La vida puede ser cruel, puedes ganar y puedes perder, tienes que saber como utilizar tus cartas y las habilidades que tienes, como si de un video juego se tratase, solo el mas fuerte y astuto gana,eso es lo que pensaba Yui.
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La vida puede ser cruel, puedes ganar y puedes perder, tienes que saber como utilizar tus cartas y las habilidades que tienes, como si de un video juego se tratase, solo el mas fuerte y astuto gana.
Eso es lo que pensaba Yui, siempre fue ignorada por su familia, se refugio en los video juegos y en las historias de fantasía, hasta que un día conoció la novela del Gran Maestro del Cultivo Demoniaco, trataba de la trágica vida de un joven que protegió a personas inocentes y esto lo llevo a su muerte, pero tubo la oportunidad de regresar y poder limpiar su nombre logrando obtener su final feliz junto a la persona que amaba.
Yui quería ser como el, así que tomo como impulso el lema de la secta de su personaje favorito para superar sus problemas, no busco la aceptación de su familia y desidia caminar por un camino diferente al que su familia la estaba obligando a caminar, busco sus propios medios y puso a trabajar esa brillante mente que tenia, se convirtió en escritora a escondidas de su familia, así logrando tener un buen financiamiento.
Lo invirtió en la bolsa de valores con ayuda de uno de sus profesores, gracias a la ayuda de su maestro logro tener una empresa a una corta edad, toda su familia no sabia de los logros de ella, solo sabían que era una chica común y corriente estudiando leyes, lo que no sabían es que no solo estudiaba eso, logro obtener permiso de su escuela para estudiar otra carrera al mismo tiempo de la que tenia, sus maestros estaban impresionados pus ella logro algo poco posible o como ella decía logro lo imposible.
Todo iba de maravilla, se alejo de la toxica familia que tenia, pudo tener una buena vida, pero se sentía sola, sentía un vacío, que fue llenado por sus lindos hijos, los cuales adopto, pues ella no quería estar detrás de un hombre, ella era mas que capas de poder criara a unos niños sin la necesidad de un hombre y así lo hiso adopto a un par de gemelos de tan solo 8 años de edad.
Y vivieron felices por siempre o ese era el plan que Yui quería, lamentablemente se dio cuenta que la vida no es una novela o un video juego en donde si vas perdiendo puedes apagarlo e iniciar de nuevo.
La cruel realidad la golpeo en la cara puede que lograra grandes hazañas, pero ni siquiera todo el dinero del mundo o las mas grandes estrategias podían salvarla de una enfermedad terminal.
Rodeada de sus hijos, amigos, compañeros, trabajadores mas fieles a ella, dio su ultimo aliento, cuando cerro sus ojos, no sintió nada, lo único que veía era una inmensa oscuridad que la cubría.
Murió, si murió en la cómoda y cálida familia que logro obtener, sin tener algún arrepentimiento, lo único que lamentaba era dejar a sus hijo pero sabia que ellos estarían bien pues ya estaban grandes, ellos podían seguir sin ella pues los dejo en las mejores manos que podía tener su fiel secretario y gran amigo que siempre estuvo con ella en las buenas y en las malas, lo quería como un hermano siempre apoyándose, aunque el era un poco enojón y ella siempre fue la divertida.
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En medio de la densa oscuridad unas letras aparecieron, era una ventana como la de los video juegos que jugaba de joven.
" Felicidades al usuario has desbloqueado una nueva misión"
