=͟͟͞♡ este one-shot contendrá eroguro* leve y mención a drogas alucinógenas.
si este contenido te shockea, lo odias o te disgusta; recomiendo no leerlo.
eroguro* mezcla de lo erótico con lo grotesco.
side note: la canción no tiene nada que ver, es para que tengan las vibras.
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❝Eso, eso. Me gusta eso.
Eso, eso. Me gusta, cariño。❞
El laboratorio de Draxum tenía un estilo paralelo. En una de las mesas, había juegos de química, algunos sostenidos por barras de metal, otros con tubos de plástico, conectándose entre ellos. Hoy, Draxum era el que se puso a trabajar con estos, dejando a Lou en la mesada repleta de frascos; frascos con órganos sumergidos en formol.
-Mh... - Volteó el frasco, el líquido amarillento revolvió un par de burbujas grandes, subiendo a la par que esas bolitas bajaban hacia la tapa. -¿Glándula(s) pituitaria(s)? - Leyó pausadamente la etiqueta, dándose cuenta de que su pronunciación fue cercana a perfecta.
Abrió los ojos, sorprendido. Apoyó el frasco sobre la mesa y miró fijamente, lo que, presumidamente, debía verse como un grupo de guisantes por consumir, lucían como... dos pelotas blancas, resecas, con quemaduras marrones en los extremos. Se chocaban entre sí con cada movimiento, marcándose en un gris cuando tocaban el vidrio. Ver esta deformación no lo estaba divirtiendo, lo estaba disgustando.
Lucían, verdaderamente, como partes del cuerpo, como algo que alguien más tendría dentro de sí. Esto lo desterró de su siesta mental, sintiendo como si su cerebro hubiese sido arrojado a un túnel, canalizando el sonido de sus pensamientos en un eco.
Soltó aire, apuntándolo hacia su copete, moviéndolo. Volvió a agarrar el frasco, dudoso, poniéndolo contra la luz que encandilaba desde la ventana. El amarillo se volvía oro y las glándulas se ocultaban en el brillo. Parpadeó muchas veces hasta que sus ojos lloraron, sin obtener nada, ni siquiera un lapso de fantasía.
Suspiró, sabía qué tenía que hacer y sabía que tenía que hacerlo rápido.
-Drax. - Se volteó, girando el mecanismo de su taburete. -¿Sabes dónde Muninn dejó mi coso? - Sonaba algo pesimista.
-Si con tu "coso", te refieres a las pastillas. - Al decir esto, Lou le acotó con un 'ajá' de cierta pesadez. -Tendrían que estar en la primera alacena izquierda después de la del medio. - Se la señaló, moviendo la mano para enfatizar. Todo esto sin despegar sus ojos del telescopio. -Si no, vas a tener que tomar algo más.
Hizo una mueca, empujándose hacia atrás con el borde de la mesa. Se levantó y caminó hacia la alacena. Se centró en cosas no tan opulentas como su sobriedad, la humedad de las paredes, lo fúnebre del ambiente, el sonido de sus zapatos al caminar. -¿Cuál era la izquierda? - Se preguntó en voz alta.
