Capítulo 10

4.1K 266 3
                                    

Marcos#

Corro hacia ella acunando su rostro ahora con lágrimas en mis manos limpiando se las.

—me dejaste sola—¿que le pasa?

—solo te deje mientras me duchaba

—es mentira, ya no me quieres

—claro que si enana, venga vamos a dormir otro rato que es muy tarde

Ella se abraza a mi quedándose dormida al instante, la abrazo volviéndola a tumbar, quitando las camisas y tapando la para que no pase frío poniéndola en mi pecho.

Me despierto a las siete de la mañana para bajar a preparar el desayuno, pero en cuanto la intento apartar de mi pecho en vano ya que ella se agarra todavía más fuerte.

—amor déjame, tengo que ir a preparar el desayuno

—duérmete—suelto una carcajada, la cojo acostando la en la cama, me levanto para irme pero me agarra de la mano volviendo a tumbarme en la cama—no te vayas

—mady alguien tiene que preparar el desayuno para que comas

—los del servicio

—les di el día libre, solo estamos tú y yo en la casa y tengo que ir a cocinar—ella niega con la cabeza volviéndose a enganchar y metiendo su cabeza en mi cuello

—voy contigo

—¿quieres ayudarme a cocinar?—niega

—no me dejes—se nota que la marca la ha dejado muy sensible.

La cogo como si fuera como una niña pequeña,tiene la cabeza metida en mi cuello y me dificulta un poco bajar las escaleras pero lo consigo, voy a la cocina

—¿que quieres desayunar hoy?

—bacon con huevos revueltos

—marchando—la intento separar pero se vuelve a negar—mady tengo que cocinar

—¿y cual es el problema?

—que no puedo contigo

Me mira con los ojos cristalinos

—ya no me quieres, crees que estoy gorda

-esta sensible por la marca gilipollas

-y yo que culpa tengo

-la estás haciendo sentir mal, arreglalo ya

Cierro el link

—claro que te quiero pequeña, puedes hacer lo que quieras y no estás ni un poco gorda—sonríe y vuelve a meter la cabeza en mi cuello aspirando mi aroma.

Empiezo ha hacer los huevos revueltos como buenamente puedo ya que aunque mady es demasiado flaca había segundos en los que se quedaba dormida y tenía que sujetarla bien para que no se calera ni se quemará con el fuego.

Cuando ya está listo lo pongo todo en la mesa, la siento en su silla y yo en la mía pero se levanta poniéndose en mi regazo

—este es mi sitio—declara cogiendo un bacon y haciendo que me lo coma

Terminamos de desayunar. Mady se pone a horcajadas sobre mi y empieza a restregarse contra mi polla haciendo que se despierte

—mmm—joder como me gusta, la apartó como puedo

—basta—empieza a llorar

-te voy a matar hijo de puta, haz que deje de llorar

-que quieres que me aproveche de que esta recién marcada y me la folle para que mañana nos odie

Una mate poco comun (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora