Problems

Daddy Issues

Todos nos vamos a morir, esa señora que está en el asiento de enfrente comiéndose unas frituras de limón se va a morir, esos niños que van en el asiento de a lado mío jugando call of duty también se van a morir, la aeromoza que está limpiando su chaleco porque le cayó un chorrito de café se va a morir, los jóvenes que van peleando y no llegan a un acuerdo de que se puede hacer o no en una relación también, los actores de la película que van dando en la pequeña pantalla del avión también y la anciana que está en la entrada de primera clase no está ya muy lejos de la meta, aunque quien sabe. Yo me voy a morir. Mi mamá, mi papá, mi abuela, Morgan, Noa, Yael, Zuri, Jesse, Tom. Y lo más loco es que no siento nada, no siento feo al pensar en todo esto. Porque la realidad es que estoy sintiendo medio feo ahora mismo porque tuve que dejar todo atrás, amigos, profesores que fueron como mi familia en mi formación académica y de vida. Yo sabía que en algún momento eso iba a terminar, pero nunca esperé que tan pronto y si, cuando recién me mandaron a ese internado en Australia a los 11 años traté de odiarlos, pero en realidad a quienes debería de haber odiado fue a mis padres en sí. La última vez que los vi fue a los 14 años, ahora tengo 18, pasó ya bastante tiempo desde entonces.

Hace una semana fue mi graduación y ahí sí asistieron mis padres, me regalaron un auto, pero este está en la mansión de Orlando, así que prácticamente es como si el día especial no hubiera recibido nada, y no me quejo... bueno la verdad si me quejo poquito, pero no puedo vivir sin quejarme de algo.

"pasajeros con destino a Orlando, Florida, se les informa que estamos a 5 minutos de arribar al aeropuerto, por lo tanto se les pide por su seguridad que pongan sus celulares en modo avión o en su defecto lo apaguen, abrochen sus cinturones de seguridad y mantengan la calma"

Al escuchar aquello puse pausa a la canción que estaba escuchando ¿Emocionada? la verdad es que si, no lo pudo evitar, volveré a casa después de 6 años, 6 largos años, que para ser sincera, fueron de los mejores de mi vida, ahí hice amigos como Yael, Zuri y Alex, cocnocí al idiota de mi novio, Tom, pasé días fantasticos, noches alocadas, una vez nos llevaron a la comisaria y pasamos encerrados en una carcel 48 horas, nuestro profesor de Artes fue a sacarnos, pero le tuvimos que pagar lo de la fianza, pero no me arrepiendo de lo que hice para llegar ahí, aunque si mi padre se llegara a enterar... no no no, mejor es ni imaginarlo.

El avión comenzó a descender y cuando menos lo imaginaba ya estaba tomando mi maleta de mano, al bajar del avión pude sentir el calor golpeando de lleno contra mi cuerpo, solté un suspiro, en Australia hacía más calor en ciertas épocas del año, había temporadas de arañas, las odiaba, salías al patio del internado, díez arañas, ibas a la sala de tu famila, otras veinte, a los que les iba peor era a los de la casa Koala, pues sus dormitorios están como casas del árbol, arriba de los árboles. en esa escuela se sentían Hogwarts, lo se, no tengo pruebas pero tampoco tengo dudas, nos dividieron por cuatro familias después de hacer un test, cada familia tenía un uniforme distinto, pero cada viernes todos teníamos que usar el uniforme de la institución general, las familias eran Koala, Ornitorrinco, Walabi y Demonio de Tazmania. Lo sé, se escucha mejor la última, pero todas eran buenas, los dormitorios de Ornitorrinco eran cabañas situadas a las orillas de un río, los de Walabi estaban a lado de un invernadero y los de Demonio de Tazmania estaban debajo de la escuela, eran como un sótano enorme, yo estaba en Ornitorrinco junto a Zuri, Yael en Koala, Alex en Walabi y Tom y sus amigos en la otra. Debo admitir que extrañaré los inicios de verano en la cabaña de mi familia, era estupendo corre por el techo y saltar al río, una vez nadé desnuda con Tom ahí, fue emocionante hasta que sentimos que algo rondaba por nuestros pies, en mi vida había nadado tan rápido a la orilla, en ese momento no me importó Tom, era sálvese quien pueda.

-sus maletas señorita- dijo un chico ayudándome a subirlas a un carrito para llevárselas, le sonreí.

-gracias- dije mientras acomodaba mis lentes de sol y caminaba a la par de él.