𝙋𝙖𝙧𝙩𝙚 𝙪́𝙣𝙞𝙘𝙖.

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Después de que los amigos de Jungkook estuvieran al tope de ebrios en aquel Table Dance, habían lanzado a Jungkook junto con ellos en los camerinos.

-¡Vamos! pruébate esto chiquillo.
-¡Si!, póntelo Jungkook.

Los tres amigos de Jungkook insistían en que el azabache se probara los vestuarios extravagantes y reveladores desde que habían llegado a los ganchos llenos de ropa de aquel camerino. Revisaban prenda por prenda con gracia en sus caras debido a su estado de ebriedad.

El azabache era menor que ellos por poco, así que no se excedió tanto con el alcohol, por lo tanto estaba medio consciente de lo que estaban haciendo.

Pensaba que estaba mal y se sentía un tanto incómodo. Pero lo dejo pasar. De igual manera uno no siempre era joven.

-Ustedes están locos. No me probaré nada de eso. - respondió con un tono bromista.

-¡Pero Jungkook!, de seguro que a ti te quedan de puta madre. - lanzó un chico.

-Siii. Apuesto a que traerías a muchos babeando si haces lo que sabes hacer.

-Y según tú, ¿Qué es lo que sé hacer, tarado?

-No compartiré mi respuesta.

-Entonces guarda silencio, pervertido.

-Tu deberías esconder esas piernas.

-Como sea, no me pondré nada. Y ya deberíamos salir.

Los tres muchachos mostraron cara de indignación e hicieron un aura silenciosa.

-Vamos, no se pongan así.

-¿Escucharon a alguien?
-No-. Respondieron al unísono.

-¿Enserio van a hacerme esto?

Otro momento de silencio...

-¡Está bien!

-¡Wuuu!, ese es nuestro pequeño. - alardearon los demás jóvenes.

-Pero pobre del que me tome alguna foto. Me asegurare de romperle las manos.

-No haremos nada de eso. Ahora ve. ¿cuál te gusta más?

No podía creer que haya accedido.

"Qué más da?"

Pasó sus manos en todos los ganchos, viendo vestuarios con diseños que jamás había visto. Uno que otro era de dos prendas; una tanga con un top. Y otras eran de cuerpo entero y pegado al cuerpo.

-No sé cuál.

-Mmm-. Otro chico pretendía buscar uno. - Ah, ¡mira!, este se parece a la tanga que le vi a mi madre en el bote de la ropa sucia!

-Iugh! - los demás reaccionaron mientras que el otro moría de risa.

-No nos interesa saber lo que usa tu madre cuando no estas.

-Ya, ya. Yo por lo menos fui planeado.

-¿Y eso que tiene que ver?

Estaban tan ensimismados en la tonta discusión que no habían notado que el azabache se fue al probador a cambiarse. Ya había elegido una prenda.

Cuando estuvo listo para ser la burla de sus amigos, abrió la puerta lentamente y agarró una corona que había cerca de la mesa de maquillaje. Se miró en el espejo grande que se encontraba en el lugar y sonrió ladino.

-Bueno. Admito que si tengo buenas piernas.

Eso sacó de la burbuja a sus amigos y voltearon a verlo.

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