Puedes tomar mi mano.

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Y allí estaban de nuevo...

En medió de una huida rápida por parte de Tori luego de un mal entendido, con un Michael aturdido y afligido que sin embargo la comprendía, Michael verdaderamente la comprendía, sabía que su mente era un torbellino de demasiadas cosas, lo sabía y lo entendía, entendía perfectamente lo que era sentirse así.

Luego de los momentos puros y mágicos que habían compartido hasta ahora, era mucho más simple para él comprenderla, Tori Spring no era fácil de leer, era difícil, compleja y cerrada, era todo un misterio, pero maravillosamente Michael Holden parecía poder entenderla, le gustaba el misterio, y le gustaba Tori; aunque hasta ahora ninguno de los dos parecía darse cuenta.

Se quedó allí... parado, en medió de la nieve, sí todo iba tan bien, ¿cómo es que?, de pronto, de nuevo, todo había vuelto a torcerse.

Tori sé fue como un suspiró, al parecer era tan buena para desaparecer, como lo era para aparecerse.
Estaba en una crisis de nuevo, ¿Por qué seguía volviendo a Michael Holden?, ¿Por qué él seguía volviendo a ella?.

No lo entendía.
Solía ser tan cortante cómo una hojilla, y tan fría cómo el hielo; todos lo notaban, todos lo decían, Victoria Spring era tan rara y fantasmal cómo la propia Wednesday Adams.

Pero a Michael Holden parecía no importarle eso, parecía ver más allá de lo muy poco que Tori solía demostrar.

Él sabía qué ella necesitaba alguien con quién pudiese ser ella misma, alguien con quién pudiese atreverse a reír, a reír de verdad, ¿Acaso alguien había logrado alguna vez ver a Victoria Spring reírse de verdad?
Definitivamente esté chico merecía un premio.

Él sabía que ella necesitaba un lugar seguro, y él quería ser su lugar seguro, en realidad, quería que ambos pudiesen ser el lugar seguro del otro.

Pero ella seguía huyendo cada vez qué el mencionaba qué ella le importaba.

Tori llegó a casa hecha un torbellino emocional, por fortuna sus padres y Oliver no estában, pero agradeció qué Charlie y Nick si estuvieran.

--¿Tori? Pensamos qué volverí...

Comenzó a decir Charlie antes de interrumpirse al ver a su hermana apoyada en la puerta de la cocina, hecha una maraña de cabello mojado, y delineador corrido; parece qué era una costumbre familiar olvidar tener un paraguas a la mano.

Charlie se levantó de la mesa y se apresuró a acercarse a ella, Nick parecía estar congelado en su lugar; Charlie le quitó el abrigo empapado a su hermana y la acompañó a la mesa, Nick reaccionó levantándose a preparar té, bueno ¿Eso debería ayudar no?.

Tori esperaba sentada mientras Charlie buscaba una toalla para que ella pudiera secar su cabello y limpiarse el rostro, sé quedó a su lado en silenció mientras ella se limpiaba.

-Lo arruine de nuevo Charlie, quiero decir... ¿Por qué estoy tan preocupada por haberlo arruinado de nuevo?, O sea, ¿Por qué pienso siquiera que lo he arruinado?, me refiero, ni que fuera import...

Y entonces Nick Nelson se acercó con el té, con aquella estúpida, y humeante taza de té qué puso frente a Tori... Una simple y ridícula taza de té fue suficiente para hacer explotar las emociones que Tori intentaba controlar.

Se llevó las manos a la cara y lloró, lloró cómo ni siquiera Charlie la había visto llorar, la única vez que Nick la había visto en un estado similar fue aquella horrible noche qué Charlie se lastimó luego de una pelea con Nick y Tori lo llamó, tan furiosa y asustada que apenas y le entendía por teléfono.

Charlie estaba en shock, pero la abrazó, la abrazó con todas sus fuerzas y le lanzó a Nick una mirada que claramente decía "Jesús, llévate el té y sal de aquí un momento", y así lo hizo él rubió.

Tori Spring & Michael HoldenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora