03 Problemas.

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Capítulo tres.

La mañana había pasado rápido para Sunghoon y no podía estar más agradecido al respecto, aún faltaba una asignatura y luego iría a casa de Jake a comer el tan esperado ramen del que no había parado de hablar el día anterior.

Pero por más de que aquella mañana había sido especialmente tranquila, desde que había pisado el edificio escolar su cabeza no dejó de darle vueltas a un asunto en particular, y es que con el pasar de las horas, notó la ausencia de alguien en el salón. Le causaría regocijo el que no haya asistido aquel estorbo, de no ser por el pequeño detalle, de que la ultima vez que supo algo de ella había sido ayer en la noche.

Lo traía sin cuidado lo que hiciera, pero después de todo era su compañera, y si algo atroz le hubiese pasado le comería la consciencia el saber que pudo haberlo evitado, después de todo él si tenía algo de compasión.

Es que era tan tonta, ¿Qué demonios se supone que hacía a solas en la noche? ¿A caso no veía las noticias? ¿Todos los desaparecimientos que había últimamente? Y su estúpido novio, ¿Qué no se supone que debería cuidarla...?

—SUGHOON —levantaron la voz al unísono sacándolo de sus divagues, Jake e Isa se encontraban delante de él en el pasillo durante el receso, junto a sus casilleros como siempre solían hacerlo, pero esta vez sin adolescentes que les coquetearan. Y tal vez sea por la presencia de su amiga, porque tenía un aura algo intimidante, que lograba espantar a las demás jóvenes que intentaran coquetearles a sus amigos. Aunque en el fondo ella era muy buena y poco le importaba lo que hicieran sus amigos mientras ellos estuvieran bien.

—Últimamente andas muy metido en tus pensamientos ¿No es así? —inquirió Isa cuando este la miró.

—Debe ser por la semana de exámenes que se aproxima —añadió Jake mientras se metía a la boca una golosina.

—Así es —mintió soltando un suspiro, mirando el suelo y cruzando sus brazos delante de su pecho, tomando una nueva posición y acomodando su espalda en el frio metal del casillero.

—Si tú estás así, siendo el segundo mejor promedio ¿Qué hay de mí? —dijo irónica.

—La clave es no estresarte demasiado y así te irá bien en los exámenes —dijo Jake mirando al frente y guiñándole el ojo a unas jóvenes que pasaban por el pasillo, haciéndolas chillar de emoción.

—Estoy segura de que así no es como funciona... —opinó Isa viendo la escena y riendo por la reacción de ellas.

Sunghoon sonrió y asintió de acuerdo con lo que decía su amiga, dirigiendo un segundo su vista al pasillo y divisando a un joven del otro salón junto a un grupo de chicas de segundo, era Heun. Frunció el ceño al verlo charlar tan coquetamente y aproximársele a las muchachas, sonrió irónicamente al recordar lo mujeriego que era antes de salir con Marie, sin embargo cuando ella no estaba cerca parecía aprovecharse de la situación.

El timbre resonó en cada rincón del gran colegio, indicando el inicio de la ultima clase. Los tres amigos no tardaron en entrar al salón y tomar asiento junto con sus demás compañeros. Los minutos pasaron y no hubo rastro del profesor de Sociales, hasta que por la puerta apareció el directivo junto a un hombre adulto. Los estudiantes se miraron entre sí sin saber que sucedía, hasta que uno de los hombres decidió hablar y explicar que el profesor Hung, de Sociales tuvo un problema de salud, nada grave pero no podría dar clases durante la próxima semana, y en su reemplazo venía aquel sujeto.

Debido a que los exámenes estaban a la vuelta de la esquina y muchos de los estudiantes ya llevaban semanas preparándose, el comprensivo profesor decidió evaluarlos con los mismos temas previstos, pero al no tener forma de comunicarse con el anterior tutor y ver las notas de trabajos previos, tuvo que tomar otras medidas, aunque muy a pesar de los alumnos.

—No será un examen, los evaluare con un trabajo... —dijo haciendo un silencio y anotando algo en la pizarra—Y será grupal —dijo y se pudo oír a todos los presentes quejarse y bufar molestos.

El hombre levanto una ceja mirando al frente haciéndolos callar a todos—Y déjenme decirles, que los grupos ya están acordados, agradézcanle al directivo que me dio una mano con ello.. —explicó.

Revoleó los ojos fastidiado y no fue el único molesto allí dentro. No podía creerlo, tan solo faltaba un año para que entraran a la universidad y este hombre pretendía evaluarlos en grupo.

—Al menos todo lo estudiado no fue en vano —dijo en un murmullo a Jake quien se sentaba a su lado.

El profesor comenzó a pasar la lista de los grupos en voz alta, mientras tanto Sunghoon se distraía con los garabatos que hacía Jake en una hoja —Lee Wooyong, Goh Haneul grupo uno —dijo.

Rió cuando su compañero de banco hizo una bolita de papel y se la arrojo a Isa que se encontraba a unos metros, estrellándosela en la cabeza.

—Jung Misuk, Choe Yuna grupo dos —continuó.

El profesor seguía nombrando los grupos, Sunghoon y los demás prestaban atención por si acaso nombraban su nombre. Y así fue luego de unos minutos.

—Park Sunghoon... —oyó decir y dejo de prestarle atención a las tonterías de su amigo para oír al hombre  —,Kim Marie grupo tres —dijo.

Se sintió palidecer, no podía creerlo, de todas las personas allí. No dijo nada, solo se congeló en su lugar tensando la mandíbula, no solo él estaba desconcertado, incluso algunos compañeros le lanzaron miradas de sorpresa al saberse con quien haría pareja. Y es que todos allí sabían sobre el odio que se traían él y Marie.

Jake lo tomó del hombro y lo miró apenado, incluso llegó a pensar que había oído mal, pero al ver la mirada de su amigo solo le confirmo lo que temía. En los tres años que llevaba estudiando allí, jamás se le cruzó la idea de resolver si quiera un problema matemático con ella, debido a que tanto los maestros como los estudiantes del salón estaban al tanto, además de que Marie se había encargado de dejarles en claro a los profesores que ella no podría trabajar con él, y como no le harían caso si era la mejor académicamente.

Se quedó con su trasero apoyado en la silla y espero a que el profesor acabara por nombrar a todos los grupos, no sabía como haría, pero de alguna forma tenía que hacer algo para cambiar a su compañera de trabajo. La hora estaba por terminar, así que el maestro comenzó a guardar sus pertenencias luego de haber anotado los temas correspondientes de cada grupo, entonces Sunghoon se puso de pie tomando una fuerte bocanada de aire y aproximándose a su escritorio.

Carraspeó aclarándose la garganta y tal vez para llamar su atención también —Señor ¿puedo trabajar solo? —inquirió seguro de que tomaría en cuenta su petición.

—No, no hay forma de que eso sea posible —respondió tapando el rotulador de la pizarra sin dirigirle la mirada.

Lo tomó por sorpresa, su semblante y postura tan certera cambio a una insegura y desanimada, tal vez iba a ser mas difícil convencerle de lo que había pensado.

—Sucede que... —dijo pero lo interrumpió viéndolo a los ojos.

—Park —dijo leyendo la placa con su nombre y apellido que colgaba de su uniforme —Si tú quieres trabajar solo, entonces tengo que hacer lo mismo con los demás estudiantes que así lo quieran —declaró

Tenía un punto, pero no iba a rendirse —Usted no entiende, nosotros... nos odiamos, —explicó avergonzado, porque aunque sea cierto, decirlo en voz alta era algo vergonzoso  —De veras no podemos trabajar juntos —dijo sonando desesperado.

El hombre soltó una risa nasal sin poder creer lo que acaba de escuchar —Parece que tendrán que trabajar sus problemas en esta instancia —dijo con sorna sin tomarlo en serio, mientras Sunghoon apretaba su mandíbula ya fastidiado.

—Por favor —suplicó con lo poco de esperanza que le quedaba cuando hoyó sonar la campana.

—Lo siento Park, no hay nada que pueda hacer —dijo tomando sus pertenencias y saliendo por la puerta del salón, dejando a un joven totalmente desconsolado.

Su mañana se había arruinado totalmente ¿Qué demonios haría ahora?

𝐒𝐰𝐢𝐭𝐜𝐡 𝐭𝐨 𝐦𝐞 | PARK SUNGHOONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora