THE SOLOIST❝ knj

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Supo que tuvo que haberse ido directo a su casa cuando, al regresar con los chicos, estos comenzaron a interrogarlo, sobretodo el mayor.

—Hueles a mujer— entonces notó el hoodie— esto no es tuyo.

Negó.

—No, no es mío, es de Fallon— le apretaba un poco en los brazos, pero no se lo había quitado— hacía frío, estábamos en un parque y ella me lo ha colocado casi que a fuerzas.

—Oh, ella es tan linda— Jimin comentó, haciéndole espacio a su líder para sentarse con ellos en la sala— ¿Por qué es tan linda? Parece llena de dulzura.

—¿Algo nuevo que contar?

—Mm, no, todo igual— su mirada fija en la televisión, si no los miraba, no cedía a sus preguntas— el parque... no conocía ese lugar, es el más lindo que he visto en este país, tiene muchos árboles.

—Si, que bueno ¿Qué te dijo Fallon?— Yoongi no se detenía de preguntar.

—Eso, qué fue lo que hablaron.

Cambiaba canales, luego entraba a Netflix y exploraba entre las películas que se veían interesantes.

—Cosas sin importancia— se burlo de sus quejas y desespero—ya, creo que somos amigos ahora.

—¿Todo está bien entre ustedes?

Asintió.

—Todo está bien.

Fallon llegó desbordando felicidad para comenzar un nuevo día en el trabajo, su chófer se encogió de hombros viendo a la manager, él no sabía nada.

—¿Qué de bueno sucedió ayer? Solo me ausenté un día.

—Nada, es solo que siento que hoy la vida me sonríe— la observó como si fuese el más raro de los bichos— estaré en mi estudio en lo que llegan los bailarines para practicar.

—Claro... el video musical estará listo en dos días, detalles de edición. Estaré avisandote y que bueno que estés tan feliz, eso me hace feliz a mí.

Aunque todavía faltaba tiempo para el lanzamiento de su nuevo trabajo discográfico, estaba preparándose como nunca antes lo había hecho, practicando desde muy temprano, una coreografía que era agresiva, con movimientos que demandaban un estado físico muy fuerte.

Le encantaba, su emoción por mostrar esa faceta suya era simplemente enorme.

Su parte menos favorita era dar entrevistas, pero podía soportarlo.

—Namjoon, pasa— él no planeaba entrar, pero si lo invitaba, pues no se negaría— siéntate.

—¿Ocupada?

—Algo, no mucho— de nuevo, mucho azul y mariposas en su campo de vista—¿Llegaste bien a casa?

—Si, gracias por preguntar— dejó la bolsa que traía sobre uno de los muebles— el hoodie de ayer, gracias de nuevo.

—No hay de qué.

Miraron al suelo, medio sonriendo por la vergüenza, hasta que Namjoon decidió hablar.

—Me preguntaba sí no estás demasiado ocupada la noche de mañana— el corazón de Fallon se aceleró, quería salirse de su pecho— y si te gustaría salir a cenar conmigo.

—¿Es una cita?

—Es que, creo que tenemos algunas pendientes.

—Las tenemos, sí— terminaría sacándose sangre de tanto que estaba enterrando sus uñas en las palmas de sus propias manos— me encantaría salir a cenar contigo.

—No dudaste.

—Es que creí que no pasaría nunca— otra vez diciendo cosas que no eran necesarias de contar— mañana está bien.

—¿Quieres elegir el restaurante o lo dejas a mi cargo?

—Sorprendeme.

Hizo una mueca.

—Mis sorpresas salen mal.

—Yo creo en tí— bufó, riendo— si te sirve saberlo, me gusta la comida italiana.

—¿Qué tanto?

—Mucho, disfruto todo tipo de pasta... podemos comer noodles, sin problemas. Y si a ti no te causa problemas que te vean conmigo, a veces la prensa no pregunta y solo publican.

—Ese ya no es un problema, al menos no para mí, no sé cómo se manejará en tu caso.

—La empresa paga por el silencio y yo no tengo conflicto con aprovecharme de eso.