El Acosador

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- ¿Que dices?- No tengo tiempo para divertirme, tengo que terminar el trabajo, y ya es tarde-

- Vamos, si no te conociera diría que tu adoración es el trabajo, eres la jefa, puedes no entregar el trabajo -

- Lucía, en serio necesito terminar esto, terminando esto podemos ir al cine o a donde tu quieras ir, ¿está bien? -

- Está bien, ya me voy, me hablas si me necesitas -

Lucía le dijo adiós con su mano y Emma volteo la vista a su computadora.

- (Marc, ¿me puedes traer los archivos 654 a 660 de la sala 2?) -

- (Si señorita) -

Emma estiró los brazos y los colocó en su cuello para después masajear asi mismo su cuello.

Dió un suspiro largo y cerró los ojos.

-Disculpe, ¿está despierta?- Dijo una voz firme.

Emma abrió los ojos y miró su reloj, eran las 3:25 pm,

-Discúlpame Marc, me dormí sin querer-

-No se preocupe, si gusta yo puedo terminar su trabajo, y mientras lo termino usted descansa un rato en la sala de descanso-

-Muchas gracias pero puedo hacerlo-

-Esta bien, si necesita algo me dice-

Marc dejó los papeles en el escritorio y se fue

-Tengo que seguir con mi trabajo-

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-¿Y cómo va el trabajo?-

-Mmm, bien, dentro de unos meses tengo que hacer unos negocios con alguien que me va a presentar Israel-

-Astrid, ¿no te cansas?, estás casi todo el día en esa oficina, no juzgo pero ¿de verdad hay tanto por hacer-

- Amaris, si vieras los montones de papeles, archivos, cintas y demás que tengo que revisar diario- Yo reviso que todo ese trabajo esté bien hecho y así mandarlo-

-Suena duro, ¿cuándo te tocan tus vacaciones?-

-En 2 semanas, pero no se si tomarlas o dejarlas, quiero acabar el proyecto para el siguiente mes-

-Utiliza esas vacaciones para disfrutar, ir de viaje etc, tienes un mes para acabar lo que te falte-

-Está bien, lo tomaré en cuenta, por ahora tengo que volver a la oficina

-Tu no te vas de acá.- Tú te quedas conmigo, vamos a la plaza-

-Pero ya acabó mi descanso-

-Yo me encargo de eso, eres la jefa, ¿qué puede pasar?-

Astrid prendió su celular y vió que eran las 3:25 pm

-Está bien, 40 minutos solamente- Y déjame avisar a mis empleados-
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[Trabajo] 3:26

-Buenas tardes- Informo que hay extensión de descanso de 40 minutos, gracias.-
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-Listo, ahora llévame a dónde tu quieras-

-Bien, vamos-

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-Acabe el trabajo, justo a las 4:56, me puedo ir a casa-

-Marc, avisa porfavor que mi turno ha finalizado-

-Solo agarro mis cosas y me voy-

Emma tenía sus cosas en la mano y se estaba dirigiendo a la puerta cuando de pronto sonó su teléfono, era raro, un número desconocido, contestó, era alguien con la voz roncosa, se entrecortaba la llamada, pero alcanzó a oír unos gritos provenientes de alguna habitación, colgó rápidamente.

Quiso rastrear el número pero no la dejaba por alguna razón, estaba confundida, ¿quien sería aquella persona?.

Después de ese suceso apresuró el paso a comprar unas medicinas para su madre, mientras las compraba sentía una sensación de que alguien la vigilaba, volteó a los lados pero no veía a nadie, volteó hacia atrás y ahí estaba, alguien de capucha, no se sintió segura, el hombre pidió una aspirina y salió de la tienda junto con ella, lo sabía, el señor o el muchacho la seguía, comenzó a caminar rápido hasta llegar a una casa, tocó y le abrieron, dijo que si podía pasar, estando allí explicó que alguien la venía siguiendo y que si se podía quedar un rato, la pareja muy amable le dijo que sí, se sentó en el sofá y le ofrecieron agua, no la aceptó, la mujer llamó a la policía para decirles lo ocurrido, Emma dio la descripción de aquel hombre, labios delgados, naríz recta pero chica, ojos grandes y de color café, no sabía el color del pelo, pero suponía era un tono rubio.

No tardó en llegar la policía, dibujaron al sujeto y ahora lo estaban buscando, ahí estaba Emma, aturdida, terminando se fue la policía y la pareja llevó a Emma a su casa, Emma dió las gracias y entró, no le quiso decir nada a su mamá ya que tenía problemas del corazón, y si se enteraba podría traer problemas, le dió el medicamento y fue a cambiarse, notó en su camisa por la parte de atrás un objeto de rastreo, se lo quito y lo destruyó, ese maldito enfermo seguramente ya la había estado vigilando desde tiempo atrás, ella lo sabía, cada que salía sentía esa misma sensación, con todo eso ya habían dado las 6:40 pm, después de cambiarse bajó a hacer la cena, comió con su madre y se fueron a sus cuartos, su mamá ya se habría dormido y ella igual pero estaba todavía analizando todo lo de ese día, había entendido que la calle es peligrosa, le contó todo a su amiga Lucía, Lucía no paraba de preguntar si ya sabía algo de ese acosador, ella le dijo que no, al día siguiente iba a ir a la comisaría a preguntar sobre el hombre, por ahora solo quería dormir, fue un día largo. Ya estaba en su cama cuando escucha el timbre, baja y se fija por la ventana, era él, era ese quien la seguía, sin dudarlo llamó a la policía, empezó a tocar fuertemente, no dudo en subir y esconderse en el cuarto junto con su madre, tratando de no hacer ruido para no despertarla, se escuchó la puerta principal abrirse, temía lo peor, los pasos se escuchaban fuertes, como zapatos pesados, estaba revisando la cocina, esos sartenes que hacían ruido eran reconocibles, después pasó por la sala, y luego por el baño, de pronto, sucedió lo peor, subía lentamente las escaleras, escuchó que abrió la habitación de ella, no tenía ni siquiera perro para que ladrara, quería llorar, pero no podía, el más mínimo ruido la delataría, se escuchó lo que no quería que pasara, se escuchó la manija del cuarto abrirse, y de pronto...

°-El latir de nuestro corazón-°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora