.Treinta y cinco.

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Una semana después, Jimin se sienta en una de las sillas de la biblioteca y sigue leyendo.

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Primavera de Septiembre en Australia.

Mi educación se resume a los Signors instruyéndome, idiomas, culturas y defensa personal; mientras mis padres están de visita por unas semanas.

Cumpliré 21 años en esta tierra y la mayoría de edad en Corea.

Un baile se realizará y seré presentado junto a mi hermano Heyse frente a las casas como el siguiente Duque Jeon. El será el Duque Choi y juntos seremos los Duques Mayores.

Mi hermano y yo somos muy unidos. A pesar de vernos poco atesoro cada momento junto a él. Somos los herederos de un ignis y aunque no lo seamos nosotros somos muy poderosos.

Mi hermano tiene suerte, pues ya encontró a su sanguinis uxorem y solo tendrá que esperar a su unión.

En términos vampíricos somos a penas niños que conocen sus colmillos.

Esa noche se me presentará a mi futura Duquesa. Al cumplir ella sus 21 años nos casaremos, así que tengo dos años en los que puede que mi alma gemela venga a mi.

La sensación de encontrar a tu sanguinis es indescriptible. Puede que haya conocido el amor, pero esa unión es tal que parece que los dos compartieran su alma.

Mis mayores, los Signors han encontrado a lo largo de su vida a sus sanguinis. Son creados por mi padre pero comparten ese cariño por y con él. Aunque también lo hago con Heyse es especial.

Otro día se va. Otro mes.

La inmortalidad es un arma de doble filo cuando solo vives por vivir y no porque deseas vivirla.

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Invierno en Corea.

Ha pasado mucho. Conocí a mi Duquesa y llevamos hablando por correspondencia bastante seguido. Mi padre está complacido.

Ella es hermosa sin dudas. Su sonrisa me transmite calidez y es tan fácil hablar con ella. Hyerin es la duquesa perfecta.

Si tan sólo fuera mi sanguinis.

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Verano en Francia.

Estamos a un mes de nuestra unión. Dos años se fueron en un suspiro... Cuanto ha pasado.

Oficialmente mi corte iniciará con mi unión, y dentro de un año se me pedirá el inicio de mi herencia, aunque todo depende de nosotros como duques y deben respetar mi decisión.

No soy un ignis pero he tenido visiones. Puedo ver a varios jóvenes siendo mis 'hijos'; puedo escuchar sus nombres.

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Unidos finalmente. Debo decir que mi corazón está complacido también, pues Hyerin sonríe y me transmite esa felicidad que posee.

No nos juramos amor pero si apoyo, contención y respeto.

Aun así debo decir que siento un cariño creciendo en mi pecho.

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¿Esto se siente ser feliz? Un año después de unirnos mi Duquesa Hyerin está embarazada. La veo radiante, y solo puedo sonreír cada vez que viene a leer a la biblioteca.

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Se que la vida está llena de injusticias, pero esta duele demasiado.

Mi hijo nació muerto y casi pierdo a Hyerin. No se como calmar mi angustia y aunque es ella quien padeció el dolor del parto, es quien sostiene mi rostro y quita mis lágrimas.

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La oscuridad cae sobre mi. La dulzura de Hyerin se ha ido, y la noticia de que su vientre no puede procrear ya es pública. Quieren atosigarme con consortes y no dejan que transite mi dolor en paz.

Mi padre me entiende. Los Signors lo entienden, pero nuestro mundo parece no escuchar nuestras palabras.

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Helado invierno en Rusia.

Moscú nos recibe para el festejo de la unión de la casa Jung. El Duque se unirá a otra consorte, como si tener dos y una Duquesa no fueran suficientes.

Dos mil años y aun no hay nadie que se acerque si quiera a mi dulce Hyerin.

Ella ha sanado. Ha vuelto a sonreír. De a poco vuelve a mi y a nuestra lectura juntos.

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He vuelto a Berlín. Finalmente mi hermano Heyse se casa.

Dos meses mas para volver a vernos después de casi un milenio.

Mi viaje de vuelta a Berlín me ha llevado mas tiempo. Esta noche hay fiesta con el Duque Jung y en dos días viajo a Seul de nuevo.

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Parece mentira, otra vez estoy aquí. Esta vez no en casa del Duque Jung pero algo me atrae.

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Mi primer 'hijo'. Hoy hace 205 años lo encontré en las calles de Berlín, herido y con el corazón roto.

Sin dudas es alguien fuerte y capaz. Me sorprende como se adaptó, lo rápido que es y lo culto que se muestra.

Hyerin lo recibió como a un hijo propio. Ella es feliz y yo también después de 4000 años de angustia.

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"Oliver... Tu sanaste el corazón de quien fue la madre que siempre necesitamos. Cómo desearía tenerla a ella también..."

"Jimin...? Estás ocupado?"

"Pasa Taehyung, qué ocurre?"

"Yo... No he leído la carta de Kook, aun... Estoy..."

"Con miedo...?"

"Pánico! Él siempre me revelaba algo nuevo en sus cartas y esta vez no será la excepción..."

"Quieres leerla conmigo?"

"Yo... Ni siquiera se, si quiero leerla, o no... Si quiero pero no se si ahora..."

"Harás una zanja. Cálmate!"

"Tu leíste la que te dejó?"

"No. Le prometí leer el libro negro primero..."

"Han pasado tres meses, y todo está demasiado tranquilo. Ya sabes, fuera de la caza de nacituris y que tengan encerrado a John y Ariel"

"Lo se. Hyroshi también me llamó ayer. Los lobos no están contentos con los ataques del imbécil de Stefano, y al parecer también hay renegados y las casas Alfas están en alerta"

Ambos miraban la pintura del Duque Jeon frente a ellos.

-Se parecen mucho- dicen al unísono y sonríen.

IGNIS (Jikook)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora