—Otra vez aquí, solo acércate y deshazte de él.
Hueningkai pensaba que se estaba volviendo loco, la primera noche solo se levantó y bajo hasta su habitación para dormir, por qué tenía que estar soñando, eso tenía más sentido a comparación de que un gato le hablara. Pero al día siguiente cuando subió para comprobar si había sucedido de verdad vio la manta y la taza tiradas en el suelo. Y el gato se le acercó otra vez para pedirle que le hiciera daño a Beomgyu.
—No haré algo como eso —era la cuarta noche que subía a ver las estrellas y el pequeño felino le hablaba.
—Solo hazlo, ¿No crees que es molesto? Lo único que hace es cuidar hierbas.
—Es tierno —contesto.
—No tiene nada de tierno —dijo el gato—. Si no comienzas a actuar tendré que rasguñar tú cara al menos.
—No puedes hacer eso —reprendío—. Por cierto te llamaré Latte.
—Un nombre tonto, cómo tú.
Hueningkai los observo disgustado y saco su arma mortal, un rociador con agua.
—¿Por qué quieres que lo mate? —pregunto apuntando, listo para mojar al gato por cualquier cosa.
—Necesito un cuerpo y Beomgyu resulta más hermoso que el promedió, eso es un beneficio.
—Así que eres un gato frustrado que quiere vivir como humano y busca gente atractiva.
—Si, solo gente atractiva, tú no debes preocuparte por qué te haga algo.
—¡Oye eso fue grosero! —se quejo para al fin apretar el botón y atacarlo con algunas gotas de agua.
☁️
—Hola vecino —Hueningkai saludo efusivo al otro lado de la cerca que rodeaba el jardín de Beomgyu.
—Hola, no te había visto por aquí —se quedó estático, no podía creer que tuviera una voz tan preciosa, no solo eso, de cerca era mil veces más hermoso.
—Estoy de vacaciones y lo único que he hecho es encerrarme a jugar videojuegos pero mi padre sugirió que hiciera otras cosas y que mejor que conocer a la persona de a lado —en realidad un gato lo amenazó con empezar a acercarse a él o rasguñaria su cara.
Lo vio dejar la pequeña pala a un lado y retirar sus guantes para dirigirse a él y extender su mano.
—En ese caso soy Choi Beomgyu, un placer conocerte.
—Soy Hueningkai Kamal, me puedes decir solo Kai —tambien extendió su mano para recibir el saludo—. Por cierto traje galletas.
—Que amable, pasa —se acercó a la rejilla y abrió la pequeña puerta—. Entremos, te prepararé un café.
Beomgyu camino a la entrada de su casa y le indico que lo siguiera. Era un poquito más bajo que el y su complexión igual era delgada a comparación suya, Hueningkai estaba demasiado nervioso, ¿Le podía gustar alguien solo por como luce? Por qué ni siquiera lo conocía pero ya se sentía débil a los encantos por descubrir de su vecino.
Tomo asiento en la sala y empezó a ver todo a su alrededor, la decoración era demasiado simple pero en cada mueble había floreros bonitos con flores coloridas para darle algo más distintivo al lugar.
—Perdón por tardar, aún soy un poco torpe usando la cafetera —se disculpo llevando dos tazas para dejarlos en la mesita frente a ellos.
—Esta bien, yo tampoco se utilizar una. ¿Por qué te gustan tanto las flores? —preguntó.
—Cuando mis padres murieron pensé que me iba a volver demente y pase por etapas muy oscuras, mi abuela me insistió en buscar algo que me sacará de mis pensamientos e intente cientos de cosas pero al final lo que me ayudó fue la jardinería —explico—. Hay algo de maravilloso en cuidar a cientos de seres vivos dándoles agua, quitando las malas hierbas y cortando sus flores y frutos para que crezcan otras nuevas.
Hueningkai se quedó pasmado, no solo tenía una bonita cara, su corazón también era bonito.
—Pues solo con ver tu jardín desde la ventana de mi casa en las mañanas creo que puedo decir que haces un buen trabajo.
Las mejillas de Beomgyu se hicieron de un color rosa claro.
—Gracias, si quieres puedes venir mañana y te enseñaré un poco.
—Seria un honor —sin darse cuenta ya tenía una amplia sonrisa en su rostro.
Pasaron la tarde hablando, Beomgyu se mantenía gracias a la herencia de sus padres y por eso se podía permitir vivir solo, aparte de que buscaba un lugar donde la universidad le quedará más cerca, estudiaba diseño de modas y su sueño era abrir una florería mientras que en sus ratos libres iba a preparar una colección de ropa tan impresionante que dejaría a todos perplejos. Era demasiado a comparación suya, estaba un último año de preparatoria y lo único que hacía era jugar cientos de horas frente a su monitor o salir con Soobin y aún no sabía que quería estudiar.
—Gracias por hacerme compañía —dijo Beomgyu acompañándolo a salir—. Kai, toma.
El se acercó a recibir una linda gerbera.
—Te veo mañana.
¿Será este el romance adolescente que tanto quería?
✨
🌠 TalesOfHueningPrince
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El gato malvado de la azotea ➣ Beomkai
FanfictionHueningkai no sabe que hacer, hay un gato que todas las noches le dice que lastime a Beomgyu.