Descubriéndose (Jensoo)

"SNSD"

Jisoo era una chica como cualquier otra, apenas tenía 17 años de edad y estaba entrando en una etapa en la que veía a todas sus amigas empezar a tener novios y a suspirar por ídolos como Taeyang o G-Dragon de BigBang. Sin embargo, su corazón latía por SNSD, especialmente por Jessica y Tiffany, a quienes admiraba profundamente por su belleza y talento. A medida que crecía, Jisoo notaba esos pequeños detalles que la confundían. Anhelaba experimentar las emociones que sus amigas le contaban, como el beso que hizo que Bona viera estrellas. A pesar de tener un novio, Haein, su primer beso fue una experiencia desagradable y prematura, ya que el chico intentó introducir su lengua en su boca, dejándola demasiado incomoda y asqueada. Tras la decepción con Haein, Jisoo decidió posponer cualquier otra relación amorosa hasta ser un poco mayor.

Su obsesión por SNSD la llevó a descubrir los "Ships" y a seguir con entusiasmo el vínculo entre Jessica y Tiffany, que no sabía porque le gustaba tanto ver la interacción entre esas dos. Mientras se adentraba más en el mundo de los "ships", Jisoo comenzaba a cuestionarse cómo sería estar con una chica, aunque rápidamente rechazaba esos pensamientos. Para ella, era simplemente una curiosidad que prefería no explorar a fondo. Sin embargo, su interés la llevó a unirse a un grupo de kakao talk de chicas de su ciudad y de otros países que compartían su fanatismo por SNSD y discutían sobre las integrantes del grupo.

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Jisoo se había escondido de sus amigas para poder hablar con Rosé, la chica que había conocido en uno de los foros donde discutían sobre SNSD.

—¡Jisoo!— La azabache giró su mirada hacia donde escuchó la voz de su amiga Nayeon. —¡Por fin te encuentro! ¿Por qué te fuiste?

Jisoo, obviamente, no le iba a decir a su amiga que se había ido para hablar sobre cómo Jessica y Tiffany habían tenido una interacción en una presentación que le causó tanto "gay panic" (del bueno) que necesitaba compartirlo con la única persona con la que podía hablar de cosas "gay" sin temor a ser juzgada, especialmente estando en Corea y temiendo el rechazo por seguir un "ship" entre dos chicas.

—N-Nayeon— Jisoo escondió su celular algo nerviosa al ver que su amiga se acercaba más a ella. —Es que Rosé me mandó un mensaje diciendo que tenía que hablar de algo importante conmigo.

Nayeon hizo una mueca al escuchar ese nombre. —Esa amiga tuya...— La chica frunció el ceño. —Kim Jisoo, mírame. — Le dijo la chica, poniendo una expresión de dolor. —¿Acaso me estás engañando? Solo hablas de tus nuevas amigas, siento que ya no seré tu mejor amiga. — La chica fingió llorar.

—No seas tan dramática, Nayeli. Siempre serás mi primer amor. — Contestó la azabache mientras le guiñaba un ojo a su amiga y le mandaba un beso.

—Ewww, solo te perdono porque sé que es así. — Le dijo mientras la tomaba del brazo y comenzaba a caminar de vuelta al instituto. —¿Y qué pasa con Rosé? ¿Vendrá a vivir a Seúl?

—Sí, me dijo que su padre recibió una oferta para dejar Australia y venir a Seúl. Estoy muy emocionada de conocerla en persona.

Rosé fue una de las primeras personas que Jisoo conoció en el fandom de SNSD, y desde que comenzaron a hablar, hicieron clic de inmediato. Tenían muchas cosas en común, y Jisoo se emocionó aún más cuando Rosé le mencionó que era muy probable que se mudara a Seúl debido al trabajo de su padre.

Después de unas semanas, por fin Jisoo estaba en camino a conocer a la chica con la que había compartido demasiado y estaba bastante emocionada de conocer a Rosé.
Jisoo se encontraba más que lista para encontrarse con la chica con la que había estado hablando todos los días durante meses, compartiendo historias, secretos y anécdotas.

—J-Jisoo— escuchó una tímida voz detrás de ella, y volteó de inmediato, viendo a una hermosa y alta chica con mejillas algo regordetas y cabello castaño.

—¡ROSÉ! — exclamó Jisoo mientras abrazaba a la chica. —Dios, eres real, juro que pensaba que eras un maldito viejo mañoso cuando vi que llevabas 20 minutos de retraso— soltó la azabache mientras seguía abrazándola.

La castaña no pudo evitar reírse de la ocurrencia de la contraria. Dios, la castaña nunca se imaginó que la azabache fuera tan bonita, ni tan confianzuda desde un inicio, pero desde que comenzaron a intercambiar mensajes y llamadas, supo que esa chica sería todo un caso con el que tratar.

—Eres una estúpida, Soo. Viejo no soy, pero mañosa, sí— le dijo Rosé mientras se separaban del abrazo y le guiñaba un ojo a la coreana. —Pero yo también tenía mis dudas, la verdad espero que también seas una mañosa— le dijo soltando una carcajada.

—Si vas a empezar con tus homosexualidades, no puedes jugar.— le contestó a la castaña haciéndola reír aún más.

—No puedo creer que al fin nos veamos en persona, Soo. Eras la primera a la que quería ver. ¡Estoy muy emocionada de estar en Corea!

—Cierto, ¿cuándo verás a las demás?

—Creo que mañana. Sé que no hablas con nadie más, pero me gustaría que me acompañaras, ¿podrías? — le dijo la chica con ojos de cachorro.

—Está bien, pero dile a la pervertida de Sana que no quiero que me coquetee, suficiente tengo con que me acose por el grupo de KakaoTalk— dijo la azabache, haciendo reír a su amiga.

—Es que, Soo, tú también te pones de modo— volvió a soltar una carcajada la castaña. —Entonces, ¿me acompañarías mañana?

—Está bien, pero ¿puedo llevar a Nayeon? No quiero sentirme tan fuera de lugar entre tanta persona gay. Necesito más energía hetero para sobrevivir— dijo la chica con preocupación.

Rosé solo asintió mientras rodaba los ojos. Las chicas llevaban ya hablando casi dos años, y la castaña ya había notado que Jisoo no era ciertamente heterosexual, pero tampoco estaba ella en posición de decirle algo a su amiga, pues entendía que la chica estaba totalmente cerrada a eso debido a su entorno o simplemente por miedo a lo que dirían. Aun así, Rosé sería una buena amiga y la ayudaría muy sutilmente a darse cuenta de ello.