⚘ › sin opción.

cuatro

ya habían pasado tres días desde aquel suceso, hasta ese momento todo seguía relativamente normal, con excepción de la opresión en su pecho que no dejaba de molestarle, las últimas palabras que jun le dijo sonaban en su cabeza una y otra vez, le hacían sentir enojo, tristeza, decepción, era una mezcla de emociones que no lo dejaban tranquilo, todas se acumulaban en su pecho y en ocasiones cuando no soportaba el peso de las mismas, lágrimas comenzaban a salir de sus ojos.

también estaba el suspenso que le invadía, la compañía no le había llamado en esos días, si las circunstancias fuesen otras él estaría emocionado trabajando en la creación de su álbum pero ahora no podía ni siquiera generar un segundo de una canción, cada que su celular sonaba su corazón comenzaba a latir desesperadamente, tenía miedo, estaba seguro que en cualquier momento lo citarian en la oficina del señor wen para despedirle.

el riesgo de que no solo lo despidieran si no que también lograran acabar con su carrera como cantante lo atemorizada en sobremanera, él amaba cantar, no había momento más feliz y significativo en su vida que aquel que pasaba sobre un escenario junto a sus fans, temía que todo ello le fuese arrebatado.

se encontraba recargado en su sillón cuando su celular comenzó a sonar, lo tomó de la mesita a su lado y vió el número, un sudor frío recorrió su espalda; era la oficina del director. respiró profundamente antes de contestar para que su voz no temblara al hacerlo.

— diga.

— joven xú buenas tardes, habla el secretario del señor wen.

— buenas tardes señor, diga ¿en qué puedo ayudarle?

— se solicita su presencia en la oficina del señor xú para hoy en la tarde.

las manos de minghao temblaron un poco y él estaba seguro que si no estuviera sentado se habría caído, sabia que ese día tenía que llegar, mentalmente se preparaba cada día, aun así el dolor que sentía seguía siendo enorme, estaba seguro que lo citaban para despedirlo, reunió toda la seguridad que pudo.

— ahí estaré.

afortunadamente su voz no se quebró, el secretario se despidió para después colgar.

comenzó a cuestionar sus acciones, tal vez no debió tratar a jun de esa forma, tal vez debió soportar eso, pero no fue por el, fue por sus fans, sintió que debía hacerlo por ellas sin embargo en ese momento nada importaba, lo hecho ya no tenia remedio.

faltaba tiempo para que saliera, cerró sus ojos, pensó en su carrera, en todo lo que había logrado, en sus fans, en lo mucho que le apoyaban y en junhui el culpable de todo, tanto del inicio como del fin de su carrera, lágrimas escaparon de sus ojos, tenia tanto de que arrepentirse y a la vez volvería a tomar el mismo camino otra vez.

llegó el momento en que debía irse, se colocó un poco de maquillaje, tomó las llaves de su auto, respiró profundamente y salió en camino a la empresa.

antes de tocar la puerta de la oficina, volvió a tomar grandes bocanadas de aire, sentía que si no lo hacia comenzaría a llorar nomas entrar en la oficina, una vez estabilizado tocó, después escuchó un "pase".

al entrar se topó con una sorpresa, el señor wen no se encontraba presente, en su lugar, estaban el vicepresidente hong junto con su secretario mas otros dos sujetos que no reconocía.

— buenas tardes minghao.

minghao hizo una reverencia antes de contestar.

— buenas tardes señor hong.

— por favor siéntate.

minghao deseaba que todo fuese rápido, de hecho prefería que le dijese inmediatamente todo, sin embargo con la esperanza de que si se mostraba complaciente solo le despidieran sin dañar su carrera permanentemente decidió no oponerse a lo que le pidieran.