Capricho || RenCheng

2

Había salido mal su viaje de regreso, desde el momento que salieron del vacío departamento que dejaron atrás hasta la llegada al aeropuerto.

Era obvio que ambos hermanos no tenían ni la más mínima intención de regresar a su antigua casa.
No es que fuera malo, solo que no se sentía bien regresar a ese lugar.

Cuando llegaron al aeropuerto tuvieron problemas con sus maletas, cuando tomaron el taxi tuvieron problemas con el tráfico y cuando llegaron a casa tuvieron un gran problema estomacal.
La casa frente a ellos era tan blanca y elegante como la recordaban, habían apenas algunas escalas de marrón en los marcos y puertas y algunos verdes del jardín; más allá de eso no habían más colores en su casa.

Aunque como siempre el más observador de ambos hermanos era Wangji, el cual vio que en los bien cortados arbustos habían pequeños brotes de alguna flor morada.
No le dio importancia, habían pasado muchos años para recordar si eso estaba ahí antes.

Cuando Xichen tocó el timbre de la puerta se pudo oír un gran eco tras el ding-dong un ruido poco escuchado en esa casa ya que si eran sinceros... Nadie los visitaba, en toda su infancia de ambos hermanos nunca pudieron invitar a otros compañeros de escuela, sumándole que todo el personal que trabajaba en la casa vivía en la misma.

Después de unos segundo la gran doble puerta  marrón se abrió, dejando ver a un empleado que les dejó pasar, para luego quitarles las maletas que llevaban en las manos.

A pesar de que era difícil acostumbrarse a este tipo de servicios, a ambos les encantaba este tipo de atención.

— Por aquí, el señor QiRen se encuentra en su oficina.

Ambos hermanos se voltearon a ver, entre ellos ya estaba establecida esta comunicación No verbal. Sabían que lo que fuera que sucediera en los próximos minutos marcaría una diferencia en sus vidas.

Avanzaron por aquel pasillo blanco iluminado por grandes ventanales, apenas adornado por algunos floreros y algunos cuadros.

Cuando quedaron frente la gran puerta blanca, Lan Xichen levantó su mano para tocar, pero antes de que sus nudillos tocarán la madera, esta se abrió dejando ver a un joven en un traje gris.
Los ojos de Xichen brillaron con la vista, frente a él se encontraba una de las personas más atractivas que había visto, unos ojos grises moteados con azul, con unas cejas rectas, una nariz delicada y unos labios pomposos.

Lan Wangji al ver que su hermano se paralizó frente a la puerta sin moverse, no pudo evitar un suspiro irritado, suspiro que logró sacar de su trance al mayor.

Xichen se disculpo retrocediendo un poco. Wangji por su lado no había entendido del todo porqué su hermano había reaccionado así hasta que lo vío, frente a él estaba una criatura interesante, sus razgos eran atractivos. Empezando con aquella mandíbula marcada y esos pequeños lunares en su cuello y mejilla, una vista que sentía que conocía de antes.

— Ammm... QiRen? Parece que te buscan en la puerta.

Ambos hermanos estaban encantados, hasta la voz misma de este hombre era perfecta, era suave pero grave, pero con un acento vibrante. Difícil de explicar.

— ¿Chicos?

El joven de traje gris y cabellos amarrado en un moño alto se hizo para atrás dejandolos pasar a ambos hermanos, estos se adentraron a la habitación viendo que está era muy diferente al resto de la casa, tenía paredes de un suave crema y algunas decoraciones más vibrantes.

Atrás de aquel escritorio se encontraba aquel hombre, su tío.

Para los hermanos Lan fue de cierta forma reconfortante y alegre volver a ver a su tío después de tantos años. Su tío nunca había podido ir a visitarlos por el exceso de trabajo de la empresa, pero ahora por fin estaban juntos otra vez.
El recuerdo de su tío era extraño, ya no sé veía tan joven, pero ciertamente no era tan viejo, apenas tenía unas cuantas canas a la vista, aunque si tenía un bigote y barba visible, como si apenas tuviera unos días de crecida.