera arañando las entrañas.

Stay soft honey, we're screwed [Freya van Furiana-centric]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora