Déjame ir, cariño.

Primer día de clases: Encontré un lindo ángel en ese infierno.

CAPITULO 1:

Todavía recuerdo el aroma de su cabello al ducharse, sus besos fogosos y los tiernos que tanto amaba, su mirada que volvía cuerdo al más loco, pero venga, ¿Que enamorado no se volvía loco?

Lunes. 04 de agosto de 2014. Estados Unidos.

Estaba en una nueva preparatoria, tercer año, un tonto sin remedio, callado, este día comenzaba las clases y mi infierno, pero con un ángel en medio.

Ese día me había levantado a las 7 de la mañana, me duche, cepille mis dientes, me puse un jeans negro, y una polera cualquiera, y mis zapatillas y baje a la cocina, le di un sonoro beso en la mejilla a mamá, queria que se sintiera que es apoyada, y que estoy adaptandome a mi nueva vida.

Mamá me había preparado unos hot cakes, y un jugó de naranja de desayuno, y la leche caliente,  volví a lavarme los dientes luego de diguerir mi comida y le anuncie a mi madre mi partida a mi nuevo colegio, ella feliz me preguntó si me iba a dejar pero le dije que se quedará con Melissa mi hermana pequeña, ella necesitaba más apoyo que yo.

Salí de casa, con celular y audífono en manos, camine al colegio que estaba a unos 15 minutos caminando, todo el camino me fui escuchando música, ni me di cuenta cuando llegue. Habían muchas chicas y chicos afuera de la gran reja que dividia la libertad y el mismo infierno, entre a la escuela un poco cauteloso para pasar desapercibido ya que no conocía a nadie y por el momento tampoco me apetecía, unas cuantas chicas me miraban como a un juguete nuevo, y sonreían, supongo intentando coquetear, las ignore y seguí hasta el fondo del pasillo donde se encontraba el director. Llegué a un escritorio donde se encontraba una mujer alta, media rellenita, a decir verdad causaba un poco de miedo, además se le iba un poquito el ojo, no es por discriminar ni nada eh. Me dedicó a hablar.

Buenas, me llamo Isaac, soy de tercer año. Y vengo a buscar mi horario, y en que aula me toca hoy.-Le hago una sonrisa que más parecía una mueca-.

Claro.-me sonríe ella, y busca unos papeles, al encontrarlos chasquea los dedos, y dice.- Isaac Hayes-.Y me entrega el horario, numero de casillero y candado más llave y  un reglamento escolar.¿Enserio cree que lo leeré?.
Gracias- le digo y me dirijo afuera de la secretaría, para dar en un pasillo lleno de casilleros-.

Camino y veo disimuladamente cual es el mío, y llegó a 356/C. Abro, y esta vacío, hecho los libros de mi mochila en el casillero y sólo dejó en la mochila el cuaderno y libro de la materia que me toca, era Biología, no era de mi gusto pero ya que, me dirijo a las escaleras ya que queda en el tercer piso y veo personas abrazándose, otras parejas besándose, o simplemente un grupo de chicas conversando, y vi lo que ya hacia falta ver, las 'chicas populares', con un escote que le hacia ver la mitad de las tetas, y un buen culo con una pequeña falda, sí están ardientes, pero quería cambiar, dejar de ser un hijo de puta, como mi padre. No quería volver a ver a las mujeres como un objeto, eso era ya otro cuento.

Hey, ¿eres nuevo? -Dice una de las chicas con el gran escote, sonriendo- Eh..sí-Respondo- Soy nuevo.-Alza su mano en forma de saludo y con sus grandes labios rojos dice- Shelsea Brooks, un gusto- le recibo el saludo- Isaac, Isaac Hayes.-Tocan el timbre y rápidamente me despido, me dirijo a mi aula- Me fui pensando sobre mi estadía aquí, alejado de todo lo que en algún momento atormento mi vida. Entre rápidamente y me sente en el quinto puesto, terminó medio para pasar inadvertido. Unos cuantos chicos a los costados me miran como bicho raro, era obvio. Al fijarme en la sala, me di cuenta que la misma chica que conocí unos instantes atrás, era mi compañera de clases. Llega un profesor, y nos da la bienvenida a nuestro último año, empieza presentando a los nuevos, cuando de repente menciona mi nombre.