28 | Pero seguir luchando

1.4K 185 153
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ahora

Siempre he odiado este lugar. La ausencia de oscuridad, el entorno antiséptico, los gritos de aquellos que están encerrados... es una pesadilla hecha realidad. A menudo, sueño con encender una cerilla y dejar que arda hasta los cimientos. Ojalá pudiera hacerlo. Ojalá pudiera acabar con todo de una vez por todas.

Siento las lágrimas traicioneras resbalando por mis mejillas y me tapo la cara, frustrado. La puñetera Corporación no ha hecho más que destrozarme la vida una y otra vez, pero en esta ocasión he sido yo quien se la ha jodido al enamorarme de una persona que sabía que tarde o temprano terminaría encerrada entre estas paredes.

En cuanto Killian entra en la sala resoplando, yo me apresuro a limpiarme las lágrimas. Él se pasa una mano por el pelo, desordenándolo, y se soba el cuello, gruñendo.

—Tu novia es imposible, ¿lo sabías? —se queja—. Come como una tortuga, además. Qué exasperante.

Aparto la mirada, sintiendo cómo se me retuercen las entrañas una vez más. El dolor por lo que he tenido que hacer es tan intenso que a veces me cuesta respirar.

Si solo fuera yo, habría dado todo lo que tengo para que Eme no tuviera que pasar por esto. Si solo fuera yo, ella no habría pisado este lugar jamás, no se habría enfrentado al monstruo de su padre. Si solo fuera yo, nos habríamos marchado de aquí.

Pero no puedo arriesgar a mi hermana. Ella va por encima de mi vida, de mis amores y de todo lo demás.

—Yo también lo fui cuando me atrapaste —murmuro con voz ronca.

Al instante, él hace una mueca. Siempre que sale este tema actúa igual, como si realmente le doliera. A veces pienso que es así, que las dos veces que me traicionó sufrió tanto como yo, pero es complicado saber lo que piensa alguien como él, una persona con tantas máscaras que nunca sabes si tiene alguna puesta frente a ti o si realmente está mostrándose como es.

De lo único que puedo fiarme es de su palabra y nunca he tenido valor para preguntarle.

—Ya. Por mucho que digas, va a ser muy difícil que te perdone que la hayas hecho pasar por esto. Quiero decir, ella sabía que esto iba a pasar y todo eso, pero...

Cuando deje de llover en Londres [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora