parte 2

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4 años después Ana se encontraba estudiando en la secundaria con 13 años, al contrario de lo que solía recordar con sus padres sus tíos eran diferentes en el sentido del trabajo, su tío casi no estaba la mayoría del tiempo, siempre salía por cuestiones de trabajo y regresaba por la tarde o noche, sin contar a veces los días que se tenía que ir a otras ciudades por lo mismo y tardaba unos 5 días o hasta una semana en regresar, pasaba casi todas las tardes con su tía cuando no tenía clase de natación y le gustaba por que Geraldine se dedicaba a vender sus pinturas, había estudiado artes en la universidad de Massachusetts y pasaba horas en su estudio haciendo bocetos y pintando al óleo, de ahí que a Ana le nació el gusto por pintar e incluso la acompañaba a sus exposiciones en varias galerías y parques de la ciudad.

Descubrió también algo que ella sabía que tenía pero nunca se había molestado en tomarlo en cuenta y era lo difícil que le era socializar con la gente, en especial jóvenes de su edad, algunas veces, podía pasarlo muy bien con sus tíos pero afuera de esa burbuja Ana tenía problemas para entablar conversaciones con los demás alumnos de su escuela, nunca fue buena haciendo amigos, lo sabía desde la casa hogar, eran muy pocos los que llegó a tener, no recordaba mucho de la primaria, al parecer le era más fácil formar amigos pero desde que entró a secundaria todo se había complicado, tenía un grupo de amigas con las que convivía pero en realidad eran todo menos eso, solo estaban con Ana por sus notas en la escuela y por que se ofrecía a ayudarlas o prestarles cosas, algunas veces podían ver por ella pero tambien llegaban a ser muy crueles, claro que a Ana no le gustaba pero pensaba que era mejor que nada, después de todo eran hijas de varios de los amigos que tenían sus tíos, algunas veces iban a su casa a celebrar sus cumpleaños y no quería problemas por ello.

Era mayo y el clima estaba caluroso, ese día Ana llevaba un short junto con una camisa sin mangas para evitar sentirse incomoda por el sudor pero al instante se arrepintió cuando al entrar al salón de clases las miradas de Nadia, Melanie y Paola se fijaron en ella con
unas muecas de disgusto.

- ¡¿Ana?! ¿Qué traes puesto? - le dijo Melanie en un grito agudo.

Ana frunció el ceño - un short y una playera, ¿hay algún problema?

- Uhm ¿Sí? Estas vestido como niño de 8 años en una piscina comunitaria - recriminó con una mueca - las demás rieron.

- Y que tiene ¿eh? Al menos yo no me lleno de sudor por todas partes como ustedes, eso si es asqueroso.

Paola rodó los ojos - tranquila Ana sólo no queremos que arruines tu imagen, puedes verte mejor que eso.

- Pues muchas gracias por preocuparse por mi aspecto - dijo levantando sus cejas antes de tomar su asiento delante de ellas cerca de la puerta de salida.

- Hola Ana - dijo inclinándose un poco sobre su pequeña mesa un niño de su salón, era rubio con algunos rizos y unos increíbles ojos color verde. - la otra vez vi algunos de tus dibujos y solo quería decirte que esta geniales.

- Oh, pues muchas gracias Alex - le sonrió, Ana estaba en el curso de pintura y hace unos días se habían expuesto sus obras en varios sitios de la escuela, Alex era uno de sus compañeros de clase, casi no hablaban pero se llevaban bien.

- ¡Alex! Que bueno que te veo, ayer casi olvido decirte algo importante. - dijo Melanie llegando al lugar de Ana recargandose en el hombro de Alex. - quería saber si vas a ir este viernes a mi fiesta.

- Ah, sí, claro - dijo Alex volteando a verla y regresado a Ana. - ¿también vas a ir?

Ana lo miró y a Melanie dudosa, la había invitado hace varios días, en casa de sus tíos ya que sus padres tuvieron una pequeña reunión y surgió el tema pero de ahí estaba segura que Melanie no la hubiera invitado por gusto propio.

The Gray Man - Ryan Gosling Donde viven las historias. Descúbrelo ahora