el nuevo consentido de park jimin › jikook.

Capítulo O5

La escena que los señores Jeon encontraron al llegar a su destino, era una sobredosis de azúcar al corazón.

Dos alfas y un omega dormían en el asiento trasero, Jimin, tenía la cabeza de JungKook apoyada en su hombro, de igual modo se encontraba Tae en el hombro del pálido, tomando su mano. Sigilosos, vigilando que los cachorros no despertarán sacaron sus celulares y con ellos unas cuantas fotos para inmortalizar ese tierno descubrimiento.

Tras dar por concluida la sesión fotográfica, la omega embarazada tocó el hombro de Jimin.

─Niños, ya llegamos─. Dijo sonriendo.

─¿Otra vez nos dormimos?─. Preguntó Jimin mirando a su alrededor.

La señora solo asintió, Jimin entonces decidió despertar a los niños.

─Peques, ya llegamos-. Sacudió con delicadeza a los dos y les sonrió.

JungKook abrió los ojos primero, adormilado, miró a su osito y le acarició los cabellos, despertándolo en el proceso.

Una vez que los tres se hubieron espabilado, bajaron del auto y se unieron a los demás integrantes de la familia. Los mayores iniciaron el armado de mesas, colocación de sillas, complementos traídos y manteles, mientras los menores ayudaban bajando los bolsos con alimentos de los autos.

Jimin tomó los bolsos más pesados, dándole algunos de menor peso al omega menor, por otra parte, Taehyung se adelanto al alfa y tomó una de mediano peso.

─Mira Kookie, soy fuerte─. Le demostró el cachorro osezno con una sonrisa geométrica.

El mencionado sonrió y lo aplaudió con entusiasmo.

─Ya veo, entonces cargaras cosas por mi cuando crezcas─. Pidió haciendo uso de una linda sonrisa con encías incluidas.

─Claro que sí, debo cuidar bien de mi omega─. Habló orgulloso de sí mismo.

Jeon se sonrojo a más no poder, cerca suyo, cierto lobo gruñó por lo bajo, disconforme. Por increíble que parezca decidió tomar las otras dos bolsas pesadas, con las que evidentemente en algún tramo del recorrido no podría cargar y avanzó delante de los niños.

─Jimin hyung también es muy fuerte─. Halago a su mayor. Esto hizo que el lobo de Park se sintiera satisfecho.

Ignorando por completo que más tarde se quejaría del dolor en sus brazos, nunca había sentido la necesidad de impresionar a otra persona, pero sin dudas quería que JungKook tuviera la mejor impresión de él.

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Unas horas más tarde, todo estuvo listo, los niños corrían por la zona, algunos se colocaron sus trajes de baño para probar el agua, bajo la cuidadosa vigilancia de sus mayores.

Los hombres se dedicaban a preparar las carnes asadas y las mujeres hacían su parte con las ensaladas y acompañamientos.

La labor de los adolescentes consistía en cuidar de los menores, vigilando sobre todo a quienes jugaban en el agua. JungKook, se encontraba en la zona media del río, Tae jugaba con él, lanzándose agua mutuamente. Ambos se sonrieron y quisieron probar otro juego. Hace poco tiempo, Tae recibió una cama inflable para el agua como regalo de su padre, objeto que decidió llevar consigo al paseo. En esta ocasión Kookie subió cuidadosamente al flotador celeste, ya sentado movió sus pies, creando unas ondas suaves en el agua.

Un rato atrás, la brisa calurosa se intensificó, volviéndose en pequeñas ráfagas de viento, las cuales ahora no eran tan serenas. Tae soltó el inflable, curioso por un pequeño pez que le hizo cosquillas en los pies.

El viento sopló más, impulsando el flotador, Tae quedó tan absorto en su descubrimiento que no había notado el alejamiento, el infante pálido en cambio, pensó en hacerle una broma a su amigo, preocupado por el movimiento de la balsa intentó usar sus brazos para regresar hacia adelante, cosa que combinada al nerviosismo de sus pies y la intensidad del viento solo hizo que se alejara más y más.

─¡Tae!─. Gritó, logrando atraer su atención de regreso.

─¡No te muevas! ¡Ya voy!─. Dijo asustado.

Los gritos de ambos niños llamaron la atención de todos, en especial la de Jimin, quien hasta el momento conversaba con Seulgi.

─¡No puedo! ¡Se sigue moviendo!─. Respondió un alarmado omega.

El balanceo continuo le hizo entrar en pánico. Sus manos temblaron quitándole toda estabilidad. Jimin se deshizo de su camiseta y corrió hacia el río, sumergiéndose en él para nadar al rescate de su pequeño omega.

─¡Tranquilo! ─. Gritó Taehyung, quien también quería ir por él.

JungKook, asustado, intentó detener el movimiento del inflable con sus manos, este se volteó y lo empujó hacia abajo, una lucha propia comenzó, el flotador era más grande, y comenzaba a desesperarle el no encontrar una rápida salida hacia arriba, el agua ingresaba a sus pulmones, asfixiándolo.

─¡JungKook! ─. Aquel gritó vino de Jimin, quien se adelantó a Taehyung, nadando debajo del agua.

El alfa menor se acercó cuanto pudo y tiró del flotador, alejando a este del perímetro. De esa forma pocos minutos después Jimin salió a la superficie con un JungKook desmayado en brazos.

Un nado veloz lo llevó a la orilla, Tae se apresuró a ir con él, sollozando por miedo a que algo grave le hubiera sucedido al omega.

─¡Kookie! ¡Kookie!─. Tae lo llamó desesperado.

Jimin recostó el cuerpo inconsciente en el césped y comenzó a practicarle maniobras de RCP, con la familia alrededor viéndolo y los padres del niño más que preocupados. Unos minutos después el cuerpo respondió, JungKook abrió los ojos, tosiendo con mucha fuerza, el agua de sus pulmones fue expulsada en vómito, para lo cual Park lo acomodó de lado y acarició su espalda.

El omega se veía aún más pálido que de costumbre, se echó a llorar asustado, y abrazó a Jimin, quien no dudó en resguardarlo entre sus brazos. Acariciando su espalda, y rostro, tan temeroso como él.