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Los sigmas (Σ) son omegas socialmente dominantes (Ω). Son tan agresivos como los Alfas y a menudo ambas castas luchan entre sí cuando son niños niños, pero debido a que los Sigmas son Omegas biológicos, son aún más débiles.

A menudo molestan a sus amigos omega sobre sus hábitos de anidación, ya que no anidan mucho fuera del calor y el embarazo. 

Debido a su posición biológica como Omegas, los machos y las hembras son capaces de llevar cachorros, pero no pueden impregnar ninguna otra dinámica.

Experimentan calores como lo haría un Omega normal, pero son menos agresivos.

Tanto los machos como las hembras pueden ser embarazados por un Alfa o Delta. También es posible que un Sigma masculino impregne a un Sigma femenino, aunque la probabilidad es mínima.

(Info obtenida de un artículo de Amino).

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Violeta.

Su color favorito desde hace tiempo era el violeta.

Violeta... Por los lindos ojos de aquel precioso chico de piel morena y cabello blanquecino que le regalaba la misma sonrisa cada madrugada luego de besarlo en forma de despedida. ¿Que era exactamente lo que le gustaba a Kakucho Hitto de Izana Kurokawa? Si se lo preguntaran, no sabría que contestar.

Había tantas razones por las que el pequeño pero fuerte Sigma le gustaba, las palabras nunca salían de su boca y mucho menos cuando hacía acto de presencia frente a él con cualquier prenda que parecía haber sido hecha exclusivamente para ajustarse a su cuerpo, con aquellos particulares aretes adornando sus orejas. Aunque el rojo le quedaba muy bien, definitivamente adoraría verlo vestido con alguna prenda del color de su hermosa pero temible mirada, aquella que tomaba un brillo especial al tenerlo de frente.

No recuerda con exactitud el momento en el que se conocieron, se ha dado cuenta que las personas importantes en su vida han llegado de repente para quedarse el tiempo que sea necesario y espera que sea durante muchísimos días más. No, no son sus llamativos movimientos de caderas cuando baila, ni su forma de hacerle frente ante cualquier Alfa que busque doblegarlo o dejarlo en ridículo por su segundo género. Tampoco es por como sus labios encajan mientras tienen relaciones sexuales o la manera en la que parecen coincidir en muchos aspectos.

Lo que si sabe con certeza es que es demasiado hermoso para parecer real, y el olor a chocolate y menta lo hace sentirse como un adicto cuando roza su nariz por su cuello, pero lo que siente va más allá de todo lo que el peli gris sea o haga, aunque todo eso se desmorona cuando recuerda que solo son compañeros sexuales que se sacian de alguna forma cada que se ven en aquel club nocturno, terminando en el departamento del contrario.

Sin embargo, el Sigma nunca deja de pensar en él y eso es algo que se nota cuando corre a abrazarlo una vez que lo ve entrar al lugar. Nunca fue capaz de querer a alguien de la misma forma en la que lo quiere a él, desde que lo conoció supo que no solo buscaba un encuentro casual como toda la gente que se le acercaba, él quería conocerlo realmente y no se opuso, tampoco tembló o se fue para atrás cuando descubrió a donde pertenecía, algo que le hizo saber que no era tan tímido como parecía. Eso le gustaba en una persona, que no tuvieran miedo de nada sin dejar sus sentimientos de lado, y que el chico tuviera unos ojos tan llamativos como hermosos junto con una belleza y fortaleza igual a la suya solo sumaba puntos extra.

Adora el aroma a café amargo impregnándose y haciéndole saber a cualquier persona que es suyo, sentir aquellos brazos rodearlo como si fuera lo más frágil del mundo al compartir unos tragos mientras platican de como les va en la vida para luego irse a alguna de las dos camas cuando estaban más tranquilos.

Con besos y caricias trazan el cuerpo del otro en cada encuentro, con uñas y dientes marcan territorio temporalmente, con lágrimas uno abandona el departamento mientras el otro quiere ir y decirle que algún día todo terminará, con ansias esperan que el fin de semana llegue y con un poco de temor desean no ser descubiertos.

¿Porque despertar a su lado duele más que no verlo durante días?

Esta vez es turno de Kurokawa de irse, pero no quiere hacerlo. Quiere dejar de obligarse a salir de esa habitación, su corazón duele de una forma horrible y lo hace más cuando nota como el menor se aferra a su cuerpo para evitar que se levante.

—Kakucho, sueltame...

"No lo hagas, por favor, Kaku-chan... No te alejes".

No respondió, solo dejó un beso en su nuca y una caricia en sus caderas, sintiendo el tacto frío por la desnudez y la temperatura del ambiente que le causa cosquillas leves.

—Simplemente ya no puedo... Ya no aguanto, Izana

No entiende a lo que se refiere, simplemente corresponde el beso que inesperadamente recibe por parte del menor cuando toma su mandíbula y gira su cabeza, acomodando sus cuerpos hasta que el moreno queda debajo del pelinegro. De repente, el tiempo se detiene, los jadeos son callados al morder el labio inferior, todo se les va de las manos y sus ojos se abren de golpe cuando siente una respiración pesada impactar contra el lado izquierdo de su cuello, dándose cuenta de que el aroma de Hitto ha comenzado a sentirse más pesado en el aire.

—¿Qué haces?—pregunta curioso al sentir los labios ajenos succionando levemente, olfateando su aroma.

—Quisiera marcarte...—susurra con voz ronca, acariciando una de las piernas del menor, sintiendo lo tenso que está con las caricias que recibe—Para que sepan que me perteneces y que... Si me dejas, seré el padre de tus cachorros.

De alguna u otra forma esas palabras le hicieron sentir mejor, posando sus brazos en el cuello del mayor para después atraerlo hacia él mientras enreda sus piernas en la cintura del castaño. Sollozos salen de su boca y lágrimas resbalan por su rostro a pesar de estar sonriendo, notando como el pelinegro comenzaba a perderse en su mirada llena de felicidad y miedo tratando de saber que siente en esos momentos.

—Vamos a morir, pero... Hazlo...—susurra en el oído del otro, el cual simplemente se queda estático, sin creer lo que ha escuchado—P-por favor, Kakucho... Sé mi compañero en esta vida, aunque nos pongamos en riesgo—sonríe más, ignorando el dolor de su corazón, tratando de creer que todo estará bien después de tomar esa decisión

No solo una, si no varias veces se enlazaron definitivamente al igual que su marca hasta que el sol iluminó por completo el cielo azul entre lágrimas por parte de ambos y pidiéndose perdón por ser tan egoístas y condenarse mutuamente.

Quizá en una vida anterior fueron buenas personas o simplemente sucedió un milagro, porque meses después de aquel encuentro pudieron ver nacer a una niña de cabello blanco, morena y de ojos rojos tan brillantes como un rubí, todo esto bajo la protección de la familia Sano y lejos del señor Kurokawa desde que se enteró de la traición cometida por su hijo al enamorarse de quién intentó asesinarlo.

En unos años podrían volver a Japón y dejar de vivir bajo las sombras, mientras tanto, se encargarían de criar y cuidar a esa pequeña luz que apareció en medio de tanta oscuridad.




Cortito pero bonito<3

Seré sincera, quería darles un final triste y con ambos muertos, pero no me atreví y andaba de buenas, así que aquí tienen un one-shot de este shipp que últimamente se está volviendo mi favorito (≧▽≦)

¡Gracias por leer! ~SHK


(Publicado originalmente el 13 / Feb / 2022, en una recopilación de One-Shots llamada: "Guys In Luv #1: Tokyo Revengers" que fue eliminada. Puedes encontrar las seis historias restantes en mi perfil.)

A Mí... 🌇 KakuIzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora