|🌷| 𝘖𝘩 𝘐 𝘶𝘴𝘦𝘥 𝘵𝘰 𝘴𝘢𝘺, 𝘪 𝘸𝘰𝘶𝘭𝘥 𝘯𝘦𝘷𝘦𝘳 𝘧𝘢𝘭𝘭 𝘪𝘯 𝘭𝘰𝘷𝘦 𝘢𝘨𝘢𝘪𝘯 𝘶𝘯𝘵𝘪𝘭 𝘪 𝘧𝘰𝘶𝘯𝘥 𝘩𝘪𝘮...
Luzu, un chico emo, que juro nunca enamorarse, hasta que lo encontró a él, un precioso y extrovertido híbrido de pato...
- Luzu... También me gustas. Adoro cada parte de tí, de tu personalidad, cuando me abrazas, cuando me proteges, cuando me cuidas, amo cada cosa que haces por mi y hace que me enamoré más de ti. Tus sentimientos son correspondidos, también amo tu voz, tu cara, tu humor, tu manera de hablar, caminar, moverte o hacer cualquier acción, pues viniendo de ti es perfecta. Cada parte de tí es perfecta. Tú eres perfecto. - Dijo Quackity con un gran sonrojo en su rostro.
Luzu se sonrojó al escuchar esas palabras.
Luzu se agachó ligeramente, tomo el mentón de Quackity y lo besó, lo besó cálidamente, con tanto cariño y fragilidad que podrías morir de ternura.
Luzu detuvo el beso.
- Quackity, ¿Puedo ser tú novio?, ¿Puedes dejarme hacerte feliz, protegerte, cuidarte, amarte, valorarte, respetarte, servirte y adorarte por tanto tiempo como me permitas...? - Preguntó Luzu.
Quackity tenía lágrimas brotando en sus ojos, por tan bella declaración de amor.
- Sí, sí puedes. Te lo permito - Dijo Quackity.
Luzu sonrió, le hacía muy feliz ser novio del pato, pues fue lo que había estado esperando todo este tiempo.
El creyó que nunca se enamoraría, hasta que lo encontró a él. El chico perfecto que se robaría su corazón y todos sus pensamientos.
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Quackity y Luzu eran una pareja hermosa, se amaban y respetaban entre si. Eran una pareja muy sana. Cualquiera envidiaria esa hermosa conexión que tenían ellos dos.
Fin
¿Fin?
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HEYY, HOLAAA. Ejem, perdón por hacer está historia tan corta, pero se hizo lo que se pudo.
