Dia 1.

82 6 0
                                    

Hoy me levante sin ganas de nada. Cogí la ropa y me la puse. Me mire en el espejo, era la tipica niña normal que nadie queria. Mi pelo marrón, mis ojos verdes y mi piel morena. Llevaba puesto unos pantalones cortos vaqueros, una sudadera de Paul Frank y mis Vans negras. Fui al baño a peinarme, me hize una coleta pero no me quedaba bien, me deje el pelo suelto, tan ondulado como siempre. Me volvi a mirar en el espejo, por primera vez, no me veia como aquel bicho raro de aparato y gafas. Hoy, 19 de Septiembre, estaba dispuesta a comerme el mundo. Me habian quitado el dichoso aparato, y mis gafas, mis adoradas gafas, habian desaparecido y habia dejado paso a las lentillas. Amaba el aspecto que tenia aquel dia, estaba dispuesta a todo lo que me propusiera. Sali de casa, y llegue al instituto. Me sente en mi sitio de siempre, atrás del todo, sola. Pero ese dia, dió un giro inesperado. Para mi sorpresa, el pivonazo del instituto se habia sentado conmigo. Hablamos durante toda la hora hasta que se fue. Ese dia, mi suerte habia cambiado, o al menos eso creia yo. Al acabar el instituto, me fui a casa acompañada por Andrea, mi mejor amiga. Me despedí de ella y fuí a comer. No me podia creer lo que me habia pasado. Me sente en la mesa y comí, habia macarrones. Luego subí a mi cuarto y hize los deberes. Me llevó un buen rato, cuando acabe decidi mirar el WhastApp. Tenia un mensaje de... ¡Raul! No me lo podia creer, el pivonazo del instituto me habia pedido quedar con él en el parque. Le dije que si, obvio. Fui corriendo al parque, y allí estaba él, tan guapo como siempre. Me senté a su lado, me dijo que me queria, pero que no se habia decidido a decirselo hasta hoy. Yo estaba alucinada, la chica rara de los pasillos, acaba de descubrir que el pivonazo del instituto estaba por ella. ¡Increible! Cuando nos estabamos despidiendo, Raúl me dió un beso, ¡En los labios! No me lo podia creer. En ese momento, Jaime, Álvaro, Lucas, Alberto, Xana, Nerea y Marina salieron de detrás de unos arbustos riendose. No paraban de repetir "La idiota esta se lo ha creido" y mas risas. No me lo podia creer, ¿el beso habia sido de mentira? Mire a Raúl y el tambien se estaba riendo, me dijo "Eres una idiota, todo era mentira, como me vas a gustar" y mas risas por parte de sus amigos. Sali corriendo de aquel parque. Al llegar a casa, sentí como aquel dia, habia dado un giro inesperado. Me tumbé en mi cama y empezé a llorar. A las 22:00 bajé a la cocina a cenar, por suerte mis padres no estaban. Cené y volví a mi cuarto, pero esta vez no lloré. Miré el WhastApp, tenia un mensaje de un número desconocido. Le dije "hola" y me dormí...

Amor Entre PantallasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora