Después de resolver el caso de Sweet Pete, las ardillas deciden reunirse en la casa de Chip para recordar los viejos tiempos y hablar de lo que han hecho durante estos 30 años que estuvieron separados, pero un apagón puede arruinar o mejorar su noch...
Treinta años, eso es demasiado, aunque intente seguir en el mundo de la fama, no me fue muy bien, hoy es una oportunidad perfecta para volver a tener esa confianza que antes tenía con Chip.
Me vestí con mi camiseta hawaiana de siempre, pero con mi chompa azul, no me quería congelar de frío.
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Chip
Escuché que alguien tocaba mi puerta, vi la hora, como siempre llegando tarde, mi perrita comenzó a ladrar, caminé hacia la puerta y la abrí.
-Llegaste tarde -dije al verlo-
-Hola, yo también estoy bien, gracias por preguntar -sonrió-
-Pasa te vas a congelar -le abrí camino para que pasara-
-Que caballero -hizo una reverencia-
-Me arrepiento de esto -dije cerrando la puerta, haciendo que Dale se quedara afuera-
-Chip, las bromas no son tu estilo -escuche sus quejas y acto seguido el mismo abrió la puerta-
Millie se acercó corriendo hacía Dale y comenzó a olerlo.
-Wow, que nena tan grande -se sorprendió mientras sonreía-
-Sí lo es
Mi mascota sin previo aviso comenzó a lamerle la cara
-Creo que me me ama -dijo feliz-
-Que asco -dije con simpleza-
Nos sentamos en el sofá y hubo un pequeño silencio, nos observamos, no dijimos nada, hasta que mi acompañante rompió el silencio.
-Tengo hambre
-Bueno, traigo unas nueces -me levanté del sofá, caminé hacia la cocina, puse las nueces en un pozuelo y regresé a la sala- Listo, aquí están
-Gracias -sus ojos se iluminaron al ver tal alimento y sin pensarlo comenzó a comer-
Me límite a verlo, no había cambiado mucho, recuerdo que cuando eramos niños, Dale siempre se ensuciaba con la comida, era un desastre, bueno lo sigue siendo, lo que me hizo recordar el día que casi dejamos mi cocina hecho un desastre.
-¿Recuerdas que cuando eramos niños, te invité a mi casa? Ese día nos dio hambre y dejaste el piso lleno de yema de huevo -inevitablemente sonreí-
-Oh, claro que lo recuerdo muy bien -dejo de comer y me miró con una sonrisa-
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