Cazadores: el origen de un monstruo

3. Piel de porcela

Masson

Espere en silencio por horas en la oscuridad de la sala, hasta que Aynett se sintió segura de salir. lo había echo a propósito, deje las cerraduras Abiertas para darle un poco de libertad. estaba todo bajo control yo estaría controlándola para que no escapara más aya del jardín, recordaba lo feliz y tranquila que se ponía al ver los rayos de Luna llena sobre su piel de porcelana, la observé por la ventana de la cocina recostarse sobre el césped que mi madre mantenía bien podado.
-sigues viéndola de esa manera, no me gusta para nada, es tu hermana-. escucho la vos de mi hermana menor, Bellamy en realidad era mi hermanastra, hija de massimo, el esposo de mi madre, tenía 16 años.
-tú también lo eres y no te molesto en lo absoluto meterte a mi cama ¿o si?-. pregunto viendo cómo Aynett veía el cielo tan tranquila como una niña.
-no es lo mismo, ella lleva tu sangre-.
-¿estás celosa Bellamy?-.
-claro que no, no tengo por qué estarlo solo mírame soy perfecta-
-no lo eres, Aynett es la definición de perfección, sus ojos, su hermosa piel de porcelana, su cabello negro como el carbón... la manera en que no teme a nada ni a nadie, no le tiembla la mano para matar-. la veo y mi semblante se vuelve frió. -deja de intentar buscar mi aprobación Bellamy, es patético-.
-no busco tu aprobación, ¿pero que tiene ella?-.
-es perfecta-.
-no lo es, es inestable, impredecible e impulsiva, por su culpa casi nos descubren-.
-¿y tu no lo eres?-.
-no-.
-tú matas por impresionar, por encajar, por buscar aprobación, Aynett mata para liberarse, para hacer justicia, por entretención, por ser ella misma-.
-¿y eso la hace una diosa o que?-.
-Bellamy por que haces preguntas a las cuales ya sabes las respuestas-.
-por que quiero entender que esta mal en mi, por qué no encajo con ustedes-.
-por que tú eres normal, y nosotros somos todo menos normales, nosotros somos descendientes de un asesino profesional-.
-quiero ser como ella-. se aserca a la ventana junto a mi y mira fijamente a Aynett.
-te enseñaré a serlo-. Guardo silencio unos segundos y luego tomo su rostro guiándolo a mí para ver sus ojos -solo si me ayudas a liberarla-.
-estás demente, dejar que Aynett salga del
sótano por más de un día sería caótico-. Se aleja de mí caminando de vuelta a la sala. -olvídalo Masson-.
-ella solo limpia al mundo de basura-. Camino a tras ella. -¿acaso no te gustaría ser como nosotros?, sin límites algunos-.
Nos quedamos callados al escuchar la puerta de la cocina, nos escondimos sigilosamente en la sala asta escuchar como se cerraba la puerta del sótano.
-no te ayudaré a liberarla, Aynett es muy inestable, esto acabará mal y lo sabes-. Habla la chica casi en un susurro mientras sube las escaleras.
Si ella no me ayudaba yo lo aria solo, pero iba permitir que ella siguiera  perdiendo su brillo, cada día que pasaba hay su cordura se deterioraba más, se volvía más fría, más inestable, mi pequeña luz de Luna, >>Lunnyy svet<< como la llamaba mi padre. No permitiré que su luz se siga apagando.