caminaba por la calle de mi pueblo, la gente iba y venía para comprar cosas y hacer mandados, se veían felices y atareados, yo pensaba en mi vida, en todo lo que había logrado, mis pinturas ocupaban museos en todo México y era reconocido, todos en el pueblo me conocían y me saludaban; eran personas amables y tranquilas.
El aire soplaba y arrastraba hermosas nubes blancas y esponjosas por el cielo azul, era un bonito día de otoño, pero aún así un escalofrío me recorrió la columna, mis antebrazos se enchinaron haciendo que mis pelos se erizaran, tenía ganas de hacer algo con mis manos, sentía que alguien me observaba, me voltee y lo confirme, a unos 100 metros por detrás alguien con gabardina oscura y sombrero negro me miraba, no le pude distinguir la cara pero me asusté, camine más rápido y justo antes de doblar en una esquina me volví a girar, pero ese sujeto ya no estaba.
fuí directo a mi casa un tanto confundido y nervioso.Esa noche marque a mi hijo para saber cómo estaba, él vivía en la ciudad de México y yo me quedaba con él en algunas ocasiones cuando tenía exposiciónes (osea muy a menudo) pero no me contestó, ni siquiera a la 3era llamada. pensé que estaria ocupado y me preocupe, me tronaba los dedos y caminaba de un lado a otro de la casa - ¿le dire?- me pregunté
-No, no, aún no-pero en eso alguien llamo a la puerta con 3 golpes lentos, muy lentos.
tac... tac... tac.
No esperaba a nadie y no tenía ningun amigo en aquel pueblo, por lo menos no uno verdadero, los vecinos nunca llamaban y las escasas veces que lo hacían fingía que no había nadie, pero en esta ocasión sentí ansiedad por abrir, me fijé por la ventana para ver si era alguien conocido pero no se distinguia nada, me puse nervioso, respire profundo y decidí abrír la puerta, no había nadie, la calle estaba vacía y oscura, solo una lámpara anaranjada alumbraba todo tenuemente ya que estaba demasiado opaca por la suciedad de bichos y tierra. Simplemente había un silencio sepulcral -malditos- pensé en chavales bromistas y latosos, pero una parte de mi estaba inquieta y un tanto paranoica- ¿seria ese tipo? se me hacía familiar, como si ya lo hubiera visto antes, pero lo recordaría si así fuera- decidí ignorar el asunto y dejé de darle vueltas en mi cabeza.
Eran las 11 de la noche y encendí la tele, me acosté en el sofá que estaba justo a lado de la puerta principal y bajo la ventana de la sala, me puse a ver un maratón de los Simpsons con el volumen bajo y en media hora me quedé dormido, en mis sueños sentía un nerviosismo e inquietud extraña; mis manos carmesis y mojadas, su bello cuerpo en el suelo, inmóvil, mi mente no dejaba de dar vueltas cada vez más rápido mostrandome esas mismas imágenes. Me levanté con un sobresalto, abrí los ojos y lo vi, sus ojos estaban tan desorbitados que parecía que casi se le caerían de la cara, eran como esos juguetes de goma que si los aplastas se les salen los ojos, me miraba fijamente al rostro, no parpadeaba y solamente asomaba por la ventana su sombrero, sus ojos y un poco de su nariz de tez aperlada , la luz cambiante de la tele lo hacía ver aún más tétrico, con un baile de luces y sombras sobre su rostro, me caí del sofá del susto dando un respimgo, pero en eso una voz débil y aguda se escuchó y con un tono de suplica dijo - me dejas entrar, por favor- y de un parpadeo a otro desapareció- alguien me estaba acosando? O estaba alucinando?- Llame a la policía(quien solo era un sheriff:Gabriel) con todo mi cuerpo temblando. no contesto, eran las 2 de la mañana y yo estaba asustado, me encerré en mi cuarto y cerré la cortina de mi ventana la cual daba a otra calle, sentía frío y me sentía vigilado, pero en eso una voz retumbó en mi cabeza -no puedes ignorarme, por favor- la luz titilio y de un segundo para otro se apagó la luz de mi cuarto, la intenté prender pero el interruptor no funcionaba, intenté abrir la puerta pero estaba trabada, en eso a mi espalda se escuchó que tocaron mi ventana.
tac tac.me gire lentamente y una sombra con el mismo sombrero se proyectaba sobre mi cortina, la luz de la farola se filtraba por ella, me disponía a quedarme ahi paralizado hasta que se fuera, pero ya estaba harto, debía correrlo y amenazarlo, saque la escopeta escondida en mí armario y abrí las cortinas, lo que vi me paralizó, era el mismo sujeto pero su cara estaba destruida, como si una bomba le hubiera explotado el rostro, todo era músculo libre y carne molida, un ojo le colgaba y el otro ya no tenía párpado, su sonrisa estaba pelona como la de una calavera, me aleje hasta el otro extremo y le apunte con mi mano temblorosa
-La- la- lárgate.
-Pero si aquí es donde pertenezco.
-De que diablos estás hablando, no perteneces aquí idiota lárgate o juro que disparo.
-Ya no te acuerdas de mi ¿verdad?- dijo con una voz triste- ¿Por qué ya no has ido a trabajar eh?
-¿Qué?, yo no te conozco... y que te importa maldito, lárgate.
-Ahh, ¿crees que no se darán cuenta de que Miriam desapareció?-
Yo me quedé atónito, ¿lo sabía? Pero ¿cómo? ¿me habría visto en el patio? Nó, yo me asegure de que no hubiera nadie observando - no se de que estás hablando, si no te largas ahora mismo arremetere contigo-
-Pobre Mikey- dijo con una voz cansada y triste de anciano mientras suspiraba- El no se merece saberlo, ¿no crees?
Yo me quedé helado, recordé a mi hijo, a mi pequeño bebé y cuánto amaba a su madre, las lágrimas aflojaron y empeze a sollozar, me olvide del tipo y tire la escopeta, caí de rodillas, pero en eso el monstruo traspaso la pared y la ventana,se acercó a mi y me abrazo, pense que me habia vuelto loco- ya ya, no fue tu culpa, ¿recuerdas quién fue el que nos hizo hacer eso?, ¿quién nos unió hace tantos años?- de repente todo volvió a mi mente; quien era él, el día que lo conocí, y todo lo que habíamos pasado juntos. Recordé a mi padre quien me golpeaba, a mi madre que nunca hizo nada para detenerlo, los niños que me humillaban, esta maldita sociedad que solo te ve como un maldito engrane de su maquinaria, gente hipócrita que en realidad solo finge ser amable, todo eso se me vino a la vez ,esa furia que había tenido siempre y que aveces ocultaba y olvidaba.
-vamos a hacer un último espectáculo- me susurro mi amigo; aquel a quien había sacado a patadas después de ver lo que había hecho, lo que me había hecho hacer. Pero tenía razón, él era mi único amigo, era quien me enjuagaba las lágrimas cuando era niño, quién me había consolado toda mi maldita vida- perdoname, perdón por haberte hechado, me había asustado tanto- solloze mientras él me abrazaba, me volví a sentir como aquel crio asustado e indefenso. Su rostro se reponía lentamente y volvía a ser ese señor amable y risueño, de cara redondeada y de tez perfecta, justo como lo recordaba- está bien, no llores, no te quise asustar, esque recuerda que me empiezo a derretir si estoy lejos de ti, solo me volviste a olvidar como siempre, pero nunca dejaremos de ser amigos, nunca, ellos no nos pueden separar, todo es su culpa, necesitan pagar, necesitamos liberar a este pueblo de esos pecadores, no queremos que otros niños, otras personas paguen las consecuencias de sus abusos, o si?- dijo con un tono que arrullaba e hipnotizaba, un tono furioso y amable al mismo tiempo- todos ellos a quien odiaba, quienes me habían herido, mi padre, mis compañeros de clase, todos estaban aqui en este pueblo, y hoy sería su juicio, hoy sería el día en que me iría con el único que estuvo siempre a mi lado, siempre. Yo no lo ví pero mi amigo sonrió y se empezó a reír a carcajadas, yo me enjuague mis lágrimas y me empeze a reír con él mientras en el interior quería llorar, me encaje las uñas en los pómulos y me arañe hasta que 5 gotas de sangre recorrían cada una de mis mejillas, pero me gustó, me gustó ese dolor. El sr bright ,cómo se me había presentado hace muchos años, agarro la escopeta, paso por el espejo del pasillo y en el reflejo estaba únicamente yo, se sentía como si él me llevará cargado en sus brazos, mientras yo me sentía adormilado, seguro y en casa. El señor bright abrio la puerta, olfateo el aire y sonrió de puro placer, mientras yo pensaba muy en el fondo- perdoname Mikey, te amo hijo mío, pero estarás mejor sin mí- y me dormí sabiendo que el sr bright se encargaría de todos, de todo...Y de mí.
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el señor bright
Mystery / Thriller¿Qué es lo que pasa cuando realmente nos adentramos a la mente de un sujeto el cual tiene éxito y dinero?, ¿realmente será alguien feliz? O... ¿No tanto?, Una cosa sí es cierta, nunca sabremos lo que piensa, aunque sea tu padre.