Mi vida antes de tí (introducción)

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Jisung buscaba el sombrero extraviado por toda la Habitación. Levantó casi toda la ropa acumulada en el suelo y hurgó detrás de la cama donde se acumulaban un montón de mangas que había releído mil veces. Revisó muy bien entre la ropa de cama que no cambiaba hace un tiempo y nada...Bangchan iba a matarlo.

El australiano le había hecho jurar repetidas veces que cuidaría bien el bucket hat que le había prestado, pues era un regalo que su hermana menor le había enviado desde el extranjero.

Gracias a los nervios Jisung mordió su labio inferior con fuerza y se auto regañó por ello, pues últimamente sus labios se encontraban llenos de pequeños cueritos que le escocían de noche.

Soltó una patada que terminó por hacerlo golpearse en el dedo del pie y en medio de saltos y quejas dio un grito de frustración.
Cualquiera pensaría que Han Jisung era un exagerado de primera y la verdad es que si lo era. Solía dejarse llevar por el dramatismo acorde a su adolescencia solo que en este caso era diez veces peor, porque el cerebro de Jisung era de todo menos sencillo.

Su cabeza nunca paraba, ideas sobreanalizadas iban y venían sin cesar dentro de ese espacio en el que guardaba una capacidad creativa inmensa, así como también miles de pensamientos auto destructivos con los que tenía que lidiar por las noches.

Se arrastró hacia uno de los camarotes y tomó asiento a los pies de la cama de abajo, dedicandose a observar la nada por un rato. Incapaz de esforzarse un poco más en buscar el sombrero de Bangchan comenzó a idear una forma de compensar la perdida.

Pudo concentrarse unos dos minutos con éxito antes de que otra imagen llegara a su mente de golpe. Una muchacha de rostro pequeño y ojos castaños mirándolo como no se supone que debería mirarlo, con dolor y enojo.

La relación con la trainee había terminado hace una semana y su terco cerebro no dejaba de preguntarse por qué en vez de tristeza por la ruptura, en su pecho solo había una rabia constante, como si hubiera decepcionado a alguien.

Jisung era un joven muy consciente sobre los conceptos del amor y aunque solamente basaba su conocimiento en series, canciones y libros, de algo estaba muy seguro... Cuando terminaban contigo deberías llorar al menos un poco, después de todo supuestamente te estaban rompiendo el corazón.

Jisung soltó un suspiro y terminó por recoger todo lo que faltaba del suelo empujandolo con fuerza en el espacio del armario que era suyo.

Nuevamente abrumado por sus pensamientos cogió el teléfono y marcó a Changbin. Seguramente su gritón pero sensato amigo sabría aconsejarle sobre la reciente ruptura o más importante aún, sabría aconsejarle que compensación darle al australiano para no morir por culpa del sombrero extraviado.

(...)

Se juntaron en la empresa, en una pequeña sala de grabación no muy solicitada. Cuando Changbin terminó de burlarse por los dos motivos por los que Han se encontraba ahí, dio un largo suspiro y limpió las lágrimas que le habían caído por tanto reír.

Jisung se quejó por la falta de sensibilidad de su amigo y este le golpeó la frente con un manotazo llamándolo llorón de cinco formas distintas.

Luego de varias suplicas que terminaron por hacer que Seo aceptara cargar la culpa de haber extraviado el bendito sombrero, Changbin decidió darle un giro serio a la conversación preguntándole a Jisung si es que acaso había tenido reales sentimientos por su ex novia en algún momento.

Esa era una pregunta que Han no se esperaba, bastante extraña segun su parecer. Y es que ¿qué imagen tendría que haber estado proyectando como para que su hyung tuviera esa duda?

Sentimientos reales por su ex novia...

Claro que los tuvo, por algo estaban juntos en primer lugar ¿no?

Pero para su sorpresa luego de pensarlo un poco acabó negando con la cabeza y Changbin le entregó una sonrisa empática con una mirada que escondía un "esa es tu respuesta". Solo que Jisung no lograba entender cuál era la respuesta.

Conociendolo desde hace mucho tiempo Seo le hizo enumerar los posibles motivos por los que esa y sus anteriores relaciones no habían funcionado, Jisung suspiró y comenzó a contar.

A pesar de ser trainees dentro de una empresa tan importante como lo era JYPE era secreto a voces que el lugar a veces se transformaba en un festival de hormonas y los chismes sobre relaciones amorosas entre trainees estaban a la orden del día.

Jisung había tenido dos novias hasta el momento, tres si contabas la fugaz experiencia en su paso por el colegio mientras vivía en Malasia.
Todas acabaron mal, siempre terminaban diciéndole las mismas palabras: "no siento tu amor hacia mí, eres muy frio, parece como si nuestra relación no fuera lo suficientemente importante"
Entonces Jisung lloraba, no por pena al haber terminado un noviazgo, sino por sentir que había algo malo con él, algo que terminaba por alejarlo de las personas, para devolverlo nuevamente al lugar oscuro dentro de su mente del que buscaba constantemente huir.

A veces quería dejar todo de lado y correr donde su familia, pero la música era mas fuerte. Su hambre por sobresalir dentro de la empresa se debía al sueño que tuvo desde la primera canción que escribió. Poder vivir de su creatividad, vivir de la música intentando que alguna de sus canciones llegara a los oídos que la necesitaran.

Pero todo aquello era un futuro tan incierto que acababa por hacer actuar a Jisung como un gatito asustado, feroz y desconfiado.

Más tarde en la noche, cuando estaba a punto de irse a dormir una cabeza llena de rizos se asomó por la puerta de la habitación compartida.

Tragó pesado y sonrió timidamente esperando que Changbin hubiera sido fiel a su palabra de echarse la culpa sobre el extravío del sombrero.

Christopher tomó asiento a los pies de la cama de Jisung y le contó bastante enojado como Changbin había perdido uno de sus sombreros favoritos, Han asintió en apoyo con su mejor cara de empatía y dio la razón a cada una de las quejas que Bangchan hizo.

Hablaron un poco más y luego de muchas bromas por parte de Jisung para eliminar el mal humor de su amigo, Chris le pellizcó el brazo derecho con bastante fuerza.

El jodido Changbin le había dicho todo.

Antes de irse y dejar a un aliviado de culpa pero adolorido Han Jisung, el australiano volteó y le mencionó que mañana habría una reunión en la sala del quinto piso en la empresa.

Mañana presentarían a un nuevo Trainee.
Jisung no tenía como saber todo lo que se le vendría encima.

Si el Han Jisung de esos momentos pensaba que tenía alguna idea sobre lo que era el amor o como este realmente se sentía, estaba bastante equivocado.

El Quinto piso [ EN EDICION]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora