Una vez que estaba en mi departamento dudé en llamar al tal Harry Prinston, pero la preocupación era tan grande que no la entendía.
-Hey, hablo con Harry Prinston.- pregunto una vez que llamé.
-El mismo ¿Quien habla?
-Harry Styles, quería saber cómo ha llegado Emma y tu número quedó grabado en mi ccelular expliqué.
-Ella está bien, por suerte su tía está fuera por unas semanas por cuestiones de trabajo y se llevó con ella a su hija...- y cortó de repente su relato.
-Creo que hablé de más.- se adelanta a decir.
-¿Qué pasa con su tía?- me atrevo a preguntar por curiosidad.
-No sé si me incumbe decirlo, es algo privado de la vida de mi amiga.- esa última palabra dio un alivio a mi ser, así que eran solo amigos.
-Entiendo, al menos me darías algunos datos para poder mandarle su bicicleta, es que olvidamos darle con el susto comenté.
-Claro, no hay problema.Agarré un pequeño papel y bolígrafo para poder anotar lo que el chico me decía, se llamaba Emma Gibson, vivía en un tranquilo barrio de las orillas de Londres, creo que era suficiente para lo que tenía planeado.
-Gracias Harry, una vez que mande la reparar la bici se la mando.
-Es un placer ser de ayuda, y cuidaré de Emma como pueda.
-El gusto es mío, gracias por todo amigo.- corté la llamada.Después de todo el chico no parece ser tan desagradable, cuidará bien de su amiga hasta que pueda volver a verla.
Entre mis contactos empecé a buscar un número en particular, se me había ocurrido una descabellada idea, una idea que me hará parecer un completo psicópata.
-Necesito que me hagas un trabajo.- pedí a la otra línea.
-Por supuesto, Señor Styles.Han pasado días, 21 para ser exactos desde aquel día que tuve el accidente con aquella linda chica, a quien era imposible apartar de mis pensamientos. Actualmente nos encontrábamos de gira por Latinoamérica, tardaríamos unos meses en volver a Londres, aún tenía la bicicleta en mi poder, prácticamente nueva y guardada en mi departamento, una vez que volviera la regresaría a su dueña.
Sin embargo, había recibido un correo de Tom Miller, el detective que había contratado para recaudar información suficiente sobre la dichosa chica dueña de mis pensamientos en estos últimos tiempos.
-Hey Hazza me prestas tu laptop, derramé sobra la mía la soda que estaba tomando justo en la vídeo llamada a casa.- escucho a Louis entrar a mi camerino.
-Claro Lou, ven.- minimizo todas las ventanas que estaba viendo y le entrego la laptop.
-Gracias cariño, pero me quedo acá a terminar la llamada y ya te devuelvo otra vez.
-Esta bien, saldré un momento al baño y ya vuelvo.Salí del camerino y dejé solo a Louis ahí para que pudiera hablar con su familia me dirijo al baño, pero escucho el grito de Louis llamándome otra vez.
-Dime que haz hecho Styles.- reprocha una vez que ya estoy otra vez en el camerino.
-¿Hacer qué?- pregunto confundido.
-Tom Miller es un detective ¿No es así?- sentía como un valde de agua fría caía sobre mí, había olvidado cerrar esa ventana.
-No es algo grave como piensas.- traté de excusar.
-Explicame.
-Sólo estaba averiguando datos para poder devolverle la bicicleta a la chica del parque.
-Claro que sí en un documento de al menos 10 hojas, solo para devolver la bicicleta, entiendo.- entona sarcásticamente.
-¿Qué sucede aquí?- entra Niall.
-Nuestro querido amigo contactó a Tom Miller.
-¿El detective?
-Sí, y adivina para qué.
-Wow Harry, no dudé ni un segundo que había surgido ese clip con la chica.- me guiña el rubio.Doy un largo suspiro para arrebatarle la laptop a Louis y entro al documento que me mandó Tom, ignoro las miradas de mis amigos y me dispongo a leer.
-Emma Jane Gibson Stwarts, nacida el 2 de junio de 1997, hija de los difuntos Garreth Fernando Gibson Ramírez y Emma Gabriela Stwarts Navarro.- estaba adjunto un periódico del año 2000 que mostraba un accidente de carretera, donde habían muerto sus padres.- crecio con su abuela Mary Jane Navarro, en un pequeño pueblo entre USA y México, hasta que murió por leucemia en el 2009, desde ese momento es custodiada por su tía, Amanda Stwarts, al parecer su único familiar.
Había más datos de que su tía era agente inmobiliaria que tenía una pequeña prima de 10 años, datos académicos y de salud, el impecable trabajo de Miller estaba totalmente completo, había mucho más de lo que quisiera saber.
-Pareces un psicópata.- habla Niall.
-Lo sé, pero no pude evitarlo.
-Déjame leer.- pidió Louis y yo cerré la laptop.
- Claro que no, no hay algo aquí que quieran saber.
-Al menos dinos algo que te cautivó.- dijo Niall
-Es huérfana.- dije sin más y ellos se quedaron callados.Su historia era trágica y ahora más que nunca sentía la necesidad de saber más de ella.
Habían pasado otros meses más y por fin estaríamos regresando mañana en Londres, en todo este tiempo estaba planeando como iba a ir, que iba a decir cuando me vaya a devolverle la dichosa bicicleta, no quería que con eso se terminara todo, había indagado más sobre ella, en sus redes y demás, no era alguien que compartiera mucho de su día a día, y eso me generó más curiosidad.
Al fin estaba en mi departamento, visualice la bici, ya era hora de devolverla a su dueña, había pasado 3 meses por ahí, aunque pude mandar a devolverla por cualquier persona, quería ser yo quien lo hiciera.
Manejé hasta el barrio donde ella vivía y me dirigí a la que sería su casa, no sin antes tomar las debidas precauciones, como tener mi canguro puestos, lentes de sol y todo para pasar totalmente desapercibido.
Toqué la puerta con los nudillos y rápidamente esta se abrió dejando ver a una adorable niña de 10 años que deduje que sería su prima.
-¿Tú quien eres?- lo adorable se quedaba solo en su apariencia.
-No puedo decírtelo ¿Está Emma?- traté de sonar lo más dulce que pude.
-Mamá dice que no deje pasar a desconocidos.- dice intentando cerrar la puerta, yo pensaba que Emma era grosera, pero el tono de esta niña era peor.
-Soy su amigo, Harry, estoy aquí por una tarea.- inventé rápidamente poniendo mi pie por la puerta.
-¡EMMA!- se puso a gritar la niña.
-Ay, que quieres Lissie.- escucho el tono irritado de Emma, inconscientemente sonreí al escucharla.
-Tu amigo Harry está aquí por una tarea.- dice Lissie antes de salir corriendo.
-¿Prinston?- se acercó hasta donde estaba.
-¡TÚ!
-Si yo.- ladeo una pequeña sonrisa.
-¿Qué haces aquí, y como mierda Lis no te reconoció?- gritó en susurros cerrando la puerta por detrás suyo.
-¿Qué haces aquí?- repite.
-Vine a verte.
-Ya me viste, estoy mejor, ahora vete.
-Que descortés, al menos deberías dejarme pasar.
-No puedes pasar.- impone.
-¿Por qué? Quiero ser tu amigo.
-No puedes.
-¿Por qué?- repito mi pregunta.
-No soy buena para ti.- dice y rápidamente se adentra a la casa.Me quedé en shock por unos minutos, no me esperaba que me dijera algo así, cómo que no era buena para mi, por qué daba por hecho eso, tomé el valor y volví a tocar la puerta unos minutos después pero esta vez me topé con una señora, debe ser su tía.
-¿Qué quieres?- entonó de forma hostil, ya veo de donde salió la niña.
-Vengo a devolverle algo a Emma.- dije refiriéndome a la bici.
-Esa bastarda se acostó contigo, que perra.- escupe fríamente.No me parecía la manera de tratar a su propia sobrina, la ofendió y de paso también a mi.
-¿Perdone?
-Si quieres llevarte a esa perra me harías un favor.
-No creo que sea la forma de tratar a su sobrina.- opiné, no me agradaba para nada la forma en la que se refería a Emma, podría ser un poco revoltosa y grosera, pero dudo de que sea lo que su tía dice.
-Que seas famoso no te permite decirme de cómo o no debo tratar a esa bastarda, soy una persona mayor y yo decido como tratar a mi familia y esa chiquilla dejó de ser mi familia desde el día que nació.- dicho eso cerro la puerta.Recordé su mirada de miedo aquel domingo, había dicho: Amanda me va a matar, sin embargo yo pensé que era como en cualquier familia.
No sabía de cómo y por qué, pero tendría que rescatarla, como un príncipe lo haría con su princesa, aunque parezca lo más loco de este mundo.
Adaptado
ESTÁS LEYENDO
Little Things(HS)|EDITANDO|
FanfictionElla estaba recostada en el césped a media noche sola, admirando la belleza de la noche en las estrellas. Me encantaba observarla, ella no era como otras, ella era diferente. - oye? - digo acercándome a ella - me has asustado, Styles - se sobresalta...