Planes

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Aclaración: los personajes perteneces a JkR pero la historia es mía.

Un hombre con un bulto en brazos caminaba cojeando un poco con su pierna izquierda por un camino adoquinado. No estaba completamente seguro de lo que estaba haciendo pero no tenía una mejor opción.

Alguien los había traicionado, su instinto le decía que fuera tras la rata pero no podía, no aún. No cuando él acababa de perderlo todo y no podía dejarlo a manos de aquel que decía ser el protector de su mundo.

-Tranquilo pequeño, todo va a estar bien- intento tranquilizar el hombre a un pequeño bebé de encrespado cabello negro llorando en sus brazos.

Llegaron a una verja alta que anunciaba la entraba a una casa señorial. Coloco su mano derecha con la varita en la verja la cual desapareció dándoles el acceso a ambos hombres.

Caminando, varios pavos reales blancos se veían por los jardines. A lo lejos se podían ver luces de colores en una celebración que a su mente no llegaba. Sus ojos brillando con restos de lagrimas al llega a la puerta de la mansión donde una mujer de rubios cabellos y un hombre rubio los esperaban.

-¿Que haces aquí Black? y con ese en tus brazos... Sabes que es su culpa lo que acaba de pasar- exclamó Lucius alzando la varita deteniendo el andar de su primo.

-Sabes tan bien como yo que eso no te interesa- sonrió de lado Sirius viendo a su prima.

-Baja la varita Lucius, esa cosa ya no puede amenazar a nuestro hijo- ordenó Narcisa sonriendo a su primo.

-Te refieres a mi hijo o... ¿A tu señor? - pregunto Sirius a son de broma- acercándose a su prima le entrego al bebé con cuidado.

-No vas a ir tras la rata, entra. Hay cosas que planear- ordenó Lucius agarrando a Sirius por el cuello.

-Pero...

-Basta Sirius, si no queremos que él nos lo quite tendremos que actuar rápido. Estará enojado- exclamó Narcisa dándose la vuelta ingresando en la mansión.

-¿Lo llevarás a dormir?- pregunto Sirius preocupado.

-Aun no, debemos hacer esto antes de que descubra dónde está- informo Lucius entrando a su despacho.

-Sabes que no hay otra forma si quieres protegerlo de él - exclamó Narcisa colocando su mano en el hombro de su primo.

-No hay otra opción - acepto Sirius decaído.

Sacando un cuchillo de plata se colocó frente a su prima sacando una de las manos del pequeño. Con un nudo en la garganta cortó la palma de la mano del bebé y la suya. Uniendo la sangre de ambos mientras el pequeño rompía a llorar.

- Yo Sirius Black, tomo a Harry Potter como mi hijo. Honrando la promesa hecha a su padre: James Potter, protegiendo con mi vida a este niño que ahora tomara el nombre de Sirius Regulus Harry Black.- recito Sirius dejando caer gotas de sangre mezclada de ambos en un libro debajo de ellos.

El niño lloraba desconsoladamente cuando otra mano se sumó a las dos con un corte profundo en su palma. Uniendo un tercer sacrifico de sangre al ya hecho.

-Yo, Lucius Malfoy, tomo a Sirius Black como mi hermano, honrando la promesa hecha a mi esposa Narcisa Malfoy y al hijo de Sirius Black como mi sobrino, tomando los nombres de Orion Malfoy y Sirius Regulus Harry Malfoy- exclamó Lucius cerrando los ojos.

Se lo debía a su mujer, él los había expuesto a ella y su propio hijo a Lord Voldemort. Ella siempre se había negado a esto. Siempre lo había rechazado y ahora que se había ido, al menos temporalmente sabía que su esposa quería esto.

Harry... ¿Malfoy?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora