Prólogo: Día 1.
Harry Styles era sólo un adolescente que vivía en la ciudad de Orlando, y a penas a sus dieciséis años comenzó a pensar con claridad lo que quería hacer.
Tenía unos rulos marcados –al igual que sus abdominales– , ojos verdes como gemas y a dónde quiera un repuesto de jeans ajustados talle 30 de mujer negro, además de una buena capacidad para la convicción.
Era casi un súper poder para él, era tan bueno en esto que logró persuadir a sus mejores amigos para realizar una lista enorme de locuras antes de terminar el año.
—Todavía no puedo creer que hayas logrado que aceptáramos esto, es decir, ¡estamos entrando en la casa de los Payne! ¡y sin permiso!—dijo Niall Horan, un escuálido niño rubio de doce años prodigio, quién tenía unos ojos azules decorados con unos lentes rectangulares y problemas de asma.
—Cállate —rodó los ojos Luke Hemmings, su medio hermano.
El pequeño Niall fue arrastrado hasta aquí ya que se suponía que Luke tenía que cuidarlo el resto de la noche.
—Vamos —ordenó Zayn Malik, un adolescente que fue al reformatorio de menores dos veces estos últimos tres años. Él era el típico chico que se escondía detrás del estacionamiento para fumar hierba y se robaría a tu novia al final de una fiesta.
Todos le siguieron mientras se escabullían entre arbustos y esculturas.
Harry se llevó un dedo a los labios para evitar que sus compañeros hagan ruido.
Los Payne nunca se encontraban en casa, pues el matrimonio siempre se encontraba de gira o en tours debido a su fama como artistas. Desde su ventanal se podía observar al muchacho más joven de su linaje, Liam Payne. Hijo de papi, pero no tanto como su hermanastra, Summer, quién según los cálculos de Harry, se encontraba en casa de alguna de sus amigas.
Siendo muy cautelosos se dispusieron a avanzar.
Verán, Harry y Liam eran eternos rivales desde hacía años, y desde entonces nunca dejaron de serlo. Siempre están en una continua competencia; el joven de ojos claros como líder de una pandilla de revoltosos y el guapo adinerado como la reencarnación del chico perfecto. Por ello Harry decidió que sería su primera víctima.
Los cuatro adolescentes se adentraron en la mansión Payne y sabiendo que Liam estaba en el sillón, lo rodearon entre todos.
Éste saltó exaltado de su asiento y antes de que pueda gritar, Zayn lo intentó empujar, pero accidentalmente este cayó de espaldas al suelo y se quedó inconsciente allí.
—Vale, supongo que esto ya no es necesario entonces. —Dijo Luke con un paño y la droga que iban a utilizar para dormirlo.
—Espero que no lo hayas matado. —susurró Niall.
—Qué va, alguien que lo ponga en alguna habitación y los demás comiencen a llamar a toda la escuela, esto va a estar bueno. —Harry frotó sus manos.
La primera cosa en la lista de cosas por hacer de Styles era hacer la fiesta más grande de Phoenix High school en la casa de su queridísimo enemigo Liam Payne. Pero no contaban con un detalle.
Los muchachos comenzaron a beber de la botella de alcohol de la cual se estaba sirviendo Liam unos minutos antes, mientras que invitaban a todos los estudiantes de la escuela, pusieron música a tope y comenzaron a bailar pasándose la bebida, la cuál tomaron cada vez más rápido y en más cantidad.
Por otro lado Summer Payne no estaba en la casa de su amiga, por el contrario, ella y sus amigas se encontraban en su habitación arriba hablando y pintándose las uñas hasta que el insoportable ruido de los parlantes palpitando y la gente bailando comenzó a notarse cada vez más.
—¿Qué demonios? —maldijo la chica bajando las escaleras en pijama.
Justo en frente de ella se encontraba toda la secundaria pasando un buen rato en su propia casa.
Miró hacia sus lados y en uno de los ventanales pudo ver a su perro Firulais siendo tirado a la pileta con un montón de adolescentes borrachos.
—¿Quién es responsable de todo esto? —Gritó desenchufando el parlante.
—Creo que ese sería yo, princesa.
Saliendo de la multitud se encontraba el mismísimo Harry Styles con una corona de plástico dorada encima de sus perfectos rizos.
Antes de que pudiera decir nada, este se le puso a menos de cinco centímetros de su cara y deslizó su mano seductoramente hasta donde ella sujetaba el cable y lo volvió a enchufar, sin alejarse de ella, en la pared que tenía a sus espaldas.
La fiesta y el ruido continuó, pero Summer no escuchaba nada, solo la respiración de él chocando con la suya.
—¿Todos la estamos pasando bien verdad? —murmuró Harry.
Ella se quedó muda.
—No hay porqué arruinar la diversión.
Él sonrió burlón y se intentó alejar pero se tambaleó y se apoyó sobre la pared.
La hipnosis que había causado en ella desaparecieron al instante.
—¡¿Acaso te drogas?! —Gritó ella sacudiéndolo pero no obtuvo respuesta, él comenzó a deslizarse por la pared— ¿Qué fue lo último que tomaste?
Apenas con algo de fuerza Harry señaló la botella vacía que estaban tomando con Zayn y Luke anteriormente.
—¡Estúpido, eso no es alcohol, eso es lo que toma mi hermano para dormir! —golpeó su cabeza.
Rayos.
Y de ahí todo se volvió negro.
Harry abrió los ojos.
Estaba semi desnudo en lo que parecía ser la cocina, con tan solo un bóxer puesto, atado en una silla y a su lado estaban sus amigos de igual manera, quienes de a poco recuperaban la conciencia.
—Qué demonios...
—Buenos días a ti también Styles.
Summer estaba sentada en una isla de la cocina tomando un milkshake y comiendo fresas con crema.
Harry comenzó a sacudirse en un intento nulo de poder liberarse.
Un grupo de mujeres con uniformes iguales llevaban bolsas de basura, dejando en claro que las empleadas de la limpieza habían hecho su labor y la fiesta había terminado hace tiempo. Las ventanas, además revelaban que apenas estaba amaneciendo.
—Verás, —continuó Summer— no me gusta que se metan en mis planes, y tú sin duda arruinaste lo que tenía planeado anoche, así que con mi grupo de amigas decidimos que tenemos que quedar a mano, ¿verdad?
¿A dónde quiere llegar? se preguntó el muchacho.
—Te las presentaré; ellas son Kylie, —señaló a una realmente atractiva morena— Sky, —una rubia de ojos oscuros— y Vee —nombró a su amiga de tez blanca e intimidantes ojos celestes.
Harry asintió con la cabeza, saludando de mala gana.
—Y nosotras somos tu pesadilla.
Unas empleadas entraron en la habitación con lo que parecían ser bolsas de tintorería de las cuales sacarían ropa.
—Oh por Dios, gracias, ya había comenzado a hacer frío aquí y dentro de unas horas comienza el primer día de clases del año.—se alivió Luke.
—No nos agradezcas aún. —dijo Vee revelando lo que había en las bolsas.
—No...
—Sí.
Zayn se comenzó a mover de un lado a otro.
—¡No hay forma de que vaya disfrazado el primer día!
Todas sonrieron.
ESTÁS LEYENDO
La lista de Harry
Teen FictionUn día mi madre me dijo: "Vive la vida como te gustaría recordarla" Y eso fue lo que hicimos.