El rechazo de aquel magnate me ha sido como un fuerte golpe en mi abdomen, pero mi orgullo no me permite derrumbarme ante cualquiera. Francia viene detrás de mí y puedo deducir que está enfadada por lo que hice con aquellos hombres. No pude evitar enfadarme cuando aquel bastardo nos ha llamado putas. Ninguna mujer merece ser llamada de esa manera.
—Morganna, detente ahora mismo —me ordena.
Dejo de avanzar y me giro para encarar a mi jefa.
—Francia, sé que dijiste que no arruinara la noche con tus clientes, pero no me arrepiento de haber abofeteado a ese cerdo —declaro con sinceridad.
Los ojos de ella me analizan y asiente comprensiva, sin embargo sigue molesta por desobedecer sus órdenes.
—Tu comportamiento como una de nosotras ha quedado manchada, Morganna... —me regaña. Francia suspira y un brillo de orgullo aparece en sus ojos—, pero no voy a tolerar una falta de respeto de los clientes para con ustedes. Necesito que de ahora en adelante utilices todo lo que hasta ahora te ha enseñado Joseline.
Mi amiga tiene razón.
Una geisha no pelea a menos de que sea necesario. Su arte de seducción es igual de poderosa y hace caer a todos aquellos que las miran directamente. Aun así, Joseline nos hace entrenar físicamente en caso de tener que utilizar los puños en contra de los hombres que no saben respetar las reglas del club.
—Gracias, Francia —digo con una sonrisa llena de complicidad.
Francia alza el rostro con altivez y comienza a andar. Me pasa por un lado y un tipo de poder de sensualidad me invade en estos momentos. Es como si me trasmitiera su energía.
Parpadeo por un segundo para asimilar lo que me sucede y ella se detiene. Gira su esbelto cuerpo y me mira con ternura.
—Ahora eres especial, Morganna. Ya no perteneces a las mujeres que hay allá fuera —me dice. Frunzo el ceño con sus palabras. No entiendo nada —. Una vez que entras al mundo de las geishas, no hay marcha atrás.
— ¿A qué te refieres, Francia? —pregunto con desconfianza.
Ella no responde a mi pregunta.
—Ve a bailar, Venus. Te he hecho espacio para el estelar y muchos están deseosos por volver a ser seducidos por ti —dice con seriedad.
Francia se da la vuelta y sigue caminando hasta llegar al final del corredor. Sus palabras siguen estando en mi mente.
—Creo que mi amiga se está volviendo loca —susurro para mí y sigo caminando.
Entro nuevamente a donde se encuentran todos las personas que solo tienen acceso a la sala principal y veo como una de mis compañeras baila con eficacia mientras otra está conversando con un hombre en una de las mesas vip. En este club parece ser diferente de otros clubes nocturnos.
—Morganna —la voz de Eylen me trae de regreso. Me giro para estar de frente y abro los ojos con sorpresa. Ella está impresionante con ese vestido rosa ceñido a su cuerpo y con su cabellera cobriza suelta sobre su espalda. Es como si en el Elixir cambiara a las mujeres y les otorga la sensualidad que antes no aprovechaban—. ¿Cómo va mi mejor escritora con ese libro?
—Excelente. Ya tengo unos cuantos capítulos escritos. Mañana te los envío y me dices que te parecen —contesto. Camino un poco para ir a tomar un trago. Francia nos da permiso de tomar unas cuantas copas de alcohol, pero tenemos que evitar que eso no se interponga con nuestra capacidad para los bailes y la plática con los clientes. Eylen me sigue hasta la barra—. Dos cosmopolitan, Klaus.
Él asiente y va a preparar nuestras bebidas. Eylen se queda embobada por el barman. Él es un hombre muy sexy, pero he visto que las mujeres se quitan hasta las bragas para obtener un poco de su atención.
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CASANOVA ||GEISHAS #1||
Romance«Una sola caricia de él... y desearas probar las llamas del placer y el pecado» Morganna Lennox es una reconocida escritora que se esconde tras un pseudónimo para evitar que su familia la encuentre de nuevo. Morganna está decidida a experimentar el...