Varios gritos se escuchaban de fondo, y por su mente corrían imágenes de personas preocupadas al verla en ese estado, quizás, terminó con el intestino fuera de lugar, unos cuantos huesos rotos o con alguna herida abierta, en fin, existían muchas posibilidades que no deseaba imaginar.
A juzgar por sus gritos debo verme de lo peor
Pensó.
Le dolía la cabeza y sentía que su cuerpo no respondía ni nadie se acercaba a auxiliarla. Intentó abrir los ojos, y fue como si le hubiesen pasado lejía, ardían demasiado que tan solo pudo mantenerlos semiabiertos, pero el gusto de volver a recobrar el sentido le duró segundos cuando de pronto se encontraba sumada en un entorno de terror.
— No. ¿Qué es...esto? –. Avanzó a decir.
Ahí, recostada contra una pared y con una herida en su abdomen observaba mientras la gente corría tratando de resguardar su vida. Algunos eran aplastados por las rocas gigantes que chocaban contra el suelo y los más afortunados, si podría decirse así, eran pisoteados por las mismas personas que allí se encontraban. Parecía que minutos antes se había celebrado alguna festividad, pues aún sobre el suelo se lograba visualizar retazos de lo que fueron adornos coloridos, ahora ya mancillados.
Airlia trató de pedir ayuda en vano aunque sabía que nadie haría algo por ella en un momento como ese. Decidió mantenerse quieta, respirando pausadamente, sus ojos terminaron por perderse en un punto lejano; parecía como si hubiese entrado en un punto de shock. Y tras varios minutos de crueldad cayó finalmente dormida.
Un gran estruendo la despertó al rato, y una luz amarillenta alumbró por unos instantes el cielo nocturno. Se quedó mirando a un par de chicos que cruzaban corriendo con un niño en brazos. Alzó su brazo intentando llamar su atención, hecho que pasó desapercibido y, como pudo se sostuvo de la pared empezando a arrastrarse hasta llegar a la esquina de lo que parecía ser una calle. La mayoría de casas estaban completamente destruidas excepto una que permanecía casi intacta salvo por los vidrios rotos.
Debe ser una pesadilla. Cerraré los ojos por un momento y seguro que cuando despierte estaré en casa. Mi hogar... mi cuarto ¿verdad?
***
— Tsss, oye ¿aún vives? —. Alguien parecía hablarle. Sintió como le punzaron las costillas.
— Los muertos no hablan, Poco —. Otra voz más suave se hizo presente.
De pronto Airlia abrió los ojos asustando a la pareja que se encontraba frente a ella.
Movió con las justas la cabeza para divisar su entorno y volvió a su realidad. Estaba de alguna u otra manera en algún lugar que había caído en guerra. Talvez era su ciudad ya destrozada o talvez murió y estaba en ese preciso momento viviendo el infierno.
¡Ja!
¿Fue por qué nunca quise ir a misa?
Era verdad que parecía muerta hace un par de horas, y si no se hubiera resguardado, probablemente lo estaría. Desafortunadamente, su dolor no había disminuido en ese lapso de tiempo. Palpó su cuerpo con sumo cuidado y bajo la atenta mirada de las dos personas cercanas, a quienes no había prestado mucha atención. Se levantó con cuidado y empezó a tratar de caminar. No duró ni tres segundos cuando cayó nuevamente al suelo y fue cuando divisó algo extraño en su pie; la piel se había levantado dejando ver una parte pequeña de la carne y el hueso.
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𝑺𝒂𝒍𝒗𝒂𝒏𝒅𝒐 𝒂 𝑮𝒂𝒍𝒍𝒊𝒂𝒓𝒅 [𝑺𝑵𝑲] [En Corrección 2024]
FanfictionAquella noche de invierno en que Airlia murió, su cuerpo viajó en búsqueda de su propia salvación hacia al año 854, bajo una herida Marley que luchaba por levantarse tras el desastroso ataque de su enemigo. Sin ningún apoyo y desconociendo la magnit...