G I R A S O L E...🌻

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Toni pensaba en un principio que el ruido estruendoso de la moto de su novio no era más que para llamar la atención, pero viendo como disfrutaba Hunt que el escape del motor hacia reventar la vena de Conway le hizo cambiar de opinión.

—Apaga es maldita chatarra Nick Hunter —levantó el dedo amenazante el mayor.

—Vamos suegro, no sea un amargado.

Miró como su papá adoptivo Gustabo se tapó la boca para evitar reírse, ambos rubios se encontraban "escondidos" para escuchar la entretenida conversación de su otro padre con Hunt.

—Amargado será para ti cuando te haga pruebas de sangre y se rebele que estás peor que un yonqui de mierda.

Ahí va de nuevo. Jack Conway cuestionando hasta el respirar de su novio, pero no lo culpaba, admite que ambos empezaron con el pie izquierdo.

¿Conociéndose en una venta de drogas? Santo Dio, si Toni era un menor de edad y solo asistió para acompañar a su amigo José, que, por cierto, gracias a él no habría conocido al chico que alegra sus días.

Claro, no toda relación donde tu novio se involucre en venta de drogas y siendo un consumidor compulsivo, sumando a que tu padre adoptivo es el terror de la ciudad no es color de rosa, y eso que a Toni no le importa porque Nick Hunter es un caballero en todas las palabras: lo cuida, le regala una flor robada de algún jardín y siempre se encuentra sobrio cuando se ven.

Pero no, para Conway que su niño (joven adulto) salga con un delincuente que no tiene donde morir con dignidad y le saca un par de años es asqueroso.

Ahora, ¿Quién creería que tiempo después que el señor cascarrabias y su novio problemático hayan pactado un trato? Hunter podría ser siendo su pareja siempre y cuando deje las drogas, y de información sobre alguna organización pesada (solo cuando Conway se lo pida).

—¿Por qué es tan grosero? —miró simuladamente en la ventana Toni— tengo sentimientos, soy humano —vio a Hunt negando con la cabeza con la mano en el pecho, que exagerado.

—Pero que cabrón —susurró Gustabo que le divertía ver a su esposo a punto de explotar y sacar a patadas al chico de la acera.

—¿Entonces qué? ¿puedo tener a su hijo por el resto de mi vida?

—¡¿Qué?! —dijeron Toni y Conway al mismo tiempo.

Una tonta sonrisa salió de él, ¿acaso había escuchado bien?

Con el corazón bailando de felicidad y saltando él también en su lugar corrió a la puerta sin importar en empujar a su padre.

—¿por el resto de tu vida? —sonrió de oreja a oreja.

—Hey muñequito.

Los tortolitos pronto se hicieron notar y el exsuperintendente solo pudo suspirar de cansancio, pero sin pasar de alto el sonrojo y nerviosismo evidente del moreno. Carraspeó haciendo notar su presencia.

—yo- uhm- nos- per- iba- —levantó la ceja al ver a Toni tartamudear— nosotros ya nos vamos.

—Espera muñequito, ¿le dirás así como si nada?

—Oh, ellos ya lo saben.

Hunter lo miró confundido mientras que el rubio se despedía con un beso en la mejilla a su papá y luego una sonrisa a su padre.

—¿Cómo el suegro te dejó ir conmigo tan fácilmente? —colocó con cuidado el casco en su novio.

—Ni yo lo sé —mintió. En realidad, había hecho cara de perrito abandonado a Conway, que justo ahora seguía mirándolo desde la puerta con los brazos cruzados y detrás de él pudo distinguir la mano de su papá con el pulgar arriba.

Un Felice Girasole [HUNTONI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora